La Europa de los ciudadanos es posible
En el reciente art¨ªculo de Jos¨¦ Ignacio Torreblanca titulado Europa sin europeos se subraya que "al contrario que Estados Unidos, que uni¨® ciudadanos, Europa se hizo para unir Estados". Es esta una afirmaci¨®n muy categ¨®rica que adem¨¢s no se corresponde con la realidad y que conduce a conclusiones muy negativas para hacer posible el desarrollo de la Europa de los ciudadanos. Es cierto que la Europa comunitaria se inicia jur¨ªdicamente por el acuerdo firmado por los Estados en unos momentos de graves retos econ¨®micos, pero de este origen formal no se puede deducir en absoluto que Europa se hizo s¨®lo para unir Estados excluyendo a los ciudadanos, ya que, por el contrario, la finalidad de la Comunidad Europea, desde sus or¨ªgenes, fue el desarrollo econ¨®mico-social al servicio de los ciudadanos y contando con su protagonismo. As¨ª lo expres¨® categ¨®ricamente Jean Monnet, uno de los padres europeos, quien, en su c¨¦lebre discurso de Washington el 30 de abril de 1952, se?al¨®: "No coligamos Estados, sino que unimos hombres", recogiendo tambi¨¦n las reivindicaciones de los primeros foros ciudadanos vinculados a los movimientos europeos. El protagonismo de los ciudadanos se recuper¨® en el proyecto de Constituci¨®n Europea que citaba la voluntad de los ciudadanos como origen de la Uni¨®n Europea conjuntamente con los Estados.
Se debe denunciar la muy preocupante ausencia actual de los ciudadanos en el desarrollo europeo, pero no se puede achacar, por no ser cierto, a que la finalidad de la creaci¨®n de la Uni¨®n Europea les excluya de su participaci¨®n, lo que por el contrario es debido a la falta posterior de voluntad de los Estados y del Consejo Europeo para impulsar los cauces posibles y adecuados. Por cierto que en las citas del articulista al informe de Felipe Gonz¨¢lez se echa de menos que no se mencione precisamente el ¨¦nfasis que se pone "sobre la exigencia de actualizar el pacto de la Uni¨®n Europea y su participaci¨®n", recuperando as¨ª la legitimidad democr¨¢tica y la finalidad de la construcci¨®n europea.
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