La oposici¨®n defiende ahora los gastos sociales para atacar al Gobierno

El PP llevaba meses reclamando un recorte dr¨¢stico del gasto p¨²blico. Lo hab¨ªa cuantificado: 10.000 millones en 2010. Pero cuando Zapatero lleg¨® al Congreso proponiendo exactamente ese mismo recorte de 10.000 millones y haciendo el mismo discurso que el PP hab¨ªa reclamado sin ¨¦xito, se encontr¨® con un Mariano Rajoy que se erigi¨® en defensor de los gastos sociales, le neg¨® el apoyo y le exigi¨® que antes elimine varios ministerios, recorte la financiaci¨®n a sindicatos, partidos pol¨ªticos y organizaciones empresariales, y revise todas las subvenciones.

El discurso de Rajoy, muy duro en el fondo y en la forma, logr¨® dos objetivos pol¨ªticos. Primero, dej¨® muy claro que, como ha dicho en varias ocasiones, no piensa "corresponsabilizarse" de la crisis. Neg¨® tajantemente el apoyo a la congelaci¨®n de las pensiones en 2011 -el Gobierno s¨®lo subir¨¢ las m¨ªnimas- y atac¨® a Zapatero por recortar el salario de los funcionarios y eliminar el cheque-beb¨¦, una iniciativa muy criticada por el PP cuando se present¨®.

El mensaje pol¨ªtico era clar¨ªsimo, y as¨ª lo entendieron enseguida en su bancada: el PP no ayudar¨¢ al Gobierno a amortiguar los costes de las medidas m¨¢s antipopulares. El segundo objetivo que logr¨® el l¨ªder del PP fue interno. El discurso duro, sobre todo con el mensaje que los socialistas calificaron de demagogo contra los sindicatos, los gastos de la pol¨ªtica -el mismo d¨ªa en que se conoc¨ªa un informe sobre supuesta financiaci¨®n ilegal del PP valenciano, seg¨²n le record¨® Zapatero- anim¨® mucho a la bancada popular. El discurso antisindicatos y antiartistas de izquierdas, denominados en el mundo conservador "los de la ceja" por su apoyo a Zapatero, tuvo much¨ªsimo ¨¦xito.

Rajoy fue muy aplaudido, mucho m¨¢s que otras veces, y los diputados populares sal¨ªan del hemiciclo visiblemente satisfechos. "Por una vez ha sido valiente, hablar del tema de los sindicatos en un d¨ªa como hoy es valiente, el mensaje ha sido claro y contundente", sentenciaba un veterano.

Los dirigentes del PP insist¨ªan en que no tiene sentido, a un a?o de las elecciones, que un Gobierno como el de Zapatero, que tiene mayor¨ªa, exija a la oposici¨®n que le apoye en las medidas m¨¢s impopulares. "Nuestra gente quiere que Zapatero se vaya como sea. Creen que es una urgencia nacional. No tiene sentido respaldarle ahora", sentenciaba otro. En general hab¨ªa un an¨¢lisis muy positivo del discurso de Rajoy. "Zapatero ha estado zombi. Y Mariano, a la gallega, le ha venido a decir que se vaya. Ahora s¨®lo queda que pida elecciones anticipadas. No tardar¨¢ mucho en hacerlo", se alegraba un diputado.