La fotograf¨ªa como camino a la imagen

Jorge Molder (Lisboa, 1947) es fot¨®grafo "porque hace fotos". M¨¢s all¨¢ de lo obvio, en realidad su trabajo tiene m¨¢s que ver con otras artes, como la pintura, la escultura o la literatura, que la fotograf¨ªa. "A m¨ª no me interesan las m¨¢quinas, sino lo que tiene que ver con la imagen. Por eso hago fotos", dec¨ªa el artista el pasado 20 de abril, horas antes de inaugurar su ¨²ltima exposici¨®n, Pinocchio, en la galer¨ªa Oliva Arauna.

Pinocchio es otra serie, como viene siendo habitual en el trabajo de Molder desde que empezara su carrera en los ochenta. ?Por qu¨¦ necesita trabajar de esta forma? "Quiz¨¢s sea por la idea de hacer una ordenaci¨®n. La serie representa en cierta manera una unidad, como una m¨®nada de Leibniz, porque tiene algo de cerrado. Una serie circunscribe un conjunto de principios precisos sobre los que no tengo capacidad de enunciaci¨®n, simplemente lo siento", explica Molder, que estudi¨® Filosof¨ªa pero que decidi¨® enseguida que la c¨¢mara iba a ser su medio de vida.

Estudi¨® Filosof¨ªa, pero decidi¨® pronto que la c¨¢mara ser¨ªa su medio de vida

La serie que ahora se puede ver en Oliva Arauna no parti¨® de una idea inicial que se va "consolidando o disolviendo" a medida que el artista trabaja en ella. Ese es el modus operandi habitual de Molder. En el caso de las im¨¢genes de Pinocchio, estas nacieron en 2006 durante la preparaci¨®n de dos exposiciones, una para el Centro Galego de Arte Contemporanea (CGAC) y otra para la Fundaci¨®n Telef¨®nica. Para cada una, Molder realiz¨® una instalaci¨®n, en cuyo centro coloc¨® una escultura, a modo de una m¨¢scara funeraria, r¨¦plica del artista. "Fui haciendo fotograf¨ªas de los modelos para documentar el proceso y en un momento me di cuenta de que ten¨ªa un cuerpo de trabajo con una perfecta autonom¨ªa. Fue una sorpresa", dice. "Dud¨¦ si deb¨ªa repetir las fotograf¨ªas en estudio, en condiciones id¨®neas, o aprovechar el material que fui recogiendo directamente mientras trabajaba en la producci¨®n de los replicantes. Finalmente, opt¨¦ por la segunda opci¨®n".

Para imprimir esta serie, Molder ha elegido un papel de dibujo que aporta una textura especial que completa a la perfecci¨®n la intenci¨®n de la obra: "En esta serie, las im¨¢genes existen como presencia objetual, material". Y contrapone Pinocchio a otro trabajo, La interpretaci¨®n de los sue?os, impresa en papel fotogr¨¢fico normal: "En este caso me interesaba algo menos pr¨®ximo a la materia y m¨¢s cercano a los sue?os".

Molder siempre ha impreso ¨¦l mismo sus copias en el laboratorio y siempre ha usado el retoque. Antes lo hac¨ªa "artesanalmente" y ahora tambi¨¦n usa herramientas digitales. No es un defensor dogm¨¢tico de los procedimientos tradicionales: "Creo que una imagen tiene que ser independiente de las t¨¦cnicas. Incluso dir¨ªa que hoy nuestra mirada es m¨¢s libre de la tecnolog¨ªa. La fotograf¨ªa cl¨¢sica ten¨ªa unas reglas muy estrictas. Y es cierto que la m¨¢quina puede hacer todo, pero tambi¨¦n puedes oponerte a la m¨¢quina y decidir qu¨¦ hacer", asegura. Aunque no obvia los peligros de la facilidad de la tecnolog¨ªa: "El problema de lo digital es que viene con una serie de soluciones que pueden convertir la fotograf¨ªa en una especie de ready made. Pero hay que deso¨ªr los cantos de las sirenas y hacer las cosas de forma diferente: ¨¦se es el desaf¨ªo del artista".

Pinocchio, por Jorge Molder. Galer¨ªa Oliva Arauna. Calle de Barquillo, 29. De martes a s¨¢bados, en horario comercial. Hasta el 5 de mayo. Gratuito.