El fiasco de la Diagonal

Barcelona es el gran basti¨®n socialista, que resiste elecci¨®n tras elecci¨®n desde hace tres d¨¦cadas. Pero estos a?os felices para el PSC parecen haber tocado a su fin. El fiasco de la consulta popular celebrada la semana pasada sobre la transformaci¨®n de la avenida de la Diagonal es, m¨¢s que un toque de atenci¨®n al alcalde Jordi Hereu, un anuncio en toda regla de la clausura de una larga y en muchos aspectos fruct¨ªfera etapa.

El Consistorio ha invertido unos 3,5 millones en una consulta confusa y mal planteada en la que s¨®lo ha votado un 12% de poblaci¨®n, por debajo de la participaci¨®n de los referendos soberanistas que se est¨¢n celebrando en Catalu?a. De este 12%, un 80% decidi¨® que la avenida no precisaba ning¨²n cambio, mientras que apenas un 20% opt¨® por los proyectos de convertirla en un bulevar o en una rambla.

La primera consecuencia de este rev¨¦s, del que es copart¨ªcipe la oposici¨®n de CiU y Esquerra, ha sido la destituci¨®n del primer teniente de alcalde. Este es el primer acto con el que culmina una carrera de desprop¨®sitos cuyo origen se sit¨²a en 2008. La letra peque?a de esta historia se inicia aquel a?o, cuando los socios de Gobierno -PSC e Iniciativa- precisaron los votos de ERC para aprobar los presupuestos. Los republicanos decidieron como contrapartida que, de acuerdo con la Carta Municipal, deb¨ªa consultarse la opini¨®n de los ciudadanos sobre la Diagonal. A la ceremonia de la confusi¨®n se sum¨® luego CiU, pues para aprobar tal refer¨¦ndum era preciso contar con las tres quintas partes del plenario. Converg¨¨ncia introdujo la llamada opci¨®n C, una imprecisa manera -nunca se lleg¨® a presentar un proyecto- de oponerse a las opciones A y B que defend¨ªa el equipo de Gobierno.

Y como colof¨®n al desatino, la consulta ha llegado en plena crisis, con lo que la opci¨®n C ha recogido buena parte del enfado ciudadano contra todo: desde el de los afectados por recortes salariales hasta el de quienes han visto inadecuado acometer grandes operaciones de cirug¨ªa est¨¦tica en ¨¦poca de vacas flacas.

Los alcaldes Narc¨ªs Serra y Pasqual Maragall dejaron el list¨®n muy alto y el equipo de Gobierno actual se muestra incapaz de ilusionar a la ciudadan¨ªa con proyectos a la medida de los tiempos. Y sus dos propuestas m¨¢s significativas, los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno y el refer¨¦ndum de marras, se antojan a ojos de los ciudadanos como meras huidas hacia adelante.