El dedo en la llaga
La decisi¨®n de las autoridades brit¨¢nicas de retirar los billetes de 500 euros en circulaci¨®n por sus implicaciones con el crimen organizado no es una sorpresa para los expertos policiales espa?oles y europeos. Muy pocos meses despu¨¦s de arrancar el euro, en 2002, se tuvo constancia de que el billete de 500 euros gozaba de muy buena salud en Colombia, donde circulaba abiertamente y en grandes cantidades. Naturalmente, decir Colombia era sin¨®nimo de narcotr¨¢fico.
Hasta ese momento, el billete de 100 d¨®lares era poco menos que la moneda de curso legal entre las organizaciones criminales. La droga, por poner un ejemplo, siempre se ha pagado en d¨®lares. Algunos expertos advirtieron entonces del peligro que supon¨ªa poner en circulaci¨®n un billete que multiplicaba casi por cinco ese valor. Pero Alemania impuso su criterio y as¨ª naci¨® el euro con su billete de 500.
Que ese billete tuviera el ¨¦xito que tuvo desde un principio no pareci¨® alarmar a mucha gente. Que Espa?a fuera la gran protagonista de dicho ¨¦xito, tampoco. Casi el 30% del total de billetes de la eurozona fueron puestos en circulaci¨®n en Espa?a (por valor de unos 55.000 millones de euros de promedio), montante que supon¨ªa casi el 65% del valor de todo el dinero puesto en circulaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Es evidente que el boom de la construcci¨®n tuvo algo que ver en ello y que los bancos espa?oles se distinguieron por ser los que m¨¢s facilidades han dado a sus clientes para obtener este billete sin tener que responder a demasiadas preguntas. Pero Hacienda siempre se resisti¨® a relacionar dicho ¨¦xito con la actividad de las bandas organizadas, sobre todo las relacionadas con el narcotr¨¢fico, muy activas en suelo espa?ol. En este sentido, los brit¨¢nicos se han limitado a poner el dedo en la llaga.
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