M¨¢s agujeros en el cintur¨®n

Para contener la crisis financiera es posible ahorrar varios miles de millones de euros sin menoscabar por ello la educaci¨®n o la sanidad. ?Verdad que la receta suena familiar? Tambi¨¦n es muy f¨¢cil de adaptar a cualquier pa¨ªs. No hay m¨¢s que poner una cantidad concreta en el apartado del ingrediente econ¨®mico. A continuaci¨®n, se apunta la fecha prevista como meta para el ajuste. Casi sin agitar, se obtiene el resultado esperado: una promesa electoral cl¨¢sica.

En v¨ªsperas de las elecciones legislativas del pr¨®ximo 9 de junio, los grandes partidos holandeses (democracia cristiana, socialdem¨®cratas y liberales) tienen la suya ya lista. Sin embargo, no se han lanzado a¨²n a defenderla. Tal vez sea porque proponen un ahorro de unos 30.000 millones de euros anuales hasta 2015. Mucho dinero en poco tiempo. Pero el pago de la crisis es ineludible y el tiempo apremia. Con la campa?a electoral a punto, y la derecha populista y xen¨®foba subiendo en los sondeos, es hora de saber d¨®nde se efectuar¨¢n los recortes.

En v¨ªsperas de las elecciones, los expertos sugieren un recorte del gasto

Los partidos buscan c¨®mo ahorrar sin ahuyentar a los votantes

En septiembre pasado, y en un alarde de neutralidad, el entonces primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende, pens¨® que la crisis mundial no deb¨ªan agravarla discrepancias partidistas sobre un ajuste inevitable. Lo mejor ser¨ªa que los expertos aconsejaran c¨®mo efectuarlo. El encargo produjo m¨¢s de una frase ir¨®nica sobre la supuesta falta de nervio de los pol¨ªticos para adoptar soluciones dr¨¢sticas. El recelo mud¨® incluso en sonrojo, frente a una veintena de comit¨¦s -de cient¨ªficos, economistas y funcionarios- que diseccionaron la sociedad. Poco despu¨¦s, los vaivenes del poder cambiaron las cosas. El Gabinete de centro-izquierda cay¨® en febrero pasado y el des¨¢nimo se apoder¨® de La Haya. Parad¨®jicamente, con el reloj marcando m¨¢s que nunca las horas, los famosos informes econ¨®micos han sido proverbiales. Todo el arco pol¨ªtico les ha echado un vistazo para ver c¨®mo adaptan sus programas al momento econ¨®mico.

Si bien se presentan, en t¨¦rminos oficiales, como "una orientaci¨®n para mantener el crecimiento econ¨®mico mientras se ahorra", los informes son de lo m¨¢s concreto. De entrada, secundan el aumento de la edad de la jubilaci¨®n (de 65 a 67 a?os) ya discutido antes de la ca¨ªda del Gobierno. Tambi¨¦n sugieren recortar los sueldos de los m¨¦dicos. O que la Seguridad Social deje de cubrir algunos tratamientos.

Pedirles a los pensionistas que cubran los gastos de sus hogares de ancianos, hoy subvencionados, ahorrar¨ªa 6.000 millones de euros. Pero, cuidado, a?aden los expertos. Al menos el 85% de los hogares perder¨ªa as¨ª un 5% de su poder adquisitivo. Por si estos apuntes suenan a quiebra de la promesa electoral inicial, apuntan una cr¨ªtica incontestable. El actual mercado de la vivienda permite a grupos con rentas medias y altas beneficiarse de alquileres muy bajos. Debe cambiar a base de impuestos que reporten, al menos, 16.700 millones de euros al Gobierno.

Con una previsi¨®n de d¨¦ficit anual a largo plazo de 29.000 millones de euros, y los altos costes sanitarios derivados del envejecimiento de la poblaci¨®n, "faltan presupuestos sostenibles que repartan el beneficio y las cargas del Estado de bienestar entre las generaciones", afirman los comit¨¦s. Con uno de cada 10 holandeses en la lista de morosos, el partido ganador de las elecciones ser¨¢ el que cuadre una ecuaci¨®n tambi¨¦n cl¨¢sica: contener el gasto sin ahuyentar al votante.