Malestar socialista por la previsi¨®n de cambios de altos cargos en septiembre
El Ejecutivo considera que son "l¨®gicos" en el primer relevo integral en 30 a?os
La intenci¨®n del Gobierno de abordar en septiembre m¨¢s cambios entre sus altos cargos o asesores, adelantada ayer por EL PA?S, produjo sorpresa y cierto desconcierto en sus filas y en las del PSE, adem¨¢s de inquietud entre los posibles afectados. A cuatro meses vista, nadie sabe a cu¨¢ntos o a qui¨¦nes alcanzar¨¢ ese reajuste agrupado, que busca acabar con el goteo con el que los relevos se han producido hasta el momento.
Tambi¨¦n se desliz¨® en medios gubernamentales alguna muestra de desagrado y cr¨ªticas por la antelaci¨®n con que se ha conocido esta intenci¨®n. "Esas cosas se hacen cuando corresponden, pero no se dicen, y menos cuatro meses antes", se?al¨® uno de los consultados.
En esa l¨ªnea se manifest¨® tambi¨¦n el portavoz parlamentario del PSE, Jos¨¦ Antonio Pastor: "Hay imponderables que no se pueden prever con tanto tiempo", indic¨®. A su juicio, para juzgar si los cambios son muchos o pocos, no sirve la comparaci¨®n con los gobiernos anteriores, todos ellos marcados por un gran continuismo al seguir el Gobierno en manos del mismo partido. "Habr¨ªa que remontarse a los inicios de la autonom¨ªa", se?al¨®.
El Gobierno niega que las sustituciones hayan generado inestabilidad
Fuentes del Ejecutivo consideraron "normales" los cambios realizados hasta ahora -22 entre seis viceconsejer¨ªas, 12 direcciones y cinco asesor¨ªas- y los calificaron de "ajustes l¨®gicos" en cualquier organizaci¨®n a la que se somete a un relevo integral en su estructura por primera vez en 30 a?os.
"Normal no es", opin¨®, en cambio, el ex viceconsejero de Innovaci¨®n Pedro Hern¨¢ndez, para quien los relevos obedecen a "la forma en que se hace el Gobierno", y al empe?o por incluir independientes en todos los niveles. "Yo me manifest¨¦ en contra, porque para m¨ª el compromiso con un partido no es una r¨¦mora, sino algo positivo", indic¨® a este peri¨®dico. Con m¨¢s personas del PSE se habr¨ªan evitado choques de cultura profesional o el descubrimiento por independientes de que la estructura de un Gobierno no era lo suyo, abund¨®.
El Ejecutivo se form¨® adem¨¢s bajo una amenaza de muerte expresa de ETA a los integrantes de su estructura, y con dudas sobre su duraci¨®n y estabilidad, factores ambos que dificultaron al PSE la labor de reclutar no s¨®lo a consejeros, sino tambi¨¦n a quienes ocuparon los segundos y terceros niveles de los departamentos. En alg¨²n caso, sus predecesores renunciaron al cargo sin esperar el relevo, lo que imprimi¨® una celeridad no prevista a los nombramientos.
El traspaso de poderes no se hizo siempre del modo que m¨¢s habr¨ªa facilitado las cosas a los equipos entrantes. La elecci¨®n de cargos fue determinada a veces por la urgencia y no en todos fueron los propios consejeros quienes designaron a las personas.
Todas esas circunstancias han determinado disfunciones o dificultades de encaje en los equipos, algunas insalvables, o la comprobaci¨®n por los propios interesados, provenientes del mundo privado, del acad¨¦mico o de otras administraciones, de su imposibilidad de adaptarse a la presi¨®n o a los ritmos de un Gobierno, seg¨²n se analiza ahora en medios del propio Gabienete y del PSE.
El Ejecutivo niega, en todo caso, que los cambios realizados hayan obedecido a crisis o generado inestabilidad o desgobierno. Su portavoz y consejera de Justicia, Idoia Mendia, neg¨® en una reciente respuesta parlamentaria que el Gabinete est¨¦ sometido a "vaivenes ni constantes ceses", como afirmaba la pregunta presentada por el PNV. Los criterios han sido, indic¨®, la oportunidad y la capacidad profesional. Entre los altos cargos afectados se ven las cosas de maneras diversas. Uno de ellos, movido de destino, lament¨® haberlo sido justo cuando hab¨ªa transcurrido el tiempo preciso para poder hacerse con su ¨¢rea.
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