El tah¨²r de la miseria
Paulson gan¨® 8.000 millones con la debacle financiera y ayud¨® a Goldman en un fondo que arruin¨® a miles de clientes
El boom inmobiliario convirti¨® Wall Street en un casino, en el que los productos ex¨®ticos apoyados en hipotecas se usaban como moneda de cambio. Pero en la primavera de 2006 eran pocos los gestores de fondos que iban a contracorriente. Uno de ellos era John Paulson. Crey¨® que la burbuja estallar¨ªa y arrastrar¨ªa a los activos hipotecarios. Gracias a sus apuestas arriesgadas, gan¨® 8.000 millones entre 2007, 2008 y 2009.
Lo que pas¨® despu¨¦s es conocido. Bear Stearns fue rescatada por JPMorgan Chase; Lehman Brothers se derrumb¨® y Bank of America se hizo con Merrill Lynch. En plena hecatombe, Paulson emergi¨® como una estrella. La mayor crisis financiera desde la Gran Depresi¨®n le convirti¨® en uno de los gestores de hedge fund (fondos de alto riesgo) m¨¢s poderosos del mundo.
En 2007, cuando se cocinaba la crisis, Paulson se anot¨® un beneficio de 3.700 millones de d¨®lares. Ni siquiera George Soros fue capaz de amasar tanta fortuna. Un a?o despu¨¦s, con los bancos hundidos por las p¨¦rdidas, gan¨® 2.000 millones. Y en 2009, con la crisis dejando a millones de familias sin hogar, sum¨® otros 2.300 millones. S¨®lo perdi¨® dinero una vez en 16 a?os.
El hedge fund que lleva su nombre fue fundado en 1994, con una inversi¨®n de dos millones y un par de empleados. Ahora maneja activos por un valor cercano a los 36.000 millones. Y para invertir en Paulson & Co., el desembolso m¨ªnimo que exige a un particular es de cinco millones o 25 millones para los institucionales. Ocho de cada 10 inversores son extranjeros.
John Paulson, de 54 a?os, se gradu¨® en finanzas por la escuela de negocios de la Universidad de Nueva York. Fue el primero de su clase. Tiene un m¨¢ster por Harvard. Empez¨® a trabajar en Boston Consulting Group. Despu¨¦s estuvo bajo la batuta de Leon Levy en Odyssey Patners, antes de pasar al departamento de fusiones de Bear Stearns. Su ¨²ltimo pelda?o lo pis¨® en Gruss Partners.
Ya en 2005, en plena org¨ªa inmobiliaria, le preocup¨® el deterioro en la calidad del cr¨¦dito, el exceso de apalancamiento de las firmas financieras y la manera en la que se valoraba el riesgo asociado a activos hipotecarios. Sospech¨® que se estaban dando pr¨¦stamos a gente insolvente. Y para proteger a sus inversores, apost¨® a que perder¨ªan valor.
Pero para que su estrategia tuviera ¨¦xito, deb¨ªa dar con el veh¨ªculo de inversi¨®n adecuado. As¨ª fue llamando una a una a la puerta de las grandes firmas de Wall Street, como Goldman Sachs o Deutsche Bank, los grandes empaquetadores de deuda. El nombre de Paulson aparece ahora citado en los cargos por fraude del regulador del mercado de valores contra Goldman.
Esencialmente Goldman cre¨® un paquete a base de hipotecas subprime conocido como Abacus, que ofreci¨® a sus clientes como una buena inversi¨®n. El banco permiti¨® que Paulson eligiera las hipotecas que iban a perder valor. Goldman ayud¨® despu¨¦s al hedge fund a apostar contra esa cesta. Era como vender un coche sabiendo que tendr¨ªa un accidente, porque sus frenos estaban rotos.
Goldman no inform¨® a sus clientes de que Paulson estaba detr¨¢s, ni que iba a jugar a la contra sabiendo que esos activos que se vend¨ªan como buenos desaparecer¨ªan. El gestor de fondos se anot¨® unas ganancias de 1.000 millones y Goldman ingres¨® 15 millones en comisiones. Pero Paulson no hizo nada ilegal, porque no estaba obligado a hacer p¨²blico el conflicto de inter¨¦s.
Sin embargo, no son pocos los que acusan a especuladores como Paulson de agravar la crisis y dejar las miserias del resto. Ocurri¨® a ra¨ªz del esc¨¢ndalo que tumb¨® a la el¨¦ctrica Enron, donde los conocidos como short-sellers, vendedores a corto, hicieron fortuna apostando contra la compa?¨ªa. Lo mismo sucedi¨® con las puntocom. Y una d¨¦cada despu¨¦s, Dick Full, ex consejero de Lehman Brothers, y Alan Schwartz, de Bear Stearns, miraron hacia ellos para justificarse.
El fondo de John Paulson, una de las mayores firmas en una industria que maneja 1,5 billones, se registr¨® voluntariamente en la SEC en febrero de 2004, por lo que est¨¢ sujeto a las inspecciones de supervisi¨®n y debe entregar informaci¨®n regular de sus actividades. En una nota, ayer rechaz¨® que participara en la selecci¨®n de los valores de Abacus, tal y como dijo la SEC.
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