La Zona Franca de C¨¢diz se estanca en los juzgados
La falta de medios y el retraso de las pruebas lastran una doble investigaci¨®n
La Zona Franca de C¨¢diz arrastra todav¨ªa una pesada carga. La gesti¨®n de Manuel Rodr¨ªguez de Castro, del PP, caracterizada por los suntuosos gastos y los extra?os negocios, marc¨® la evoluci¨®n de este organismo que pretende servir de motor econ¨®mico de la ciudad y del resto de la provincia gaditana. Su sucesor, Miguel Osuna, tambi¨¦n est¨¢ bajo investigaci¨®n por no haber cortado por lo sano y haber continuado algunas de aquellas relaciones comerciales.
El caso Zona Franca, la supuesta corrupci¨®n del PP al frente de esta importante instituci¨®n, se ha topado con la lentitud de la justicia. Seis a?os despu¨¦s de destaparse las supuestas irregularidades cometidas por los dos ex delegados y algunos de sus colaboradores, las dos investigaciones abiertas siguen en fase de instrucci¨®n. Un retraso "injustificado", "inadmisible" e "injusto", seg¨²n la fiscal¨ªa, los abogados de la acusaci¨®n y los propios imputados.
"Llevo cinco a?os en un banquillo paralelo. Es hora de que se resuelva"
A Rodr¨ªguez de Castro, delegado entre 1996 y 2001, se le conoci¨® por su afici¨®n a los hoteles de lujo, sus viajes al extranjero y por la alegr¨ªa con la que usaba la tarjeta de cr¨¦dito del recinto fiscal sin justificar los gastos. As¨ª, el Tribunal de Cuentas le lleg¨® a condenar a devolver m¨¢s de 200.000 euros a la Zona Franca. Hasta ahora es la ¨²nica sentencia que ha tenido en su contra. Porque la investigaci¨®n abierta en el Juzgado de lo Penal 1 de C¨¢diz para aclarar su gesti¨®n a¨²n espera una resoluci¨®n judicial que decidir¨¢ si habr¨¢ o no juicio. Es el conocido como caso Rilco.
A Rodr¨ªguez de Castro se le ocurri¨® montar un portal de comercio electr¨®nico, Rilco, para promocionar la Zona Franca como un centro internacional de negocios. El delegado del PP siempre defendi¨® que era una gran idea. No as¨ª la Abogac¨ªa del Estado, que interpuso una querella por las numerosas dudas que provoc¨® esta inversi¨®n.
La Zona Franca entonces adjudic¨® este millonario contrato, de m¨¢s de cuatro millones, a una empresa de Miami de dudosa solvencia, con cuyos due?os, seg¨²n se demostr¨® despu¨¦s, Rodr¨ªguez de Castro manten¨ªa relaciones comerciales. La justicia debe demostrar si, como se le acusa, se apropi¨® indebidamente de dinero p¨²blico. La Abogac¨ªa del Estado cree que parte de la inversi¨®n del portal Rilco acab¨® en cuentas del ex delegado.
Todo lo debe resolver un juicio, pero ¨¦ste no se pone en marcha. La culpa la tiene un informe pericial del que se han elaborado ya cuatro versiones. La ¨²ltima de ellas acaba de culminarse y valora el portal Rilco por encima de los cinco millones, por lo que justifica las altas cantidades pagadas por ¨¦l, aunque duda de que la empresa de Miami fuera la id¨®nea para adjudicarle el contrato. La fiscal¨ªa podr¨ªa ahora modificar sus acusaciones.
En similares circunstancias est¨¢ el caso Quality Food. La Zona Franca, durante la etapa del PP, apoy¨® a bombo y platillo el nacimiento de una empresa de alimentaci¨®n que puso en marcha el ex militante popular Manuel Garc¨ªa Gallardo. El PP reconoci¨® despu¨¦s que el experimento le sali¨® rana. Garc¨ªa Gallardo est¨¢ acusado de fraude, apropiaci¨®n indebida y estafa. La investigaci¨®n, atascada por falta de medios y la acumulaci¨®n de pruebas, trata de aclarar si se qued¨® con dinero de subvenciones ocultadas en una caja B de la compa?¨ªa. "Llevo m¨¢s de cinco a?os sentado en un banquillo paralelo. Es hora de que se resuelva. Si creen que debe haber juicio, que lo haya. Pero que sea ya", reclama Garc¨ªa Gallardo.
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