L¨®pez y el PSE descargan en Arriola la decisi¨®n de ser candidato en 2011

El lehendakari no contempla hacer una crisis en su Gobierno, seg¨²n dijo el martes en su comparecencia del primer aniversario, ni tampoco que ninguno de sus miembros sea candidato en las elecciones municipales y forales de dentro de un a?o, seg¨²n remach¨® al d¨ªa siguiente en una entrevista. Estas dos afirmaciones parecieron echar por tierra algo que se ha venido dando por descontado: que el secretario general del PSE-EE en Guip¨²zcoa, I?aki Arriola, y consejero vasco encabece la lista socialista en 2011 a la Diputaci¨®n de su territorio.

Tan se ha dado por descontado que el PNV lleva meses insistiendo por activa y por pasiva en denunciar que Arriola est¨¢ utilizando la actividad y los proyectos de su departamento para proyectarse como candidato.

"El ¨²nico que da por hecha mi candidatura es el PNV", dice Arriola

La presidenta de las Juntas, Rafaela Moreno, es otra posible aspirante

Sin embargo, y seg¨²n tanto fuentes cercanas a Patxi L¨®pez, como a la ejecutiva del PSE-EE, ambas afirmaciones del lehendakari -si hay o no crisis de gobierno en oto?o y si miembros del gobierno ser¨¢n o no candidatos, las dos ¨ªntimamente relacionadas- depender¨¢n de una sola persona, el propio consejero de Vivienda, Obras P¨²blicas y Transportes.

Ni el lehendakari ni el partido le obligar¨¢n a ir en misi¨®n -al modo, por ejemplo, en que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero envi¨® a Canarias en 2007 al entonces ministro de Justicia, Juan Fernando L¨®pez Aguilar-, como candidato del PSE en Guip¨²zcoa encabezando la plancha para las Juntas Generales, con la aspiraci¨®n de ser el siguiente diputado general del territorio.

La cuesti¨®n no est¨¢ a¨²n en el calendario oficial de los socialistas -coinciden todas las fuentes consultadas y el propio interesado-, ni lo estar¨¢ hasta despu¨¦s de las vacaciones de agosto; pero s¨ª est¨¢, de un modo difuso pero constante, en las elucubraciones tanto del Gobierno como del partido.

"Por ahora el ¨²nico que da por hecho que yo ser¨¦ el candidato, y para acusarme de estarme haciendo ya la campa?a desde el Gobierno, es el PNV", dijo el jueves el interesado a EL PA?S. Lo cierto es que el ¨²nico secretario general del PSE-EE de Guip¨²zcoa que compareci¨® a unas elecciones como candidato a diputado general fue su predecesor, Miguel Buen. No lo hicieron ni Enrique Casas, ni Jos¨¦ Antonio Maturana, ni tampoco Manuel Huertas. No hay, por tanto, una tradici¨®n socialista en ese sentido que obligue a Arriola de un modo especial o que fuera a convertir una decisi¨®n suya en sentido contrario una ruptura de usos hist¨®ricos.

La decisi¨®n pasar¨¢, primero, por las apetencias del interesado, bien encajado y absorbido en el trabajo al frente de su complejo departamento, y, segundo, o en paralelo, por el an¨¢lisis que realice la ejecutiva de Guip¨²zcoa a su mando. Ambos actuar¨¢n determinados por las posibilidades, no s¨®lo de victoria electoral -rev¨¢lida que ya pas¨® el PSE en 2007 al batir al PNV-, sino de articular una mayor¨ªa de gobierno en la Diputaci¨®n. En otro caso, el sacrificio de Arriola, tanto el personal, como el que supondr¨ªa para el lehendakari prescindir de un consejero pata negra, habr¨ªa resultado est¨¦ril. Por ahora, nadie encuentra muchos motivos para abocar a Arriola al riesgo de terminar en portavoz de la oposici¨®n en Juntas y privar as¨ª al Gobierno de un puntal tan importante pol¨ªticamente como en el terreno de la gesti¨®n.

La decisi¨®n de Arriola ser¨¢ un primer indicio de las expectativas que los socialistas ponen en sus fuerzas en Guip¨²zcoa. Ganar las elecciones lo ven posible, incluso frente a la previsible entente electoral PNV-Hamaikabat. Pero la acumulaci¨®n de fuerzas nacionalista fraguada en la Kutxa aparece como un indicio de que Arriola se tendr¨¢ que medir con toda ella. Aunque gane, puede ser desplazado, al igual que lo fue Buen. M¨¢xime cuando la conservaci¨®n de ese territorio resulta vital para el presidente del GBB, Joseba Egibar, en t¨¦rminos de influencia interna en su partido y de demostraci¨®n de que la estrategia por la que apuesta desde Lizarra es practicable.

Decida Arriola lo que decida, el PSE-EE tiene repuesto: la presidenta de las Juntas Generales, Rafaela Romero, se ha fraguado una imagen p¨²blica valiosa, desde un cargo tradicionalmente con poca ocasi¨®n al lucimiento. Adem¨¢s de que ser¨ªa, probablemente, la ¨²nica mujer en liza.