En la buena direcci¨®n
Hay muchos motivos para la preocupaci¨®n, pero cuando tambi¨¦n los hay para asumir la realidad con decisiones correctas, es insoportable negarlo por razones partidistas.
El Consejo Europeo no ha impuesto nada a Espa?a o a Portugal. O a Irlanda o a Italia. M¨¢s bien ha actuado, el viernes pasado, urgido por Espa?a y los dem¨¢s, para la creaci¨®n del fondo de 750.000 millones de euros, con la clara intenci¨®n de que los mercados sepan que hay una pol¨ªtica del euro que no ser¨¢ f¨¢cil someter con movimientos especulativos bastantes disparatados.
No es todo lo que hay que hacer, pero es clave que se haya hecho. Y el Gobierno espa?ol tambi¨¦n lo ha hecho bien en los tiempos de las decisiones a adoptar en este caso. Si no hay mala intenci¨®n o ceguera voluntaria, en estos agitados d¨ªas lo l¨®gico y lo razonable era esta agenda.
La UE, presidida por Espa?a, ha dado el paso necesario, y en momento oportuno, para defender el euro
Potenciar un euroislam ilustrado es el seguro contra afanes segregadores
Si en plena tormenta se hubieran complementado las medidas de ajuste, por ejemplo la semana pasada, antes de tener disponible el fondo de estabilizaci¨®n, probablemente las medidas habr¨ªan sido de mucho menor efecto que plante¨¢ndolas a continuaci¨®n.
?No podr¨ªamos reconocer que con este calendario es mucho m¨¢s probable que tengan efecto? ?Tanto cuesta ver lo que tiene sentido com¨²n en esta coyuntura tan cargada de irracionalidad?
Por lo dem¨¢s, ¨¦ste es el primer paso, de gran importancia sin duda, para que la Uni¨®n sea Econ¨®mica y Monetaria, y no s¨®lo Monetaria. El Tratado se aprob¨® as¨ª, aunque s¨®lo se desarrollara la dimensi¨®n monetaria. Hace 12 a?os -y no era la primera vez- ya hubo an¨¢lisis sobre los posibles choques asim¨¦tricos en caso de crisis financiera, como consecuencia de las divergencias en las pol¨ªticas econ¨®micas. Eso es lo que estamos viviendo y es lo que hay que corregir, con reformas estructurales que nos permitan ganar competitividad y equilibrar nuestras balanzas de pago.
Por eso, el informe que presentamos el pasado d¨ªa 8, sobre el futuro de la Uni¨®n Europea, ped¨ªa que se mantuviera con rigor el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como condici¨®n necesaria para el funcionamiento de la zona euro, pero a?ad¨ªa que, para que se dieran las condiciones suficientes, hab¨ªa que introducir gobernanza econ¨®mica, con mecanismos de vigilancia y control, obligatorios, porque son los mismos responsables del Consejo Europeo -los 27 jefes de Estado y de Gobierno- los que se lo autoimponen. ?O queremos seguir con el M¨¦todo Abierto de Cooperaci¨®n que no dio resultados?
As¨ª que bienvenida la presentaci¨®n del plan complementario de austeridad en el d¨ªa previsto, sin pegas banales, sin pretendidas imposiciones de unos sobre otros. La Uni¨®n Europea se hace responsable de s¨ª misma. Y en la Uni¨®n cada uno de nosotros tiene que hacer lo que le corresponde.
Todav¨ªa quedan bastantes cosas por hacer a nivel de la Uni¨®n Europea para superar esta fase cr¨ªtica. El sistema financiero y los actores que lo acompa?an, que nos ha llevado a esta cat¨¢strofe, tiene que ser regulado y controlado. La paradoja se hace cada vez m¨¢s chocante para todos: por sus errores nos llevaron a las operaciones de rescate y ahora atacan a los gobiernos por los desequilibrios que este rescate provoc¨®.
Hay que cambiar el funcionamiento de estas instituciones, de estos fondos sin control, de estas figuras llenas de humo y mentira. Hay que hacerlo ya, incluso para dar tiempo a que cambien las pr¨¢cticas que han deteriorado al sistema, pero, y sobre todo, para salvar al sistema de s¨ª mismo, de su voracidad y desmesura. Vamos con retraso. Como no los regulamos, terminan por regularnos ellos, a su capricho especulativo y con costes insoportables.
En conclusi¨®n: necesitamos gobernanza econ¨®mica para evitar las divergencias insostenibles y ganar competitividad; necesitamos reformar el sistema financiero, pactarlo con Obama y llevarlo al G-20. Han sido los pa¨ªses del mundo desarrollado los responsables y ahora deben ser los que propongan soluciones.
Felipe Gonz¨¢lez es ex presidente del Gobierno espa?ol.
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