Entre Murakami y Stephen King
Albert Espinosa debuta en la novela con "una historia de amor con 'thriller" inspirada en sus autores favoritos
"El Stephen King de no terror y la manera de contar las cosas de Murakami". En ambas fuentes ha bebido el guionista, actor, director, dramaturgo y escritor Albert Espinosa (Barcelona, 1973) para escribir su primera novela, Todo lo que podr¨ªamos haber sido t¨² y yo si no fu¨¦ramos t¨² y yo, publicada por Grijalbo en castellano y Rosa dels Vents en catal¨¢n que se presenta esta tarde en la FNAC Illa. Pinceladas fant¨¢sticas, ternura, humor y una h¨¢bil dosificaci¨®n del ritmo narrativo hilvanan esta "historia de amor con thriller" ambientada en un futuro pr¨®ximo en el cual los seres humanos tienen a su disposici¨®n un medicamento que inhibe para siempre la necesidad de dormir. Espinosa ha buscado inspiraci¨®n en sus autores favoritos, aunque, admite, lo que en realidad le gustar¨ªa es "vender tanto como ellos".
No parece una aspiraci¨®n tan radicalmente ut¨®pica para alguien que ha logrado vender 60.000 ejemplares de su primer libro, El mundo amarillo, una descripci¨®n de su filosof¨ªa vital traducida al coreano y al b¨²lgaro. En esta ocasi¨®n, Espinosa se desmarca de su experiencia como enfermo de c¨¢ncer (padeci¨® tres distintos entre los 14 y los 24 a?os), presente en muchas de sus obras (en especial Planta cuarta, que Antonio Mercero llev¨® al cine y tendr¨¢ en breve una continuaci¨®n en Planta quinta). Pero no renuncia a los elementos autobiogr¨¢ficos, entre los cuales el m¨¢s llamativo es el don que posee Marcos, el protagonista de la novela. Cuando ve por primera vez a una persona, es capaz de percibir su recuerdo m¨¢s triste, el m¨¢s alegre y una gradaci¨®n de 12 recuerdos entre uno y otro extremo. Aunque ¨¦l, admite, cuenta con una versi¨®n m¨¢s modesta de esta facultad, "que puedo encender y apagar a voluntad".
Nieto de un boticario descubridor de numerosas medicinas, ha tomado prestado de su abuelo el nombre del f¨¢rmaco m¨¢gico para estimular la eterna vigilia: cetamina. "?l estaba seguro de que un d¨ªa ser¨ªa una realidad, y no iba tan desencaminado". Para Espinosa, la vida sin dormir no tendr¨ªa ninguna poes¨ªa. La imagina como una puerta abierta a jornadas laborales eternas y una dolorosa renuncia al placer de los sue?os y a la m¨¢gica distorsi¨®n del tiempo que supone el par¨¦ntesis nocturno. "Me gusta escribir de noche. Me acuesto sobre las cuatro o las cinco de la madrugada y me levanto a mediod¨ªa. Es como un viaje al futuro, porque cuando despierto han ocurrido un mont¨®n de cosas sin que me percatara: ha ca¨ªdo la Bolsa, alguien ha hecho importantes declaraciones...". Sin embargo, a tenor de la enorme actividad que despliega (pr¨®ximamente estrenar¨¢ una pel¨ªcula y una serie de televisi¨®n y est¨¢ preparando su nuevo filme como director), se dir¨ªa que, en realidad, su abuelo acab¨® descubriendo la cetamina y ¨¦l la toma para poder trabajar m¨¢s que nadie. "Siempre digo que tengo que vivir mi vida y la de los amigos que no superaron el c¨¢ncer. Me corresponden 4,7 vidas", afirma.
Blindado frente al pesimismo, en Todo lo que podr¨ªamos haber sido t¨² y yo si no fu¨¦ramos t¨² y yo brilla la mirada positiva que el autor proyecta sobre todo lo que hace. Empezando por el mismo t¨ªtulo. Le encanta imaginar los lazos que se pueden establecer entre el librero y el cliente potencial cuando ¨¦ste solicite la novela en el punto de venta. "Como cuando se estren¨® en el cine No me pidas que te bese porque te besar¨¦", con gui¨®n y direcci¨®n suyos. "Seguro que surgieron muchas relaciones entre taquilleros y espectadores", fabula, feliz de haber sido la celestina propiciatoria y de poder seguir si¨¦ndolo con su primer libro de ficci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.