Dos menores, culpables de la muerte de otro en una gamberrada

"Pleitos tengas y los ganes", dice el refr¨¢n. Pero ni gan¨¢ndolos hay consuelo cuando se trata de la muerte de un hijo. Maira Rivera perdi¨® a su hijo Galo el siete de mayo de 2005. Dos compa?eros de colegio cortaron los frenos a la bicicleta de su hijo, aunque ¨¦l no lo sab¨ªa. El chico no pudo frenar, se estrell¨® contra un coche y muri¨® arrollado por el veh¨ªculo. Fue en el cruce de la calle de Cartagena con Sant Antoni Maria Claret. Ten¨ªa s¨®lo 12 a?os. Ahora un juzgado ha condenado a los menores y a sus padres a indemnizar a Maira con 97.636 euros.

Maira, ecuatoriana, lo pas¨® mal y a¨²n est¨¢ mal. Ha estado en tratamiento m¨¦dico y, al final, se puso a pleitear. De momento, ha ganado una batalla judicial, aunque el fallo a¨²n no es firme y es recurrible por ambas partes. El suceso se produjo en la parte alta de la calle de Cartagena, que tiene pendientes tan pronunciadas como las que hay en algunas calles de San Francisco. La madre de Galo ha dicho que los chicos hab¨ªan discutido unos d¨ªas antes del tr¨¢gico siniestro que cost¨® la vida a su hijo. El fallo del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 11 de Barcelona relata que el d¨ªa del siniestro los amigos fueron al domicilio de Galo, para que fuera con ellos "a dar una vuelta con su bicicleta". El juez dice que aunque los dos chicos se culpan mutuamente y la idea pudo venir de uno de ellos, el otro colabor¨® y propici¨® que Galo se alejara de la bicicleta "para poder manipularla con mayor libertad de acci¨®n o de movimiento y, sobre todo, no advirtiendo a Galo de que los frenos estaban manipulados y dej¨¢ndole que se lanzase a tumba abierta" por la pendiente de la calle de Cartagena.

El ni?o de 12 a?os se precipit¨® a 70 kil¨®metros por la calle de Cartagena

El chico recorri¨® "370 metros (...) a una velocidad pr¨®xima a los 70 kilometros por hora", dice el fallo judicial. Una investigaci¨®n de la Guardia Urbana ha corroborado que hab¨ªa habido manipulaci¨®n en los frenos de la bicicleta de Galo. Maira no quiere hacer declaraciones, pero una fuente cercana a ella afirma que recurrir¨¢ el fallo judicial. Tambi¨¦n se da por hecho que las dos familias ahora condenadas lo har¨¢n. Adem¨¢s, una de ellas, oriunda de Argentina, volvi¨® a ese pa¨ªs y el juez dice que no han colaborado en la causa. Maira intenta olvidar desde un lugar de la costa mediterr¨¢nea fuera de Catalu?a. Ha estado 700 d¨ªas sin trabajar y "ha sufrido y sufre un trastorno depresivo mayor y una reacci¨®n de duelo pat¨®logico".