"Ahora s¨®lo nos quedan las carreras"
Lorenzo y Pedrosa entierran el hacha de guerra y se felicitan tras el cuerpo a cuerpo
Dani Pedrosa ri¨® ayer las ocurrencias de Jorge Lorenzo. No son amigos. Pero, al menos, la cordialidad marca ahora sus relaciones fuera de la pista. No la hostilidad. Tras la preciosa batalla que ambos brindaron ayer en Jerez no s¨®lo se dieron educadamente la mano al subir al podio, sino que Lorenzo, desde lo alto del caj¨®n, le agarr¨® a Pedrosa el brazo para compartir con ¨¦l su momento de gloria. Antes, nada m¨¢s dejar sus respectivas motos al finalizar la carrera, ambos, que pasaron a?os sin ni siquiera mirarse a la cara, derrocharon elogios el uno sobre el otro. Empiezan a comprenderse.
"Estoy en una nube, m¨¢s con la carrera que hemos hecho. Tengo que felicitar a Dani, que hoy ha puesto lo que ten¨ªa que poner y me lo ha dejado muy dif¨ªcil. ?sta es la carrera m¨¢s valiente que le he visto hacer", dijo Lorenzo, a¨²n empapado tras el chapuz¨®n que se dio en el peque?o lago que hay en medio del circuito para celebrar la victoria. "No pod¨ªa m¨¢s. Llevaba toda la carrera al m¨¢ximo y ve¨ªa que Lorenzo nos recortaba mucho a Rossi y a m¨ª por vuelta. Intentaba salvar mi posici¨®n, pero no he podido. ?l ha hecho una gran carrera, viniendo desde atr¨¢s. Le felicito", expres¨® al mismo tiempo Pedrosa.
"Nunca le he visto tan valiente", pirope¨® Lorenzo a Pedrosa
Y este se rindi¨® a su ival: "Yo cerraba todas las puertas, pero era muy r¨¢pido"
"Dani empez¨® a cerrar todos los flancos. Quer¨ªa pasarlo. No sab¨ªa por d¨®nde, pero quer¨ªa pasarlo. Casi chocamos cuando intent¨¦ pasarlo por fuera", ahond¨® Lorenzo, que se confes¨® agotado: "Estoy muerto. Sufro como un bellaco para recuperarme de estos esfuerzos".
"Al principio fui bastante r¨¢pido, pero fue una sorpresa porque no esperaba estar solo tan pronto, liderando la carrera. Yo tiraba y tiraba, pero luego he ido viendo a cada vuelta que Lorenzo iba recort¨¢ndome tiempo, iba a cuatro d¨¦cimas, a tres, a dos... Yo cerraba todas las puertas, pero ¨¦l era demasiado r¨¢pido. Sab¨ªa que si me pasaba lo perder¨ªa de vista", razonaba Pedrosa, que record¨® con una t¨ªmida sonrisa el momento en que ambas motos se tocaron: "Yo estaba a la defensiva, claro. Cerr¨¦ el interior y lo vi por el exterior. Nos rozamos... Fue divertido". "He intentado seguirlos para ver la batalla que ten¨ªan por el primer puesto", confes¨® Rossi. ?Ha pensado en que podr¨ªan chocar y usted ganar la carrera? "S¨ª", reconoci¨®. Y estall¨® una carcajada colectiva.
?Han enterrado el hacha de guerra?, le preguntaron a Pedrosa, despu¨¦s de tantas batallas fuera de la pista en las ¨²ltimas temporadas. "Aquello ya pas¨®. Ahora s¨®lo nos quedan las carreras", sentenci¨®. Ambos pilotos, los mejores del motociclismo espa?ol actual, est¨¢n cansados del debate. Su enemistad se explica desde la rivalidad inicial de sus respectivos managers cuando ambos empezaban y eran s¨®lo unos cr¨ªos. Pero el tiempo ha pasado, los ¨¢nimos se han templado y aquello ya no tiene ning¨²n sentido. Ahora los dos han aprendido a pelear ¨²nicamente con el mono puesto y en la pista.
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