Sin rendijas, sin remates
Mourinho represent¨® una funci¨®n provocadora que le sali¨® como quer¨ªa - Ibrahimovic, est¨¢tico, fue despedido con silbidos, y Piqu¨¦ se multiplic¨®
Poco interesado en disputar el partido porque consider¨® que lo hecho en la ida era m¨¢s que necesario, el Inter tir¨® de piller¨ªa y estraperlo para anestesiar el duelo. Ni siquiera fastidi¨® la patente Motta, inmaduro y poco inteligente. El Inter, competitivo como pocos, fren¨® las embestidas rivales con dos l¨ªneas bien retrasadas y cogidas de la mano. Doble limpiaparabrisas sin rendijas. Al Bar?a no le falt¨® amplitud, pero s¨ª remate y acierto en las combinaciones avanzadas.
- Mourinho. Paraguas para sus futbolistas, represent¨® una funci¨®n estudiada, provocadora y pr¨¢ctica para sus intereses que arranc¨® con un paseo por el centro del campo en el tiempo de calentamiento. Y otro al final con los dedos alzados en un gesto entendido por el Camp Nou como otra provocaci¨®n. Desvi¨® la atenci¨®n, descarg¨® presi¨®n y absorbi¨® casi todos los insultos, protagonista y estratega por naturaleza. Se encar¨® con un empleado del campo y con Pinto, sali¨® de su ¨¢rea t¨¦cnica a la de Guardiola para dar instrucciones y se aliment¨® de la grada hostil. Le sali¨® bien la jugada, r¨¢cana y s¨®lo defensiva.
- Julio C¨¦sar. La mayor de las exigencias para sus manoplas, ¨²ltimo escollo para el Bar?a. A pesar de robar segundos a cada ocasi¨®n que pudo, hasta que el colegiado le amonest¨®, hizo honor a su aureola, la que le se?ala como uno de los mejores porteros del mundo. Se las ingeni¨® para desbaratar un disparo ajustado de Messi y no le temblaron los guantes. S¨®lido e infranqueable, s¨®lo palideci¨® ante Piqu¨¦.
- Piqu¨¦ y Tour¨¦. A Tour¨¦ le toc¨® la papeleta de actuar como central, una funci¨®n que ya desempe?¨® en la final pasada de la Champions, pero donde carece de referencias. Apenas le reclamaron en el aspecto defensivo y cerr¨® bien los huecos que generaban las ascensiones de Alves. Piqu¨¦ no s¨®lo se encarg¨® de dar salida a la pelota, sino que ejerci¨® de mandam¨¢s de la zaga y se coloc¨® como delantero centro en ¨²ltima instancia. Marc¨® un golazo e insufl¨® esperanza. Piqu¨¦, incre¨ªble, vale para todo.
- Lucio y Samuel. Holgados porque situaron su l¨ªnea en el ¨¢rea y despreocupados por lo nulo que ocurr¨ªa a sus espaldas. No sufrieron para fijar a Ibrahimovic y resultaron de lo m¨¢s l¨²cidos a la hora de cerrar los pasillos interiores. Perfectos en las ayudas y en las correcciones de sus laterales. Ambos, bien resguardados.
- Zanetti y Chivu. El lateral argentino fue el ¨²nico con licencia para saltarse la defensa zonal, siempre y cuando no superase la mitad vertical del campo. Lapa de Messi, se desfond¨® en arrebatarle la pelota a Leo. Y sin faltas. Chivu fue la pieza t¨¢ctica. Lesionado Pandev a ¨²ltima hora, Mou opt¨® por entregarle el carril izquierdo. Una decisi¨®n que neg¨® la ofensiva para potenciar la idea de desactivar a la banda derecha azulgrana. Correcto en las ayudas, perdi¨® los papeles con una entrada al tobillo de Messi.
- Xavi. Se movi¨® con soltura entre las l¨ªneas rivales pero no supo romper por el medio con asistencias verticales. Sin Iniesta ni desborde sobre el c¨¦sped, Xavi dio sentido al juego, ampli¨® el campo y no ces¨® en su empe?o de catapultar al equipo. Pero se le atasc¨® el pie para descomponer a la zaga con paredes o para utilizar el disparo como recurso.
- Pedro e Ibrahimovic. Pedro fue junto a Messi el ¨²nico futbolista en acabar las jugadas, un tesoro para el Bar?a, que se atrabanca en la frontal sin remisi¨®n. Ensay¨® tres disparos que no encontraron porter¨ªa. Ibra fue lo contrario; tuvo la oportunidad de desquitarse, de justificar su precio y la confianza del t¨¦cnico. No sali¨® airoso, est¨¢tico y sin comprender el f¨²tbol de sus compa?eros. El p¨²blico le despidi¨® con silbidos. Lo supli¨® Bojan, que fall¨® un remate de cabeza en muy buena posici¨®n y casi al final anot¨® un segundo gol mal anulado por el ¨¢rbitro.
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