El l¨ªder... detr¨¢s del l¨ªder
El brillante y curtido portavoz de asuntos econ¨®micos de los liberales aporta solidez al mensaje del partido
Antes de que Nick Clegg ascendiera a los cielos medi¨¢ticos, hab¨ªa un pol¨ªtico mucho m¨¢s popular que ¨¦l en el Partido de los Liberales-Dem¨®cratas: Vince Cable, portavoz de los asuntos del Tesoro. Los liberales-dem¨®cratas son un partido muy peculiar. Tienen su origen en el viejo Partido Liberal que tantas veces gobern¨® en el siglo XIX y que casi desapareci¨® con la creaci¨®n del Partido Laborista. En los ochenta acogieron a los socialdem¨®cratas que hab¨ªan intentado transformar el laborismo en el partido moderado que acab¨® moldeando Tony Blair 10 a?os despu¨¦s.
El nuevo Partido de los Liberales Dem¨®cratas era una formaci¨®n heterog¨¦nea con gran implantaci¨®n rural. Situada entre conservadores y laboristas, ha girado hacia la izquierda a medida que crec¨ªa su presencia en los n¨²cleos urbanos y acog¨ªa a laboristas desencantados con la guerra de Irak.
En enero de 2006, su l¨ªder de entonces, Charles Kennedy, tuvo que dejar el cargo por problemas con el alcohol. Le sustituy¨® sir Menzies Campbell, un antiguo atleta que lleg¨® tarde a la c¨²pula: sus 65 a?os pesaron demasiado y su reinado fue ef¨ªmero, 17 meses. En ese momento, la popularidad de Vince Cable ya se hab¨ªa disparado, pero ?c¨®mo iban a elegirle a ¨¦l, dos a?os m¨¢s viejo que sir Menzies? Cable se conform¨® con encabezar el partido de forma provisional, hasta que las bases eligieran a un nuevo l¨ªder. Fue en esa etapa cuando se convirti¨® en uno de los pol¨ªticos m¨¢s adorados del Reino Unido. Sobre todo desde un mediod¨ªa de noviembre de 2007, cuando le espet¨® a Gordon Brown una frase inmortal en los Comunes: "La C¨¢mara ha tomado nota de la extraordinaria transformaci¨®n del primer ministro en las ¨²ltimas semanas, de Stalin a Mister Bean".
Hace tan solo dos semanas, muchos periodistas a¨²n pensaban que Vince Cable era el verdadero l¨ªder de los liberales-dem¨®cratas. D¨ªas antes de empezar la campa?a gan¨® con cierta holgura un debate con el ministro de Finanzas saliente, Alistair Darling, y el aspirante tory, George Osborne. Al presentar el programa de los liberales, Cable se defini¨® como "el hombre elefante", el ¨²nico que se atrev¨ªa a afrontar sin miedo los problemas de la econom¨ªa brit¨¢nica. Aquel d¨ªa, Nick Clegg a¨²n parec¨ªa a estar a la sombra del viejo profesor de Econom¨ªa, martirio de banqueros y orador sarc¨¢stico. Pero hoy, no hay duda de que el hombre elefante ha vuelto a la sombra.
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