Ascenso y ca¨ªda del juez universal

En sus casi 30 a?os de carrera como magistrado, Baltasar Garz¨®n ha instruido centenares de asuntos de gran repercusi¨®n medi¨¢tica que le han llevado a ser conocido universalmente. Nacido en Torres (Ja¨¦n), el 26 de octubre de 1955, su proyecci¨®n al firmamento judicial coincidi¨® con su llegada a la Audiencia Nacional, en 1988, y el procesamiento del polic¨ªa Jos¨¦ Amedo, por su relaci¨®n con los GAL. Desde entonces, su figura fue creciendo hasta agigantarse con la inopinada detenci¨®n del dictador chileno Augusto Pinochet en Londres.

Pero, hasta llegar al c¨¦nit de su fama, Garz¨®n trabaj¨® a destajo cada sumario que cay¨® en sus manos. Al rebufo del caso Amedo, su espectacular redada de la Operaci¨®n N¨¦cora, en julio de 1990, dirigiendo desde un helic¨®ptero a tres centenares de polic¨ªas secretamente desplazados desde Madrid a las r¨ªas gallegas, le proyect¨® tambi¨¦n como azote de las redes del narcotr¨¢fico y marc¨® el fin de la impunidad de los clanes mafiosos que se repart¨ªan el negocio. Dos generaciones del clan de los Charlines, o capos como Laureano Oubi?a y Sito Mi?anco empezaron a ser habituales ocupantes de banquillos y a deambular por las prisiones.

Su par¨¦ntesis en la pol¨ªtica, ayudando a Felipe Gonz¨¢lez a ganar las elecciones en 1993 y su regreso al juzgado tras un breve periplo como secretario de Estado Antidroga, dio paso a la etapa m¨¢s dura de su biograf¨ªa, como impulsor del caso GAL, que concluir¨ªa con el juicio y condena de ex altos cargos de Interior, entre ellos el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, y el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo.

En 1998, la inesperada detenci¨®n de Pinochet en Londres, en respuesta a una orden que nadie imagin¨® que pudiera surtir efecto, le proyect¨® al estrellato universal. Por entonces, Garz¨®n hab¨ªa instruido numerosos sumarios por atentados de ETA, como la masacre de 12 j¨®venes guardias civiles en la Plaza de la Rep¨²blica Dominicana, en Madrid o el asesinato de al ex dirigente etarra Dolores Gonz¨¢lez Catara¨ªn, Yoyes. Tambi¨¦n el del asesinato del diputado de Batasuna Josu Muguruza en el restaurante Basque, de Madrid. En 1996 orden¨® secuestrar el v¨ªdeo de propaganda electoral de ETA, que llev¨® al juicio, ante el Tribunal Supremo, de toda la Mesa Nacional de Herri Batasuna.

Pero fue en 1998 cuando empez¨® su acoso sistem¨¢tico al entorno de la banda terrorista: cerr¨® el diario Egin, declar¨® la ilicitud de Kas y su sucesora Ekin, el aparato internacional Xaki , las Gestoras Pro Amnist¨ªa, Askatasuna, las juventudes de Jarrai, las herriko tabernas. Sus investigaciones se solapan con la aplicaci¨®n de la Ley de Partidos por el Supremo, al que en dos o tres ocasiones deja fuera de juego dejando inactivas a las formaciones antes de su ilegalizaci¨®n. No se lo perdonar¨¢n.

La investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo dispar¨® las alarmas en medios de la ultraderecha, pero es el sumario abierto a la trama corrupta G¨¹rtel y la implicaci¨®n del PP la que ha determinado su irremediable ca¨ªda, despu¨¦s de que este partido le marcar¨¢ con una querella oficialmente no admitida, pero que determinar¨¢ el acoso sin tregua del Tribunal Supremo hasta su expulsi¨®n de la Audiencia.