Los dirigentes socialistas cierran filas para evitar el "haraquiri"

Junto a la puesta en escena que hicieron ayer el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, y el secretario general de los socialistas madrile?os, Tom¨¢s G¨®mez, para dar por zanjada la pol¨¦mica abierta el pasado lunes por las declaraciones del l¨ªder madrile?o en la ejecutiva regional, los dirigentes socialistas auton¨®micos hicieron patente el cierre de filas para solventar una pugna interna que les puede llevar, en sus propias palabras, a un suicidio pol¨ªtico.

Los cargos regionales contactados para elaborar esta informaci¨®n mostraron su preocupaci¨®n por la deriva del enfrentamiento entre los dos l¨ªderes, que abri¨® una contienda en la siempre convulsa federaci¨®n madrile?a y que algunos llegaron a denominar "haraquiri" por considerar que hab¨ªa estallado en el peor momento pol¨ªtico.

No est¨¢ claro si Zapatero respalda a G¨®mez o tiene otros planes

Sotillos: "Est¨¢ zanjado y no le vamos a dedicar ni un minuto m¨¢s"

Nunca hubo un enfrentamiento de un l¨ªder del PSM con la federal

La salida de tono de G¨®mez se ve como un intento por hacerse respetar

Pero tambi¨¦n coincidieron en que las heridas pueden reabrirse en cualquier momento de aqu¨ª a que comience el proceso de elecci¨®n de candidatos, una vez finalizada la presidencia europea. Entre otros argumentos, porque Tom¨¢s G¨®mez es un l¨ªder que fue elegido porque contaba sobre todo con el apoyo personal de Zapatero y puede caer si alguna vez le falta ese pilar. Y, hoy d¨ªa no est¨¢ claro si el presidente respalda la continuidad de G¨®mez o tiene otros planes.

Ya desde primera hora de ayer, y despu¨¦s de que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero transmitiera el d¨ªa anterior el mensaje a los dos afectados de que no deb¨ªan alimentar la pol¨¦mica, los socialistas madrile?os recibieron la orden de su direcci¨®n regional de no hacer declaraciones para acatar ese mandato. "Es un asunto zanjado y no le vamos a dedicar ni un minuto m¨¢s", transmit¨ªa tambi¨¦n el portavoz oficial del partido, el secretario de Comunicaci¨®n, Eduardo Sotillos.

Muchos dirigentes, entre ellos algunos de la treintena de alcaldes que el pasado martes firmaron un documento de apoyo a G¨®mez, difundido a medianoche, se negaron a hacer m¨¢s comentarios. Los regidores se remit¨ªan al comunicado. Otros, incluidos cargos que son afines al secretario general, aceptaron hablar pero con la protecci¨®n del anonimato.

El sentimiento percibido en el seno del Partido Socialista de Madrid era de gran preocupaci¨®n. Aunque, seg¨²n la afinidad pol¨ªtica, unos culpaban a G¨®mez y otros a Blanco del pulso abierto entre ambos. Al primero, por haber lanzado un ¨®rdago fruto del nerviosismo porque no est¨¦ aclarada la candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid, tras los resultados adversos de la encuesta de Metroscopia publicada el domingo por EL PA?S. Al segundo, por la soberbia que habr¨ªa demostrado en los ¨²ltimos tiempos al no respetar la autonom¨ªa de la direcci¨®n regional.

Pero todos hac¨ªan hincapi¨¦ en que el momento elegido para hacer estallar la crisis interna era el peor posible: con la intranquilidad de los mercados por sus dudas sobre la estabilidad de la econom¨ªa espa?ola, el frente abierto al PSOE por el presidente Jos¨¦ Montilla a cuenta del Estatuto catal¨¢n y la renovaci¨®n del Tribunal Constitucional y la reuni¨®n de ese mismo d¨ªa entre el presidente y Mariano Rajoy. "Ning¨²n momento es bueno, pero este ha sido el peor", resum¨ªa una de las fuentes consultadas.La preocupaci¨®n de los dirigentes socialistas consultados tiene que ver con la imagen bronca que estar¨ªa dando, una vez m¨¢s, el Partido Socialista de Madrid (PSM) a los ciudadanos. Pero tambi¨¦n con las posibilidades de salir escaldados de un enfrentamiento abierto con el vicesecretario general del PSOE, Jos¨¦ Blanco -G¨®mez, en la ejecutiva del lunes, le acus¨® de torpedear su candidatura-. Porque se trata del n¨²mero dos del partido, uno de los ministros m¨¢s valorados del Gobierno de Zapatero y tambi¨¦n uno de los dirigentes m¨¢s populares entre la militancia socialista.

Adem¨¢s, hasta ahora nunca se hab¨ªa producido un enfrentamiento de un l¨ªder socialista en la oposici¨®n con la ejecutiva federal. Como recordaban desde las filas del PSM, los sonados pulsos de l¨ªderes como Jos¨¦ Bono, Joaqu¨ªn Leguina o Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra con la direcci¨®n federal en tiempos de Felipe Gonz¨¢lez se produjeron cuando eran presidentes auton¨®micos en activo y estaban respaldados por mayor¨ªas absolutas.

Pero la salida de tono de G¨®mez contra el vicepresidente de su partido -en una reuni¨®n a puerta cerrada- se justifica internamente en un intento de hacerse respetar. Algunos dirigentes consultados consideran que Blanco estaba poniendo demasiados palos en la rueda a su secretario general. "G¨®mez ten¨ªa que poner pie en pared porque no se pod¨ªa seguir con esta injerencia continua del vicepresidente", explicaban fuentes socialistas. "Quiz¨¢s ha sido precipitado, pero puede servir de revulsivo para que se deje trabajar al partido en Madrid".

Es cierto que el l¨ªder socialista lleva meses lanzando mensajes para proclamar su independencia. Uno de sus demandas recurrentes tiene que ver con la ¨²ltima palabra sobre qui¨¦nes ser¨¢n los candidatos a alcalde de la capital y a presidente regional. "El PSM no es el patio trasero ni el jard¨ªn de atr¨¢s, ni de Ferraz ni de nadie", afirm¨® G¨®mez el pasado 15 de febrero para recalcar que no aceptar¨¢ paracaidistas controlados por La Moncloa o Ferraz. El l¨ªder madrile?o recuerda cuando puede que en el PSM los cr¨ªticos son una minor¨ªa sin representaci¨®n org¨¢nica y que ¨¦l cuenta con el apoyo del 80% del aparato. Una estrategia encaminada a fortalecer su posici¨®n para el caso de que Zapatero cambie de opini¨®n y quiera un nuevo candidato a la Comunidad de Madrid. El objetivo era que al presidente le resultara m¨¢s costoso abrir una crisis interna que mantener a G¨®mez como cabeza de lista. Pero la crisis la ha abierto el propio G¨®mez.

Y en esta tesitura, los alcaldes se movilizaron la medianoche del martes para apoyar a su secretario general y templar la crisis. Frente a las declaraciones de apoyo a Blanco de los regidores de Collado Villalba, Jos¨¦ Pablo Gonz¨¢lez, Legan¨¦s, Rafael G¨®mez Montoya, y Fuenlabrada, Manuel Robles, una treintena de alcaldes firm¨® un documento de apoyo a G¨®mez. Ayer, Robles hac¨ªa una llamada a la calma. Consigna cumplida: se cerraban las filas.