El bloque progresista intent¨® salvar la financiaci¨®n fijada en el Estatuto
La ponencia consideraba constitucional el "deber" de conocer el catal¨¢n
El Pleno del Tribunal Constitucional recomend¨® ayer al nuevo ponente de la sentencia del Estatuto catal¨¢n, el vicepresidente Guillermo Jim¨¦nez, que se diese prisa en redactar su ponencia para intentar tener la sentencia antes del verano. Sin embargo, parece casi imposible que el bloque progresista se sume a la nueva sentencia y, salvo que el magistrado Manuel Arag¨®n consumase su integraci¨®n en el bloque conservador y votase el mismo texto extremo que apoyar¨ªan Jorge Rodr¨ªguez Zapata o Javier Delgado, la situaci¨®n padecida esta semana por el Constitucional volver¨¢ a reproducirse.
La ponencia de Elisa P¨¦rez Vera introduc¨ªa un recorte moderado en el Estatuto y dejaba las principales tachas de inconstitucionalidad al cap¨ªtulo del Poder Judicial en Catalu?a. Declaraba inconstitucional el precepto relativo al Consejo de Justicia de Catalu?a, por entender que debe ser la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial la que resuelva la cuesti¨®n de los consejos de justicia auton¨®micos. Tambi¨¦n declaraba que el catal¨¢n no es la lengua "preferente" de las Administraciones p¨²blicas y medios de comunicaci¨®n de Catalu?a.
Tambi¨¦n avalaba la bilateralidad en las relaciones con el Estado
La nueva ponencia ser¨¢ muy dif¨ªcil de asumir por los derrotados
Sin embargo, avalaba el concepto de bilateralidad como forma de cooperaci¨®n entre el Estado y una Administraci¨®n auton¨®mica, y respetaba el sistema de financiaci¨®n, salvo el inciso relativo a que la contribuci¨®n debe basarse en un esfuerzo fiscal similar al de los diferentes gobiernos auton¨®micos en el conjunto del Estado.
Tambi¨¦n consideraba constitucional el "deber" de conocer el catal¨¢n siempre y cuando no quepa exigirlo con car¨¢cter generalizado, es decir, que no prevalezca sobre el castellano.
El principal escollo, el alcance del t¨¦rmino "naci¨®n", habr¨ªa resultado aceptable para el magistrado Manuel Arag¨®n de haberse incorporado al fallo, y no s¨®lo al ¨²ltimo fundamento jur¨ªdico, llamado "conclusivo".
Seg¨²n el Pre¨¢mbulo del Estatuto, "el Parlamento de Catalu?a, recogiendo el sentimiento y voluntad de la ciudadan¨ªa de Catalu?a, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Catalu?a como naci¨®n".
El proyecto de P¨¦rez Vera significaba que al no tener el Pre¨¢mbulo "contenido normativo", no ten¨ªan "eficacia jur¨ªdica interpretativa" las referencias a "Catalu?a como naci¨®n" y a la "realidad nacional de Catalu?a". Y en cuanto a los "s¨ªmbolos nacionales de Catalu?a", ¨¦stos tambi¨¦n pasaban la tacha de inconstitucionalidad, siempre que se entendiesen como los s¨ªmbolos de la "nacionalidad" de Catalu?a, reconocida y garantizada en el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n, "dentro de la indisoluble unidad de la Naci¨®n espa?ola".
Habr¨¢ que contar con que la "indisoluble unidad de la Naci¨®n espa?ola" y, en general, los dos p¨¢rrafos explicativos del alcance de t¨¦rmino "naci¨®n" ir¨¢n al "fallo" del primer proyecto de sentencia de Guillermo Jim¨¦nez, para satisfacer a Manuel Arag¨®n.
Con incorporar ese aspecto al fallo, probablemente ya quedar¨ªan fuera la presidenta Mar¨ªa Emilia Casas, la ex ponente P¨¦rez Vera y, desde luego, Pascual Sala y Eugeni Gay. Y, por supuesto, s¨®lo con eso no atraer¨ªa a ninguno de sus compa?eros del bloque conservador.
En suma, el texto del nuevo proyecto tendr¨¢ que endurecerse considerablemente para que los respalden todos los conservadores. Podr¨ªa llegarse a un empate a cinco votos si Arag¨®n, ante un texto en extremo devastador del Estatuto, votase en contra. En ese caso, el voto de calidad de la presidenta tambi¨¦n puede tener sentido negativo, es decir, de rechazo del texto, lo que devendr¨ªa en otra situaci¨®n sin salida. As¨ª que s¨®lo si Arag¨®n vota con los conservadores se alumbrar¨¢ una sentencia, dif¨ªcilmente asumible por el nacionalismo catal¨¢n.
Aunque el Pleno quiera tener el primer proyecto de Jim¨¦nez para dentro de 15 d¨ªas, las deliberaciones sobre el nuevo texto no permitir¨ªan que, como pronto, hubiese sentencia antes del verano. M¨¢s all¨¢ de esa fecha, una eventual sentencia incidir¨ªa de forma posiblemente decisiva en la campa?a de las elecciones auton¨®micas catalanas. Por tanto, si para esa fecha no hay sentencia, ya no la habr¨¢, como pronto, hasta final de a?o.
El retraso en la sentencia del Estatuto est¨¢ afectando tambi¨¦n a otros asuntos, dado que el tribunal lleva m¨¢s de un a?o volcado con el mismo. Pero, adem¨¢s, ahora afectar¨¢ a uno en particular: el recurso de inconstitucionalidad del PP contra la ley del matrimonio homosexual, de la que es ponente precisamente el vicepresidente Guillermo Jim¨¦nez. A la vez, Jim¨¦nez es uno de los cuatro magistrados que hace m¨¢s de dos a?os han cumplido su mandato y deben ser renovados. As¨ª que es dudoso que tenga tiempo y posibilidades de afrontar ambas sentencias.
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