El PP perjudica la imagen de los valencianos
El reiterado ejercicio de cinismo, hipocres¨ªa y de constante mala educaci¨®n al que, desgraciadamente, nos ha acostumbrado el PP valenciano insulta, desespera y nos ofende como valencianos y como pueblo. Siento verg¨¹enza cuando viajo por Espa?a y me duele la imagen que el PP ha creado de nosotros.
Esta permanente actitud de confrontaci¨®n y cr¨ªtica al Gobierno de Espa?a, cuando interesa a sus intereses partidistas, que s¨®lo se transforma en sumisi¨®n y docilidad cuando hay dinero de por medio (v¨¦ase Rita Barber¨¢ y sus reverencias al ministro Jos¨¦ Blanco), han propiciado que los valencianos aparezcamos ante el resto de Espa?a como un pueblo hostil, agraviado, que se pierde en la comparaci¨®n y que est¨¢ sumergido en vaivenes de trajes robados, mucho endeudamiento y abandono considerable de los servicios p¨²blicos esenciales. No reivindicamos aquello que nos corresponde por derecho propio, sino porque lo tienen los dem¨¢s. En lugar de defender nuestros leg¨ªtimos derechos, el PP se dedica a una permanente confrontaci¨®n por todo y con todos. Con el ejercicio de la hipocres¨ªa que realizan sus dirigentes, elevada a la m¨¢xima ponencia, han conseguido pervertir y distorsionar la imagen de los valencianos. Nosotros somos un pueblo creativo, emprendedor, abierto, feliz y con una potencia cultural y econ¨®mica probada y comprobada a lo largo de nuestra historia. Somos un pueblo con iniciativa, presencia y capacidad de acci¨®n dentro y fuera de Espa?a. Sin embargo, con la actitud de confrontaci¨®n permanente del PP, aparecemos ante el resto de los espa?oles como un pueblo que mendiga, que se agravia constantemente a s¨ª mismo con la comparaci¨®n mediocre. Que utiliza las instituciones pol¨ªticas para la presencia medi¨¢tica con un discurso vac¨ªo y sin ninguna proyecci¨®n de futuro.
El PP, en su lucha por la supervivencia en la Generalitat, ha pervertido la defensa de sus intereses partidistas con la leg¨ªtima y necesaria defensa de los intereses de las y los valencianos. Y, adem¨¢s, han confundido, lo que es todav¨ªa m¨¢s peligroso, los ¨®rganos de direcci¨®n del PP con las instituciones democr¨¢ticas de gobierno. Con este panorama la conclusi¨®n es sencilla: utilizan las instituciones democr¨¢ticas, los intereses y el futuro de las y los valencianos para su propia batalla partidista, lo que supone un ataque a nuestra imagen en Espa?a y en el mundo e hipotecan nuestra capacidad de liderazgo como territorio. Las instituciones democr¨¢ticas est¨¢n para mejorar el nivel y la calidad de vida, defender y promover derechos para garantizar que cada cual tenga capacidad de desarrollar su plan de vida. Est¨¢n para garantizar la convivencia en libertad, en paz e igualdad. Cuando un dirigente utiliza su capacidad pol¨ªtica para enfrentar instituciones, malbaratar esfuerzos y pervertir el significado de la defensa legitima de los intereses valencianos, ha perdido, a mi juicio, el sentido m¨¢s estricto de su funci¨®n como gobernante y el sentido de la democracia; ya que ¨¦sta invita al acuerdo desde las diferencias, al debate, al pacto de las discrepancias, a la defensa de lo propio y a la reivindicaci¨®n justa, que no miserable, de lo que entendemos necesario para articular medidas de presente con necesaria proyecci¨®n y orientaci¨®n de futuro. El PP ya no piensa en esto, ¨²nicamente se centra en ejercer el todo vale contra el Gobierno de Espa?a, aunque sea a costa de mayores beneficios para los valencianos. No les importa vender una imagen distorsionada de los ciudadanos a cambio de un pu?ado de votos.
Ante esta situaci¨®n, por salud democr¨¢tica y por nuestro propio bien como comunidad, se hace preciso m¨¢s que nunca un cambio de ciclo pol¨ªtico en la Comunidad Valenciana. Un cambio de ciclo que muchos progresistas estamos dispuestos a provocar.
Francesc Romeu es miembro del Comit¨¦ Federal del PSOE y presidente de Conceptes.
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