Criar hijos en solitario por divorcio o por elecci¨®n
Las familias monoparentales superan ya el medio mill¨®n en Espa?a y no paran de aumentar - La mayor¨ªa se debe a separaciones, pero el n¨²mero de madres solas se ha cuadruplicado en siete a?os; en 2002 apenas eran 3.500
"No hay nada m¨¢s lindo que la familia unida, unida por los lazos del amor", cantaban los payasos Gaby, Fof¨® y Miliki, cuando la televisi¨®n era en blanco y negro. La sociedad espa?ola de 2010 resulta irreconocible frente a la de aquellos tiempos y si en algo se ha notado esa evoluci¨®n es en la familia, una realidad social muy poli¨¦drica que ya no se limita al hogar cl¨¢sico formado por los dos progenitores y los hijos.
Uno de esos nuevos modelos cada vez m¨¢s en auge son las familias monoparentales, un concepto definido de m¨²ltiples maneras y que la Comisi¨®n de las Comunidades Europeas describi¨® en 1989 como la "familia formada por un progenitor que, sin convivir con su c¨®nyuge ni cohabitando con otras personas, convive al menos con un hijo dependiente y soltero". Esa ausencia de convivencia matrimonial puede responder a diversos motivos, algunos coyunturales y otros definitivos. Y una persona, adem¨¢s, atraviesa por diversas etapas a lo largo de su vida, que no siempre quedan recogidas en las estad¨ªsticas oficiales.
En el 86% de los casos la mujer es la referencia de ese grupo familiar
"El tr¨¦bol de cuatro hojas, dif¨ªcil. Es mejor sola", afirma Rosa Maestro
"La ruptura es dura, pero los hijos lo superan", opina un padre divorciado
Un hombre con la custodia: "La legislaci¨®n obliga al padre a desaparecer"
"Para un segmento importante de la poblaci¨®n afectada, la monoparentalidad es una etapa que se supera. Basta pensar que, cuando una persona se separa puede irse a vivir con sus padres, reiniciar la vida en solitario, con sus hijos o bien reconstruir un hogar con otra persona", explica Montse Solsona, profesora de demograf¨ªa en la Universisad Aut¨®noma de Barcelona. Esa realidad cambiante no facilita nada la cuantificaci¨®n estad¨ªstica de las familias monoparentales que existen en Espa?a.
Las cifras que maneja el Instituto de la Mujer indican que al acabar el a?o 2009 eran 533.800 las familias formadas por un s¨®lo progenitor y uno o m¨¢s hijos menores de 18 a?os. En 2008 se contabilizaban 451.500, en 2007 hab¨ªa 421.400 y en el a?o 2006, 393.300 uniones de ese tipo. Como puede verse, seg¨²n se retrocede en el tiempo van disminuyendo, hasta llegar a 2002, la primera referencia de la estad¨ªstica oficial, que cuantifica en 303.200 las familias monoparentales, casi la mitad de las actuales.
Esos datos se han elaborado a partir de la explotaci¨®n espec¨ªfica de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, un m¨¦todo que considera fiable la dem¨®grafa, quien pronostica que las familias monoparentales no dejar¨¢n de aumentar con el paso del tiempo.
La raz¨®n es que cada a?o se producen en Espa?a m¨¢s de 100.000 separaciones o divorcios y que la tasa de nupcialidad no para de reducirse. En 1975, cuando los payasos de la tele cantaban aquello de la familia unida, se celebraban en Espa?a 7,6 matrimonios por cada 1.000 habitantes. En 2008, la proporci¨®n se hab¨ªa reducido a 4,26.
Sara Barr¨®n, catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, ha realizado diversos estudios sobre este tipo de familias y explica que "existen varias rutas de entrada a la monoparentalidad". La estad¨ªstica oficial revela que la ruta principal es la ruptura matrimonial, que casi siempre va acompa?ada de la suspensi¨®n de la convivencia a corto o medio plazo. Seg¨²n la estad¨ªstica del Instituto de la Mujer, seis de cada diez familias monoparentales est¨¢n formadas por un separado o separada. En cifras absolutas son 283.000 y representan el grupo m¨¢s numeroso, seguido de las personas solteras (129.200), el grupo que ha experimentado el aumento m¨¢s espectacular en siete a?os, pues en 2002 apenas eran 35.000 familias, cuatro veces menos.
A Rosa Maestro le gusta definirse como "madre sola por elecci¨®n". Es una profesional liberal de 45 a?os que a los 38 se someti¨® a una inseminaci¨®n artificial de la que naci¨® su primera hija.
Dentro de unos d¨ªas regresar¨¢ a su domicilio de Madrid con otra ni?a de dos a?os en r¨¦gimen de acogimiento permanente internacional. "Siempre supe que quer¨ªa ser madre, pero tambi¨¦n que no quer¨ªa serlo demasiado joven. Me gustaba demasiado vivir como para verme pronto atada con la responsabilidad de un hijo, aunque era consciente de que retrasar la maternidad complicaba las cosas", explica.
Ese planteamiento, unido a que nunca pens¨® en tener un hijo con ninguna pareja, desemboc¨® en la maternidad en solitario.
"Un mes antes de ir a la cl¨ªnica de reproducci¨®n asistida romp¨ª con mi ¨²ltima relaci¨®n. Duramos poco tiempo, pero lo suficiente como para saber que no ten¨ªa futuro, y menos que ese hombre podr¨ªa ser el padre de mi hijo", apostilla la Rosa Maestro.
Es una firme defensora de la maternidad en solitario y eso la llev¨® a crear la web www.masola.org y su extensi¨®n en Facebook. Recibe m¨¢s de 90.000 visitas anuales y pretende ser un instrumento de apoyo a las mujeres que le est¨¢n dando vueltas a dar el salto y decidirse por esa opci¨®n.
"Lo que hace falta es perder el miedo a la diferencia, aceptar que no todo el mundo tiene que seguir los c¨¢nones establecidos. Yo estoy muy orgullosa de mi modelo de familia y de mis hijas porque he logrado mis deseos, pasando de lo que digan los dem¨¢s. En la vida uno debe arrepentirse de lo que deja de hacer, no de lo que ha hecho", reitera Rosa Maestro.
En el 86% de las familias monoparentales, la mujer es la persona de referencia, una proporci¨®n que ha disminuido ligeramente en los ¨²ltimos a?os (en 2002 eran el 90%) y que evidencia la minoritaria implicaci¨®n de los varones en el cuidado de los hijos. Otro indicador de ese ligero cambio de tendencia es el estado civil de los adultos de esas familias. En el colectivo de solteros, ellas son el 90,7% (en 2002 eran el 95,4%) y si se trata de separados de familias monoparentales, las mujeres son el 88,8% (siete a?os atr¨¢s eran el 91,7%). M¨¢s cifras oficiales, todas ellas del Instituto de la Mujer. La inmensa mayor¨ªa de las familias monoparentales tienen un hijo. 347.800 en cifras absolutas, a las que siguen otras 150.900 con dos hijos y 30.500 con tres v¨¢stagos.
Josep Carles Leyes es un padre que rompe todos los moldes porque encaja en los grupos minoritarios descritos desde que hace tres a?os form¨® una familia monoparental con dos hijos de 17 y 16 a?os y una hija de 16. "S¨¦ que mi caso est¨¢ fuera de la norma, pero no me siento un bicho raro. Los hijos est¨¢n conmigo porque ellos quer¨ªan estar conmigo y yo con ellos".
Este hombre de 51 a?os y empleado de la empresa automovil¨ªstica Nissan reclam¨® la custodia compartida cuando se separ¨® y la justicia se la otorg¨®. "La madre trabajaba todo el d¨ªa y desde que eran peque?os siempre me hab¨ªa ocupado de ellos, por lo que no me fue dif¨ªcil demostrarlo al juez", recuerda. En cumplimiento de aquella sentencia, los tres hijos deber¨ªan vivir a caballo entre el domicilio paterno y el materno, pero la realidad es bien distinta y han acabado viviendo con ¨¦l. "Hemos quedado en que yo los cuidaba y en eso estoy. Lo hago todo lo mejor que s¨¦, porque no nos ense?an a ser padres", explica Josep Carles.
Rosa Maestro tiene muy claro que "el tr¨¦bol de cuatro hojas es muy dif¨ªcil de encontrar y, como hay pocos, mejor sola", lo que es una cr¨ªtica m¨¢s que evidente a la habitual pasividad de la mayor¨ªa de los varones con sus obligaciones familiares. "Yo dir¨ªa que el 80% de las mujeres de este pa¨ªs tienen a sus hijos solas, aunque muchas piensen que est¨¢n acompa?adas porque duerme alguien a su lado", sentencia. "Claro que hay hombres que se implican, pero cuando yo llevo a mis hijas a clases de baile, a la piscina o cuando voy a buscar las notas, a quien veo es a ellas, porque son ellas las que se ocupan casi siempre", explica Maestro.
?C¨®mo viven los hijos la ausencia de un progenitor, casi siempre el padre? El psic¨®logo cordob¨¦s Jos¨¦ Manuel Aguilar ha escrito varios libros sobre el tema y ha elaborado centenares de informes periciales en procesos de separaci¨®n y divorcio. Sabe de qu¨¦ habla. "Aunque se acepte como algo cotidiano es inevitable la comparaci¨®n con su entorno. El ni?o ve a otros ni?os que tienen padre y madre y muchos de ellos lo reclaman. En muchas ocasiones sustituyen esa figura ausente por otra, proyectando en ella sus necesidades. Para ello usan a un profesor, una t¨ªa o la nueva pareja".
En opini¨®n de este psic¨®logo, "est¨¢ absolutamente comprobado que padre y madre se relacionan y aportan elementos muy diferentes al ni?o, desde la manera de escuchar, hasta la forma de entender el mundo o relacionarse con los dem¨¢s".
Rosa Maestro reconoce que cuando se plante¨® la maternidad en solitario "ten¨ªa dudas" sobre c¨®mo podr¨ªa afectar a los peque?os la ausencia de una figura paterna y de c¨®mo plantarle cara a la sociedad. "Afianc¨¦ mi deseo y entend¨ª que la educaci¨®n, el amor, la seguridad emocional que se le puede dar a un ni?o no depende del n¨²mero de personas que se la den, sino de la preparaci¨®n y dedicaci¨®n de qui¨¦n las d¨¦, sean una, dos o tres".
El psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Aguilar coincide con ella. "No es lo mismo la elecci¨®n personal de tener un hijo sola, que el hecho de que los menores se encuentren con una familia monoparental porque la madre o el padre han alienado al progenitor de la vida del menor. Esa situaci¨®n se analiza como maltrato emocional y tiene severas consecuencas a medio y largo plazo para el ni?o", afirma.
Josep Carles Leyes cree que los progenitores deber¨ªan evitar a toda costa esas situaciones, aunque entre el deseo y la realidad a veces dista un abismo. "La ruptura es dura para los hijos, pero lo superan. Yo a los m¨ªos los veo la mar de normales. Cuando quieren van a ver a su madre y no hay ning¨²n problema", confiesa.
Algunas asociaciones de separados niegan la mayor y consideran que la legislaci¨®n espa?ola perjudica al hombre cuando se separa. "Los divorciados no deben ser considerados monoparentales, porque los hijos siguen teniendo dos familias. El problema es que a la madre se le concede la custodia en el 86% de los casos y a los padres se les sigue adjudicando el papel de pagador", explica Justo S¨¢enz, presidente de la Confederaci¨®n Estatal de Madres y Padres Separados. "La consecuencia de todo eso es que, con el r¨¦gimen de visitas cada 15 d¨ªas que se fija en la mayor¨ªa de sentencias, el padre acaba perdiendo la relaci¨®n con los hijos y no puede participar en su cuidado y educaci¨®n por el concepto machista que todav¨ªa pervive de que los ni?os est¨¢n mejor con la madres. En definitiva: la legislaci¨®n actual empuja al padre a desaparecer de la vida de sus hijos", apostilla S¨¢enz.
El psic¨®logo Jos¨¦ Manuel Aguilar entiende que la ausencia de un padre o una madre no tiene porqu¨¦ influir necesariamente en el car¨¢cter y el desarrollo de la personalidad de los hijos, pero s¨ª admite que "existen evidencias claras que se?alan que esos menores se encuentran en mayor riesgo que en otras situaciones". Decenas de estudios avalan ese riesgo.
Uno de los ¨²ltimos, Informe de la inclusi¨®n social en Espa?a 2009 publicado por la Obra Social de La Caixa, asegura que la probabilidad de abandono prematuro de los estudios en personas de entre 18 y 24 a?os es un 86% m¨¢s elevada en los hogares monoparentales que en las familias con dos progenitores. "Este dato avala la idea de que la estructura familiar tiene una influencia significativa sobre los resultados educativos, independientemente de las condiciones econ¨®micas en que se encuentran ese tipo de hogares", se afirma en el estudio.
"Una colega sueca me dijo en una ocasi¨®n que si eres feminista y crees en el cambio has de ser paciente", explica la dem¨®grafa Montse Solsona. "La maternidad tras el divorcio es una obligaci¨®n para las mujeres y una opci¨®n para los hombres", a?ade.
En su opini¨®n, resulta muy dif¨ªcil que una madre deje de cumplir con ese rol tras el divorcio, entre otras cosas por la presi¨®n social a la que est¨¢ sometida, empezando por sus amigas ¨ªntimas y su familia. Con todo, es optimista. "Una sociedad avanza por la mentalidad, por los cambios legislativos y por las pr¨¢cticas", dice Solsona. Y para implicar m¨¢s a los hombres, considera que el mejor camino ser¨ªa que la custodia compartida de los hijos fuese la decisi¨®n habitual tras la ruptura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.