Los s¨ªmbolos de Marbella se oxidan
El soterramiento de la autov¨ªa de San Pedro obliga a desmontar uno de los arcos s¨ªmbolos del 'gilismo'
Uno de los arcos de entrada a Marbella, s¨ªmbolo de la ciudad y del gilismo, est¨¢ perdiendo letras por d¨ªas. El Ministerio de Fomento, encargado de las obras de soterramiento de la autov¨ªa A-7 a su paso por el n¨²cleo de San Pedro Alc¨¢ntara, est¨¢ desmontando esta gran estructura de metal recubierta de piedra blanca porque se ha oxidado y el deterioro, unido a los constantes movimientos de tierra, puede ocasionar un peligro para los conductores. La retirada de la instalaci¨®n, que cost¨® cerca de 720.000 euros hace 18 a?os, ha reabierto un viejo debate sobre si deben desaparecer los emblemas del gilismo en la ciudad, algo sobre lo que el Ayuntamiento no se pronuncia abiertamente, de momento.
Las instalaciones costaron cerca de 720.000 euros hace ya 18 a?os
La colocaci¨®n de estos dos gigantescos arcos blancos, en las entradas oriental y occidental de la ciudad, fue una de las primeras medidas que adopt¨® el fallecido Jes¨²s Gil cuando lleg¨® a la alcald¨ªa de Marbella hace casi dos d¨¦cadas. El fot¨®grafo Gary Edwards lleva en Marbella tanto tiempo como estas estructuras. Desde la ventana de su casa de Guadalmina sigue con preocupaci¨®n el desmontaje de la mastod¨®ntica arcada y se ha movilizado para que no desaparezca. Edwards ha creado una p¨¢gina en Facebook titulada Save the Marbella Arch! (Salvad el arco de Marbella) en la que 511 miembros alaban "el verdadero valor" de este emblema y discuten sobre su futuro.
"Forma parte de la historia de Marbella, es el ¨²nico s¨ªmbolo aut¨¦ntico, es... como quitar las letras de Hollywood", comenta el fot¨®grafo que cuelga en la Red im¨¢genes de su deconstrucci¨®n. En una de ellas se ven las letras P y e de San Pedro apoyadas en el suelo, a la espera de que las depositen en alg¨²n almac¨¦n. "Concentraci¨®n debajo del arco, ya, que se elija un d¨ªa y manifestaci¨®n de protesta entre todos", reclama Franco Giggino desde Facebook.
El Consistorio marbell¨ª (PP) a¨²n no ha decidido si buscar¨¢ un nuevo emplazamiento para el arco cuando termine el soterramiento de la A-7. "No nos hemos planteado la reparaci¨®n o la reposici¨®n porque hay que esperar a que terminen las obras", asegura el delegado de obras Javier Garc¨ªa. "Habr¨¢ un cambio en el trazado de las v¨ªas, y desconocemos la magnitud de los desperfectos, por lo que no sabemos si resultar¨ªa muy caro volver a levantarlo", a?ade. Tampoco est¨¢ claro si la contrata de las obras deber¨ªa asumir los supuestos costes de reparaci¨®n, almacenaje y montaje de las piezas, o por el contrario le corresponde al Ayuntamiento. Por si acaso, el Gobierno municipal ya ha anunciado que reclamar¨¢ a Fomento los perjuicios econ¨®micos que les est¨¢ ocasionando el cierre de dos oficinas de turismo abiertas bajo los arcos.
Los t¨¦cnicos municipales analizan el otro arco que recibe a los visitantes que llegan desde M¨¢laga. "En un principio no est¨¢ afectado", tranquiliza Garc¨ªa. Enrique Monterroso, concejal de IU, recuerda que hace tres a?os, justo cuando ?ngeles Mu?oz entr¨® en la alcald¨ªa, ya reclam¨® que desaparecieran los arcos por considerarlos "s¨ªmbolo de la corrupci¨®n". "Volveremos a pedirlo en el Pleno de abril", asegura.
La arcada se cae del taxi
El arco de Marbella est¨¢ en desuso tambi¨¦n para los taxis de la ciudad. Su imagen, pintada en las puertas de estos veh¨ªculos durante m¨¢s de una d¨¦cada, comenzar¨¢ a borrarse de forma masiva en cuesti¨®n de d¨ªas. Lo cambiar¨¢n por la bandera de la ciudad, blanca y azul, "para luchar contra el intrusismo", asegura V¨ªctor V¨¢zquez, presidente de la asociaci¨®n Taxi Sol. "Durante el verano, cualquier coche blanco que circulaba por la ciudad pod¨ªa confundirse con un taxi", justifica. La asociaci¨®n, que aglutina al 80% de los conductores de taxi de la ciudad, ya prepara los turnos para ir al taller. A principios de mayo comienzan los tres meses de plazo que tienen para cambiar la imagen de los 312 turismos de uso p¨²blico.
V¨ªctor, que comenz¨® en la profesi¨®n hace 25 a?os de la mano de su padre, no siente tanta pena por abandonar el arco, como por la precaria situaci¨®n econ¨®mica del gremio. En enero, las carreras han bajado un 40% con respecto a 2008, explica. Ahora parecen un sue?o aquellos a?os previos a la implantaci¨®n del euro, de 1999 en adelante, en los que "la gente comenz¨® a sacar dinero" y parec¨ªa que no se acababa.
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