A vueltas con la reforma

El Gobierno ha remitido a los agentes sociales una nueva propuesta de reforma del mercado de trabajo, que ha sido acogida con escaso entusiasmo y cr¨ªticas.

Entre las medidas propuestas figuran la ampliaci¨®n del contrato de fomento del empleo indefinido a todos los colectivos (contrato que cuenta con una menor indemnizaci¨®n en caso de despido); la reducci¨®n de una parte de los costes del despido colectivo (asumida por el FOGASA); el fomento de la reducci¨®n de jornada como alternativa al despido; o el establecimiento de un plazo m¨¢ximo de duraci¨®n al contrato de obra o servicio determinado.

Respecto a la contrataci¨®n parcial, el Ejecutivo se inclina por eliminar la posibilidad de realizar horas complementarias, fijando dos modalidades: una con horario cierto y fijo de trabajo, sin posibilidad de cambiarlo, y otra en la que el empresario podr¨ªa variarlo con un preaviso m¨ªnimo a concretar, que admitir¨ªa adem¨¢s la posibilidad de hacer horas extraordinarias.

No descarte buscar trabajo desde su puesto actual y a pesar de la crisis

Una medida pol¨¦mica es la propuesta de "recuperar en la pr¨¢ctica la causalidad del despido y el derecho a la tutela judicial efectiva, profundizando en como deber¨ªan regularse ciertas pr¨¢cticas que han desnaturalizado los procedimientos de extinci¨®n del contrato". Pretende acabar con el "despido r¨¢pido", por el que el empresario puede despedir a un trabajador si reconoce el despido como improcedente y en 48 horas le indemniza, sin necesidad de abonarle salarios de tramitaci¨®n.

Pero quiz¨¢s la m¨¢s llamativa de las propuestas sea la de estudiar la aplicaci¨®n del "modelo austriaco", un sistema con el que se pretende reducir el coste del despido, sin merma de los derechos del trabajador. Mediante esta f¨®rmula la empresa aporta a cada trabajador peri¨®dicamente una cantidad, creando as¨ª una especie de fondo de indemnizaci¨®n por despido, a la cual puede acceder el empleado en caso de despido o como suma adicional a la pensi¨®n al final de su vida laboral.

Estamos ante una propuesta que deber¨¢ concretarse en futuras negociaciones; aunque hay que recordar que es al Gobierno al que corresponde llevar a cabo las reformas necesarias para adaptar el mercado de trabajo a la situaci¨®n econ¨®mica generada por la crisis. La negociaci¨®n y el consenso son deseables, pero no al coste de paralizar la pol¨ªtica social.