La izquierda 'abertzale', a la expectativa
La ruptura individual de presos de ETA con la banda se ha frenado ante la esperanza creada por Otegi de un nuevo proceso de fin de la violencia
El proceso de ruptura individual de presos de ETA con la banda se ha visto frenado ante la expectativa creada por Arnaldo Otegi de un nuevo proceso que culmine con el fin de la violencia. Esta expectativa, alimentada con la declaraci¨®n de Alsasua de la izquierda abertzale, en febrero, y seguida por la declaraci¨®n de Pamplona, en abril, ha bloqueado la decisi¨®n individual de presos etarras de acogerse a beneficios penitenciarios a cambio de un rechazo individual y expreso al terrorismo, propiciado por Instituciones Penitenciarias.
Del colectivo de 572 presos de ETA existe tan s¨®lo una minor¨ªa de irreductibles, partidarios de mantener el terrorismo. Este n¨²cleo lo forman j¨®venes militantes detenidos en los ¨²ltimos a?os. Pero la mayor¨ªa del colectivo, casi todos los veteranos, est¨¢n por el final del terrorismo, al que no ven futuro, y la b¨²squeda de una salida para ellos.
"Vamos m¨¢s lentos, pero arrastramos a la inmensa mayor¨ªa", se?ala un dirigente
En ese ambiente, Instituciones Penitenciarias ha logrado anotar, en los ¨²ltimos meses, una veintena de casos de reinserci¨®n individual. El ¨²ltimo de ellos es el de Jos¨¦ Luis Urrusolo, ex militante del sanguinario Comando Madrid de ETA, disidente de la banda desde hace a?os, trasladado a la prisi¨®n de Nanclares de Oca (?lava) hace 15 d¨ªas.
En enero, otros seis presos de ETA, algunos de ellos condenados por delitos de sangre, anunciaron su disidencia de la banda: Fernando de Luis Astarloa, Josu Garc¨ªa Corporales, Luis Mar¨ªa Lizarralde, Andoni Altza, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez de Nanclares y Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez. Todos cumplen condena en Nanclares de Oca (?lava). A esta lista hay que a?adir otros nombres de ex dirigentes y representativos miembros de ETA como Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Txelis; I?aki Pikabea; Carmen Guisasola, Valent¨ªn Lasarte. Hasta una veintena. Algunos de ellos encarcelados en Zuera (Zaragoza) y Villabona (Asturias).
Este proceso se ha visto bloqueado por la irrupci¨®n del llamado "proceso democr¨¢tico" de la izquierda abertzale, encabezado por Arnaldo Otegi, Rafael D¨ªez Usabiaga y Rufi Etxeberria, que ha levantado expectativas en los presos de un final del terrorismo. Muchos reclusos, que est¨¢n por el final del terrorismo, prefieren una soluci¨®n colectiva a la renuncia individual, mucho m¨¢s comprometida, y se han acogido a la propuesta de Otegi.
La salida por goteo de las c¨¢rceles de dirigentes de la izquierda abertzale, defensores del "proceso democr¨¢tico", como Pernando Barrena, Karmelo Landa y Rafael D¨ªez Usabiaga, han contribuido a elevar las expectativas. As¨ª como el reciente encarcelamiento de los tres abogados que, seg¨²n el Ministerio del Interior, actuaban como comisarios pol¨ªticos al servicio de la l¨ªnea dura de ETA para frenar la disidencia en las c¨¢rceles.
Pero, por encima de todo, la expectativa de un final la est¨¢n creando los propios dirigentes de la izquierda abertzale, como Otegi o Rufi Etxeberria que, en sus conversaciones privadas, van m¨¢s lejos que en sus declaraciones p¨²blicas y apuntan a que para el verano habr¨¢ "acontecimientos importantes". Estas semanas est¨¢n intensificando contactos discretos con partidos vascos y catalanes para explicar sus planes.
El pasado domingo, una masiva representaci¨®n de la izquierda abertzale, con Rufi Etxeberria a la cabeza, denunci¨® p¨²blicamente y por vez primera que "ETA es un obst¨¢culo para los objetivos pol¨ªticos de la izquierda abertzale".
La declaraci¨®n de Pamplona fue posible porque el t¨¢ndem Otegi-Etxeberria cuenta con un apoyo masivo en las bases de la izquierda abertzale y de los presos de ETA. "Hemos aprendido del pasado. Seguimos la pol¨ªtica de la m¨¢quina quitanieves. Vamos m¨¢s lentos, pero arrastramos a la inmensa mayor¨ªa", se?ala un dirigente de la izquierda abertzale. Y a?ade: "Tras la declaraci¨®n de Pamplona, y el apoyo que ha tenido, todo se ha puesto m¨¢s f¨¢cil para dar pasos m¨¢s importantes".
Su pretensi¨®n es arrastrar tambi¨¦n a ETA o, al menos, a una mayor¨ªa, a un proceso pol¨ªtico soberanista, con el abandono de la violencia. Este proceso, a diferencia de los otros, ser¨ªa unilateral y sin condiciones previas. No estar¨ªa sometido a conversaciones preliminares con los partidos o el Gobierno para lograr una tregua.
El Ejecutivo sigue con inter¨¦s estos movimientos, pero sin ning¨²n compromiso. No obstante, duda de que ETA d¨¦ el paso de abandonar la violencia a cambio de nada. Y en el caso de que un sector de ETA lo intente, cree que se zanjar¨¢ con una escisi¨®n. Una hip¨®tesis que tampoco descarta la izquierda abertzale, aunque trata de evitarla.
El Gobierno no cambiar¨¢ la l¨ªnea que adopt¨® tras el fracaso del ¨²ltimo proceso de di¨¢logo con ETA. Cree que la izquierda abertzale avanza por el acoso policial sobre ETA y su ilegalizaci¨®n como partido. Mantendr¨¢ la presi¨®n hasta que ETA abandone definitivamente las armas. Y tampoco aceptar¨¢ que la izquierda abertzale se presente a las elecciones sin que rompa con ETA o logre que ¨¦sta deje las armas de forma definitiva.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.