De Madrid al para¨ªso de Alejandro Sanz

?En qu¨¦ clase de iniciaci¨®n a la filosof¨ªa se estudia que a veces para entenderlo todo conviene girar la cabeza en mitad del espect¨¢culo para detenerse en el p¨²blico? Anoche, durante el primero de los dos conciertos con cartel de "no hay entradas" que el m¨²sico pop Alejandro Sanz ofrecer¨¢ en Madrid, el suspense y la emoci¨®n estuvieron a ratos m¨¢s en las gradas de un Palacio de los Deportes repleto que sobre el escenario. Eso no significa que el recital, a todas luces un espect¨¢culo irreprochable y generoso (m¨¢s de dos horas y cuarto), no rayase a la altura esperada, sino m¨¢s bien que los fans de Sanz superan todas las expectativas.

Corearon hasta los titubeos, se abrazaron en la medida en que lo permit¨ªan esas bandoleras para chica en las que no cabe sino lo necesario y recitaron todas y cada una de las letras de los casi veinte a?os que separan Viviendo deprisa del ¨²ltimo ¨¦xito del artista, Looking for Paradise, otra m¨¢s de las notables canciones de pop rom¨¢ntico de las que ¨¦ste es capaz.

El delirio se hab¨ªa desatado en realidad el domingo, cuando las primeras de la cola iniciaron su acampada por relevos a las puertas del recinto y por m¨¢s que el polic¨ªa municipal de turno no alcanzase ayer a explicarse sus razones. M¨¢s de una hora antes del concierto, los alrededores del Palacio de los Deportes le hac¨ªan sentir a uno bajo el sol ins¨®litamente apocal¨ªptico como Charlton Heston en el cl¨¢sico fantastique El ¨²ltimo hombre sobre la tierra. No es que pareciese extinguida la humanidad, sino el g¨¦nero masculino.

Las referencias a la ciencia ficci¨®n no terminaron ah¨ª: bien avanzada la velada, Alejandro Sanz confes¨® que el concierto estaba siendo "grabado en 3 D" por Canal + en un alarde t¨¦cnico sin precedentes que se emitir¨¢ en televisi¨®n y la discogr¨¢fica del artista madrile?o comercializar¨¢ en formato DVD.

Ya lo hab¨ªa advertido el propio Sanz esa misma tarde en Twitter: "Por lo visto me tienen que hacer un maquillaje especial". Nada que en el mundo real, fuera del alcance de las redes sociales, se pudiese advertir salvo por los dotados, para que no decaiga el s¨ªmil, con los poderes de Ray Milland en El hombre con rayos X en los ojos. "Os voy a poder ver por todos lados", explic¨® Sanz en uno de sus parlamentos. "En eso consiste b¨¢sicamente el 3 D".

Pese a tanto futurismo (que ya se sabe, deshumaniza), el cantante hizo sentir los 15.000 asistentes parte de una intimidad envidiable; ante el efecto que sus canciones tienen en su p¨²blico no cabe m¨¢s que la admiraci¨®n. Puede que todo se redujese a que se hallaba en Madrid, acaso la palabra m¨¢s escuchada de la noche. "?Yo viajo m¨¢s que el ch¨®fer del Papa!", exclam¨® Sanz. "Pero cuando vengo a casa, es que no es lo mismo".

A esta parada de la gira Para¨ªso, en honor al t¨ªtulo de su ¨²ltimo disco, vinieron a verle "buenos amigos" como Antonio Carmona o la rapera gaditana La Mala, quien, enfundada en un traje corto de cuero y con chuler¨ªa envidiable, se present¨® ante una audiencia boquiabierta como una de esas "mujeres fuertes" sobre las que Sanz escribe a menudo.