?Comaneci est¨¢ en San Blas!
La mejor gimnasta de todos los tiempos se ejercita con una veintena de ni?as madrile?as y les recomienda: "Hay que marcarse peque?as metas cada d¨ªa"
Si usted fuera aspirante a escritor y le permitieran un mano a mano con, digamos, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez para discutir sobre su pr¨®xima novela probablemente ser¨ªa la persona m¨¢s feliz del mundo. O tal vez se paralizar¨ªa. Pues imagine si se trata de una peque?a gimnasta de siete u ocho a?os y de repente entra por la puerta Nadia Comaneci, la mejor gimnasta de todos los tiempos, la ¨²nica que ha trascendido las fronteras de esta disciplina minoritaria para convertirse en un icono universal del deporte.
Pues eso pas¨® ayer en el polideportivo municipal de San Blas, donde una veintena de chavalas esperaba ansiosa a media ma?ana la llegada del mito. La excitaci¨®n con la que hab¨ªan recibido la gran noticia a principios de semana se transform¨® sobre el tapiz en risitas nerviosas para disimular la timidez. El mito ya no tiene nada que ver con aquella ni?a rumana que en Montreal 1976 cop¨® las portadas de todo el mundo. Ha sustituido el flequillo, la coleta y el lazo de algod¨®n por una melena larga; el gesto adusto y concentrado por una sonrisa permanente y operada; y la mirada apagada por un brillo en los ojos.
Causa en sus seguidoras la misma admiraci¨®n que en Montreal 76
Lo que s¨ª mantiene es un cuerpo atl¨¦tico, en plena forma y casi tan flexible. Lo pudieron comprobar las ni?as cuando hizo con ellas, y con la ol¨ªmpica espa?ola Almudena Cid, los ejercicios de calentamiento.
Comaneci tiene ya 48 a?os y es toda simpat¨ªa. Pero causa en sus seguidoras el mismo efecto que en Montreal, la m¨¢s profunda admiraci¨®n. Y eso que ninguna de las j¨®venes participantes hab¨ªa nacido cuando la rumana acapar¨® sus grandes ¨¦xitos: cinco oros, tres platas y un bronce en dos Juegos Ol¨ªmpicos y, sobre todo, el primer 10,00, la perfecci¨®n. "Para m¨ª siempre es un gran placer volver al gimnasio. Me trae muy buenos recuerdos de mi infancia y me sigue sorprendiendo y haciendo muy feliz que 34 a?os despu¨¦s me conozcan", confes¨® la gran campeona, que regenta un gimnasio en Oklahoma (EE UU) con su marido, el tambi¨¦n campe¨®n ol¨ªmpico Bart Conner.
La sesi¨®n se prolong¨® algo m¨¢s de una hora. Las chicas pasaron por el suelo, la barra y las paralelas. Nadia se puso el traje de entrenadora para ayudar a las m¨¢s peque?as en la barra y corrigi¨® todos sus movimientos. En ingl¨¦s, claro. El gimnasio, elegido porque es la ¨²nica instalaci¨®n de la capital en el que se puede practicar gimnasia art¨ªstica, la recibi¨® con una gran pancarta de bienvenida: "Welcome Nadia".
Comaneci est¨¢ en Madrid como enviada especial de la Fundaci¨®n Laureus para promover la actividad f¨ªsica entre los ni?os: "Es la forma m¨¢s f¨¢cil en la vida de hacer algo por ti mismo. Todos podemos. Y aprendes muchas cosas que luego te servir¨¢n para la vida adulta". Un consejo m¨¢s: "Tienen que mantener la pasi¨®n por lo que hacen, marcarse peque?as metas cada d¨ªa para intentar ser mejores. Y trabajar mucho. No hay caminos f¨¢ciles".
A las ni?as, por ahora, les basta con tenerla cerca. O con mirar esa foto y ese aut¨®grafo. Siempre podr¨¢n decir: "Yo me entren¨¦ con Nadia Comaneci".
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