La Web de este decenio
Quien piense que la pr¨®xima etapa de la evoluci¨®n digital se llamar¨¢ Web 3.0 carece de imaginaci¨®n. A falta de poder anticipar la naturaleza de la siguiente fase, podemos enumerar sin mayor dificultad las seis dimensiones m¨¢s importantes de la web de hoy. Nada permite pensar que una nueva etapa haya llegado, aunque resulta claro que la Web 2.0 empieza a perder fuerza. Para Nova Spivack, fundador de Radar Networks, las fases de desarrollo de las TIC duran m¨¢s o menos diez a?os. Ahora estar¨ªamos en el tercer decenio de la web: 2010-2019.
Tim O'Reilly y John Battelle, los promotores m¨¢s activos del concepto "Web 2.0" (y due?os del nombre), lanzaron en noviembre la expresi¨®n "web squared", web al cuadrado, para dar cuenta de lo que en la actualidad ocurre.
La evoluci¨®n fundamental, seg¨²n ellos, radica en que la capa virtual y la anal¨®gica est¨¢n ahora muy integradas. "La web es el mundo", dicen, por la sencilla raz¨®n de que una enorme cantidad de seres y objetos de la capa anal¨®gica arrojan su "sombra informativa" en la capa virtual desde la cual pueden ser servidos, manejados o controlados. Podr¨ªamos hablar de "mundoweb".
La f¨®rmula abre interesantes puertas sobre la web de los objetos, por ejemplo, pero no toma en cuenta otras dimensiones esenciales de la web de hoy, cuya evoluci¨®n marcar¨¢ la de ma?ana.
Entre ellas parece que debemos tomar en serio la "gran conectividad", la puesta en red de m¨¢quinas (internet), documentos (web) y gentes (redes sociales). A nivel social contribuye a modificar el inter¨¦s relativo de todas las formas de organizaci¨®n. Da lugar al "individualismo en red" (en el cual no se "pertenece a", pero se "conecta con"), analizado por Barry Wellmann. Estas conexiones resultan a veces en "efectos positivos de red" seg¨²n los cuales, como en Google o Facebook, cuanta m¨¢s gente se multiplica su utilidad.
La tercera dimensi¨®n se ubica en la participaci¨®n de la gente, que pone gratis y en l¨ªnea buena parte de lo que en ella encontramos. Sus contribuciones permiten la irrupci¨®n, en determinadas circunstancias, de formas de inteligencia colectiva, como Wikipedia.
Sin la participaci¨®n de la gente ser¨ªa imposible acceder al tsunami de datos que caracteriza a las TIC y constituye la siguiente dimensi¨®n. El elemento nuevo es que cuando hay una mina de miles de millones de datos es posible extraer el oro que contienen. Otras t¨¦cnicas permiten traducir sin traductor.
Las propiedades emergentes a las que dan lugar tantos datos promueven la previsi¨®n, como ilustra Google Flu Trends que, antes de que se anuncie un brote de gripe en una zona, puede anticiparla o disminuir sus efectos seg¨²n las preguntas de la audiencia: ?qu¨¦ es?, ?cu¨¢les son los s¨ªntomas?, ?c¨®mo se trata?.
Otra dimensi¨®n surge de la matriz espacio-tiempo o el nuevo cronotopo. Podemos movernos a nuestro antojo (movilidad) en un espacio en el que la infraestructura conectada siempre est¨¢ presente. Favorece lo que algunos llamamos "movicuidad" (movilidad + ubicuidad) sin que nada nos impida permanecer "siempre conectados". Conexi¨®n y participaci¨®n se tornan m¨¢s intensas.
Finalmente, la posibilidad de actuar y conocer en tiempo real (facilitada por Twitter), se suma a nuestra capacidad de organizaci¨®n y completa la paleta de dimensiones del "mundoweb" de hoy.
Sus complejas interrelaciones pueden propiciar el surgimiento de nuevas propiedades extremadamente interesantes: m¨¢s inteligencia gracias a los algoritmos y a la gente, a la web sem¨¢ntica y al tsunami de datos; m¨¢s eficacia gracias a la intrincada relaci¨®n capa digital-capa anal¨®gica, que da mayor capacidad de control en manos de buenos y... malos. Esto lleva a preguntarnos si no podemos llegar a contemplar el advenimiento de una era caracterizada por la reducci¨®n del impacto de los procesos irreversibles.
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