Repsol se prepara para la era pospetr¨®leo
La escasez de crudo y el coche el¨¦ctrico obligan a las petroleras a reinventarse
?Actuar¨¢n el coche el¨¦ctrico, la pugna por reducir las emisiones de CO2 y la escasez de crudo como un torpedo contra la l¨ªnea de flotaci¨®n de las petroleras? Posiblemente. Si bien el coche convencional y la gasolina y el gasoil de toda la vida no van a acabar ma?ana (de hecho, se espera que el consumo de energ¨ªa final en el transporte crezca un 9% entre 2008 y 2015), todo indica que los escenarios a 15 o 20 a?os son algo inciertos para estas empresas. Esto a menos que empiecen a tomar medidas para seguir siendo imprescindibles en esa era pospetr¨®leo, m¨¢s cercana de lo que se cree.
La preocupaci¨®n por ese escenario explica la creaci¨®n este mes por parte de
Repsol YPF de la Unidad de Negocio de Nuevas Energ¨ªas, centrada en la obtenci¨®n de productos menos contaminantes (biocombustibles o autog¨¢s), redes de suministro al coche el¨¦ctrico, mayor eficiencia energ¨¦tica y captura y almacenamiento de CO2: objetivos tan ambiciosos que, seg¨²n explic¨® hace poco su presidente, Antonio Brufau, suponen "convertir Repsol, de una compa?¨ªa de crudo y gas, en un grupo de energ¨ªa para el transporte". El de su compa?¨ªa y de las dem¨¢s de su sector, seg¨²n Brufau, es decidir "qu¨¦ estaremos haciendo dentro de 10 a?os".
La unidad de nuevas energ¨ªas de Repsol la va a dirigir Jon Josu Imaz
El mercado del transporte ser¨¢ en 15 o 20 a?os diferente para las petroleras
Pese a ello, Repsol parece haber tardado m¨¢s que otras en dar el paso. BP o
Shell llevan 10 o 15 a?os posicion¨¢ndose en esos segmentos, con inversiones y vol¨²menes de negocio importantes. La espa?ola, quiz¨¢ asediada por otras urgencias (como la recomposici¨®n de sus reservas de crudo y gas), parece haberse relajado en esos temas. En tanto que Shell o BP han creado divisiones y filiales, la de Repsol, que va a dirigir Jon Josu Imaz, presidente de Petronor, se encuadrar¨¢ por ahora en el ¨¢rea de downstream (refino, log¨ªstica y marketing de combustibles, entre otras actividades).
Repsol no ha desvelado el modelo de negocio de la nueva unidad porque est¨¢ por definir. Por ello, admiten, "los proyectos se gestionar¨¢n desde la nueva unidad de negocio en su totalidad, ya que la vertiente tecnol¨®gica de los mismos se mantendr¨¢ en la direcci¨®n corporativa de medios". Lo que s¨ª se sabe es que la nueva unidad recoger¨¢ algunas actuaciones de Repsol en nuevas energ¨ªas. Una de ellas, seg¨²n explican, es la que puso en marcha en octubre, junto al Ente Vasco de la Energ¨ªa (EVE), "para el desarrollo conjunto de una red de recarga de veh¨ªculos el¨¦ctricos en Euskadi".
Adem¨¢s de otros proyectos relativos a la promoci¨®n del uso del autog¨¢s (mezcla de butano y propano), mucho menos contaminante. Por ejemplo, con Leche Pascual, para el repostaje de su flota, y con Mercedes Benz, para el desarrollo de veh¨ªculos propulsados por autog¨¢s. Repsol, que firm¨® en 2008 el comunicado de Poznan sobre cambio clim¨¢tico, potenciar¨¢ tambi¨¦n la captura y almacenamiento de CO2. La compa?¨ªa captura ya CO2 en una planta de Bilbao y lo vende para fabricaci¨®n de bebidas gaseosas.
El gran problema que afrontan las petroleras es que la transici¨®n hacia el nuevo modelo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que el de las el¨¦ctricas. Como explic¨® Brufau en octubre, "la flexibilidad de fuentes de energ¨ªa primaria para electricidad no existe en el transporte". Mientras las el¨¦ctricas siguen comercializando el mismo producto (suministro de fluido el¨¦ctrico a los clientes a trav¨¦s de la red), que obtienen adicionalmente de la e¨®lica, la solar u otras, las petroleras se enfrentan a una reducci¨®n de su papel en el mercado del autom¨®vil. Al menos en las ¨¢reas de menor crecimiento del parque como Europa o Norteam¨¦rica.
Una de las mayores amenazas son los coches h¨ªbridos (que reducen el consumo) y el¨¦ctricos. Aun cuando Repsol ha firmado acuerdos para entrar en el negocio del suministro de recarga a estos veh¨ªculos, no est¨¢ claro que el modelo se consolide. Se cree que las ganadoras ser¨¢n las el¨¦ctricas. Sin embargo, el desenlace del proceso no est¨¢ escrito. De momento, en Repsol explican que "estamos totalmente orientados a colaborar con las iniciativas en veh¨ªculos el¨¦ctricos e h¨ªbridos, aportando nuestros recursos humanos, t¨¦cnicos, log¨ªsticos y nuestra experiencia en el sector".
Iguales dudas suscita el biocombustible. La pol¨¦mica sobre el uso de los cultivos de alimentaci¨®n para la producci¨®n de bioetanol o biodi¨¦sel y las tensiones por el despegue de los precios congel¨® los proyectos en marcha. Una iniciativa de 2006, tomada junto a Acciona, para construir seis plantas capaces de producir un mill¨®n de toneladas al a?o de biodi¨¦sel se abandon¨® poco despu¨¦s, aparentemente por la OPA de Acciona sobre Endesa (que bloque¨® la de Gas Natural, participada por Repsol). Recientemente, Brufau ha dicho que los biocombustibles fabricados a partir de alimentos "no son la mejor opci¨®n".
La compa?¨ªa busca ahora otras materias primas, como las microalgas, para obtener biocombustibles. Otras petroleras s¨ª han avanzado en el tema. En 2009 se abri¨® la f¨¢brica de biodi¨¦sel de Bio-Oils, que suministra el combustible a las instalaciones de Cepsa en Huelva.
Shell, muy centrada en nuevos segmentos ligados al crudo y al gas, apuesta por los biocombustibles, por el gas licuado y por la gasificaci¨®n del carb¨®n. Esta compa?¨ªa, que no parece haber mostrado mucho inter¨¦s por el veh¨ªculo el¨¦ctrico, instal¨® algunas de sus primeras plantas de biocombustibles en 2002. Ahora es el primer operador de estos productos a escala mundial, con 6.000 millones de litros en 2008, y uno de los primeros en el desarrollo de tecnolog¨ªas bio a trav¨¦s de su filial Shell Global Solutions. Tambi¨¦n viene investigando desde los cincuenta en gasificaci¨®n de carb¨®n, menos contaminante que el convencional, e inaugur¨® su primera planta comercial en 1993.
Algo similar pasa con BP, aunque la petrolera brit¨¢nica va m¨¢s all¨¢ de los biocombustibles y cuenta tambi¨¦n con filiales de energ¨ªa e¨®lica o solar, integradas en su divisi¨®n BP Alternative Energy.
El problema es que buena parte de estos nuevos negocios est¨¢n a¨²n en fase de siembra, es decir, consumen mucho capital y aportan ingresos relativamente reducidos. En el sector se cree, sin embargo, que hacer ahorros en estas nuevas divisiones no s¨®lo ser¨ªa suicida a medio plazo, sino que, lo que es peor, puede incluso afectar el valor en Bolsa de empresas como Repsol en el corto plazo. Un riesgo que Repsol est¨¢ dispuesta a evitar ya que, tal como se?alan, ah¨ª "nuestro objetivo es mantener el liderazgo en el suministro de energ¨ªa para el transporte".
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