El Circo del Sol trae a Santiago su alegor¨ªa sobre la vida urbana

El backstage del Circo del Sol es una ciudad ambulante. Doscientos pares de zapatos, que se limpian y arreglan in situ, 2.500 piezas de vestuario, armarios repletos de pelucas y cajas de maquillaje y todo un regimiento de artistas y t¨¦cnicos hacen posible el espect¨¢culo del circo m¨¢s famoso del mundo, que ayer tuvo su estreno compostelano en el Multiusos Fontes do Sar. Enmarcado en la programaci¨®n del Xacobeo, el montaje de Saltimbanco hace un recorrido por la vida del hombre, desde que nace hasta que se hace adulto.

Bruce Mather, el director art¨ªstico del espect¨¢culo, expon¨ªa ayer la filosof¨ªa de Saltimbanco. "Nacemos t¨ªmidos, pero vamos ganando confianza al entrar en la sociedad", asegur¨®. Una sociedad marcada por el car¨¢cter de las grandes metr¨®polis y sus variopintos personajes, como el Bar¨®n, el Ni?o, el So?ador, los Caballeros o los Gusanos Enmascarados. Con estos personajes, asegura Bruce Mather, el espect¨¢culo pretende dejar al descubierto "lo que cada uno es, sin m¨¢scaras".

Las 30.000 entradas se agotaron pocos d¨ªas despu¨¦s de ponerse a la venta

El Circo del Sol llega a Santiago sin grandes carpas y sin la escuela que muchas compa?¨ªas circenses habilitan para los ni?os de los artistas. Esta vez han optado por un espect¨¢culo en arena, "m¨¢s ¨ªntimo, que permite sentir al p¨²blico", lo que no ha impedido que las 30.000 entradas habilitadas para las ocho funciones que se celebrar¨¢n hasta el pr¨®ximo domingo se hayan agotado en pocos d¨ªas.

Las acrobacias y la m¨²sica de Saltimbanco -compuesta por Ren¨¦ Dup¨¦r¨¦, "a¨²na palabras y sonidos de todo el planeta"- se ensayan hasta una hora y media antes del inicio del espect¨¢culo, que se estren¨® en 1992 y ha sido contemplado por 11 millones de personas en las 75 ciudades a las que ha llegado. En los 18 a?os que lleva en escena, Saltimbanco ha visto llegar a nuevas generaciones al Circo del Sol. "Los nuevos pasan entre seis y ocho meses de formaci¨®n, aunque es dif¨ªcil quedarse, porque somos muy exigentes", admite Mather.

El Saltimbanco de Santiago re¨²ne a medio centenar de artistas de m¨¢s de 20 nacionalidades distintas, lo que no impide que el equipo se haya convertido "en una gran familia". "La que hemos elegido", recalca Mather. Algunos se incorporan en los pa¨ªses que visitan, como las cuatro planchadoras que les acompa?an en su gira espa?ola.

De ra¨ªces canadienses y franc¨®fonas -naci¨® en 1984 en Quebec- en el Circo del Sol se habla ingl¨¦s y se viaja much¨ªsimo. La vida n¨®mada de la profesi¨®n impide que el circo est¨¦ m¨¢s de una semana en la misma ciudad, pero aun as¨ª los artistas tienen tiempo para hacer algo de turismo. "El ritmo de vida es vertiginoso", confiesa Mart¨ªn Pons, conductor del espect¨¢culo. El pr¨®ximo domingo, tras la ¨²ltima funci¨®n, el Circo del Sol recoger¨¢ su ciudad m¨®vil y partir¨¢ rumbo a San Sebasti¨¢n, su pr¨®ximo destino.