Un crimen con muchas sombras

All¨ª eran felices. En cuanto ten¨ªan unos d¨ªas libres se escapaban a su casita blanca de Arcila, un pueblo tur¨ªstico de la costa norte marroqu¨ª, muy cerca de T¨¢nger. Fue all¨ª, en "su peque?o para¨ªso", donde un hombre asesin¨® el viernes pasado a Emilio Molina y Pilar Rodr¨ªguez, un matrimonio madrile?o que llevaba una d¨¦cada veraneando en Arcila. "Era el sitio donde m¨¢s felices y m¨¢s a gusto estaban. Uno de sus sue?os, de sus proyectos personales", recordaba ayer Cecilia, la hermana de Emilio Molina, tras el entierro, muy concurrido, de la pareja en el cementerio de San Isidro. Molina, de 50 a?os, era empresario en Mercamadrid. Rodr¨ªguez, de 49, trabajadora social.

La versi¨®n oficial es tan vulgar como cruda: un hombre entra en la casa de madrugada y acuchilla salvajemente a la pareja para robarles. Huye en coche, pero choca con un cami¨®n. Los polic¨ªas que acuden al accidente ven su ropa ensangrentada y le detienen. Confiesa. ?Caso cerrado? No para la familia. "Tenemos la sospecha, casi la convicci¨®n, de que a este asesino lo mand¨® alguien", asegur¨® ayer Alfonso Antona, amigo ¨ªntimo de la pareja. El matrimonio, que llevaba en Arcila desde el d¨ªa 2, iba a hacer unas reformas en la casa. Agrandar el ba?o, acristalar la terraza... Acondicionar la casa para poder ir tambi¨¦n en invierno con su hija Candela, de 17 a?os. "Emilio iba a entregar el dinero en efectivo para la obra el viernes, porque se volv¨ªan el s¨¢bado", explic¨® Antona. Candela, que hab¨ªa pasado las vacaciones all¨ª con sus padres y dos amigas, hab¨ªa vuelto unos d¨ªas antes a Madrid.

El presunto asesino, con antecedentes penales por agresi¨®n y robo, pudo haber captado al vuelo una conversaci¨®n en una cafeter¨ªa, pero la familia est¨¢ convencida de que recibi¨® instrucciones sobre c¨®mo entrar en la casa y qu¨¦ buscar en ella. Entr¨® por un ventanuco, el ¨²nico acceso posible, tras trepar por un muro. El asesinato se produjo hacia las cuatro de la madrugada, pero ¨¦l no sali¨® hasta las diez de la ma?ana, cuando lleg¨® la mujer que limpiaba la casa. "Estuvo rebuscando. Ten¨ªa claro su objetivo", asegur¨® Antona. "No queremos que se cierre el asunto. Hay que investigar si hubo un c¨®mplice, pero nos tememos que las autoridades marroqu¨ªes puedan dejarlo ah¨ª. Para ellos es un palo. Arcila es la joya del turismo marroqu¨ª", a?adi¨®.