La mafia
Meses atr¨¢s, un generoso colega me regal¨® Los or¨ªgenes de la Mafia, un libro publicado por la editorial Capit¨¢n Swing. Es una antolog¨ªa, una recopilaci¨®n de textos cl¨¢sicos sobre este fen¨®meno preferentemente italiano. Algunos de esos ensayos yo ya los ten¨ªa le¨ªdos; otros han sido una revelaci¨®n. Le¨ªa o rele¨ªa con voracidad, con aprovechamiento, y al tiempo que pasaba esas p¨¢ginas pensaba en nuestras circunstancias. Sin querer observaba semejanzas, unos parentescos inquietantes. ?Parentescos? Nada mejor dicho hablando de este tema.
No puede ser, me correg¨ªa. La Mafia es sobre todo una red de extorsi¨®n, de violencias; una red que sustituye al Estado, que reemplaza a las instituciones. Aqu¨ª no tenemos muertos acribillados a balazos en la plaza p¨²blica; tampoco tenemos familias enteras asesinadas por dinast¨ªas rivales. S¨ª, de acuerdo -admit¨ªa-, no vivimos en un estado de intimidaci¨®n; pero la Mafia es algo m¨¢s que esos terrores cotidianos.
Es tambi¨¦n una trama privada que se beneficia de lo p¨²blico, individuos que se aprovechan de una posici¨®n desigual y ventajosa. Prestan asistencias que otros no podr¨ªan prestar y hacen favores salt¨¢ndose los derechos de los ciudadanos. Amparan, asisten, auxilian, pero sobre todo protegen en una situaci¨®n incierta, comprometida. En efecto, la protecci¨®n es la l¨®gica mafiosa: yo velo por ti y t¨², a cambio, me concedes esto o lo otro, me lo agradeces materialmente; yo te permito vivir o comerciar o gobernar y t¨², a cambio, contribuyes o me rindes un servicio.
La d¨¢diva forma parte de esa l¨®gica mafiosa: como las relaciones son ventajistas y personales -y no transparentes y contractuales o institucionales-, el mafioso confirma y sella los tratos obsequiando con grandes regalos. Gracias a su conocimiento reservado, a su informaci¨®n particular y a su dato discretamente obtenido, logra beneficios que debe agradecer. ?C¨®mo? Con liberalidades ostentosas, s¨ª: hay mafiosos muy cursis.
No puede ser, me insist¨ªa. Los regalos y los servicios de la Mafia est¨¢n precedidos por cr¨ªmenes y privilegios, y seguidos por desconfianzas y recelos. Aqu¨ª a¨²n no estamos as¨ª. De acuerdo -me respond¨ªa-, pero, a lo que nos cuentan, tambi¨¦n aqu¨ª ha habido regalos ventajistas y servicios desiguales, beneficios privativos y disfrutes particulares. Presuntamente, claro. Regalos, servicios, beneficios y disfrutes en los que se habr¨ªan mezclado lo p¨²blico y lo privado, las churras y las merinas, las instituciones y los chorizos. Tambi¨¦n aqu¨ª habr¨ªamos convivido con descuideros de post¨ªn, con carteristas de mucho rumbo, con charlatanes de tron¨ªo. Presuntamente, claro.
Me digo esto y de inmediato me corrijo: no, por Dios, aqu¨ª no hemos vivido en una circunstancia mafiosa; aqu¨ª s¨®lo hemos tenido cursis y generosos.
http://justoserna.wordpress.com
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