La corrupci¨®n arma al Gobierno contra el PP

Al PP le ha venido muy bien el proceso contra Garz¨®n para incluirlo en cada intervenci¨®n parlamentaria y eludir as¨ª la corrupci¨®n. Y al PSOE y al Gobierno les sirve el caso G¨¹rtel y sus consecuencias como ariete y burladero en las C¨¢maras.

Los pesos pesados del Gobierno lideraron la estrategia y los diputados y senadores socialistas de a pie les siguieron para desplegar toda su artiller¨ªa y situar la corrupci¨®n en el centro de cualquier debate parlamentario. As¨ª, si la portavoz del PP, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, interpel¨® en el Pleno del Congreso sobre la crisis econ¨®mica a Elena Salgado, la vicepresidenta segunda respondi¨® preguntando "qui¨¦n orden¨® la firma de los contratos de la trama corrupta que vamos a pagar todos los espa?oles". La n¨²mero tres del Gobierno, cada vez m¨¢s suelta en los debates, lo hizo adem¨¢s en su segunda intervenci¨®n para evitar la respuesta de la portavoz parlamentaria, que sigue empe?ada en hacer protagonista a Salgado. Y el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, respondi¨® a un diputado del PP que ¨¦l respeta "la actuaci¨®n de los jueces, de los fiscales y de los polic¨ªas. En resumen, para que todo el mundo lo entienda, hago lo contrario de lo que hacen ustedes sistem¨¢ticamente. Cuando les va bien, cruces y medallas, y cuando les va mal, pruebas falsas. Dejen a la gente trabajar".

El PP dio instrucciones a sus diputados para imputar al PSOE y al Gobierno ataques inadmisibles al Estado de derecho en los actos de apoyo a Garz¨®n. Lo hicieron en los pasillos y en comisiones, como la de Interior, donde comparec¨ªa para otro tema el secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, y el diputado del PP Ignacio Cosid¨® sac¨® a relucir las cr¨ªticas al Tribunal Supremo. Camacho y Carlos Gonz¨¢lez, diputado del PSOE, le respondieron con las acusaciones contra la polic¨ªa por supuesta falsedad de las pruebas de G¨¹rtel. Como defensa, el PP ha intentado buscar estos d¨ªas un fil¨®n en el patrimonio de Jos¨¦ Bono.

En el Senado ha ocurrido lo mismo en los dos ¨²ltimos d¨ªas. Por ejemplo, ayer se ve¨ªa la nueva ley de blanqueo de capitales, y eso dio pie a una bronca monumental cuando la senadora del PSC, Judith Alberich, se lanz¨® contra el PP a cuenta de G¨¹rtel y le pidi¨® que echen a Francisco Camps, a Rita Barber¨¢ y a Carlos Fabra. "Cuando yo leo esta ley, lo que me viene a la mente son bolsos, viajes a Miami, Jaguars, coches y dinero que se ha sufragado de las arcas p¨²blicas para financiar comisiones con el objeto de pagar silencios. Expulsen al se?or B¨¢rcenas de su grupo y al mill¨®n cuatrocientos mil euros que todav¨ªa no s¨¦ d¨®nde estar¨¢, pero que seguramente estar¨¢ pagando mucho silencio". Y el PP sali¨® con casos del siglo pasado, como Filesa y Rold¨¢n, y con otros m¨¢s recientes, como el del supuesto chivatazo del bar Fais¨¢n.

En ausencia de Zapatero por viaje oficial, la sesi¨®n de control la protagonizaron los tres vicepresidentes. A Teresa Fern¨¢ndez de la Vega le vino bien una pregunta de Joan Ridao (ERC) sobre la sentencia del Estatuto catal¨¢n para reaparecer, despu¨¦s de meses ignorada por el PP. Hubo un amago de desviar la pregunta al ministro de Justicia pero, finalmente, tras varias conversaciones telef¨®nicas, la vicepresidenta comunic¨® a Ridao el lunes que responder¨ªa ella. Lo que hizo fue pedir "serenidad".

Y a Joan Tard¨¤ (ERC) le vino bien la fecha para recordar el 79 aniversario de la II Rep¨²blica y lanzar desde la tribuna un sonoro grito de "?Visca la Rep¨²blica!".