M¨¢s cerca del final de la banda
Al ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, se le ve¨ªa ayer exultante mientras informaba de la detenci¨®n del jefe militar de ETA, Mikel Karrera, Ata. Con Karrera, la polic¨ªa deten¨ªa al ¨²ltimo miembro de la direcci¨®n de ETA de la etapa del proceso final dialogado del terrorismo, de 2006, y pon¨ªa fuera de circulaci¨®n al s¨¦ptimo dirigente m¨¢ximo de la banda en el plazo de los ¨²ltimos tres a?os. Pero el entusiasmo de Rubalcaba era m¨¢s preciso. Lo dej¨® claro cuando valor¨® que la detenci¨®n de Karrera es m¨¢s importante que la de Garikoitz Aspiazu, Txeroki, el jefe militar de ETA durante el proceso de paz. La raz¨®n es clara. Desde la detenci¨®n de Txeroki, hace a?o y medio, ha aumentado sobre la banda el acoso policial -las fuerzas de seguridad han detenido a tres jefes militares sucesivos, Aitzol Iriondo, Jurdan Martitegi y ahora Karrera-, ha aumentado la desorientaci¨®n de sus bases y ha cometido errores muy graves, el m¨¢s importante, el asesinato, en marzo, en Francia del polic¨ªa Jean-Serge Nerin. Lo que ha estimulado a Francia a reforzar la tenaza sobre la banda en su territorio.
Karrera era el jefe etarra m¨¢s intransigente con la apuesta de la izquierda radical por v¨ªas pac¨ªficas
Esos ¨²ltimos acontecimientos han contribuido a debilitar a¨²n m¨¢s a una banda, dividida por la lucha por el poder, que enfrent¨® al jefe pol¨ªtico, Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, y sus ac¨®litos, con los jefes militares, Txeroki y Karrera, y que se zanj¨® con la expulsi¨®n de aquellos cuando Thierry fue detenido en Burdeos, en mayo de 2008.
Estos conflictos internos han repercutido negativamente en la operatividad de ETA. Pero hay m¨¢s. Un reciente informe de los servicios antiterroristas valoraba la incapacidad de ETA para restaurar sus aparatos, da?ados por la represi¨®n policial, las dificultades de reclutamiento, as¨ª como su fracaso al intentar encontrar nuevos escenarios donde situar sus bases operativas, como ha sucedido en Portugal. Asimismo, Karrera se hab¨ªa rodeado de muchos inexpertos, lo que hac¨ªa a la banda m¨¢s vulnerable. Las ca¨ªdas sucesivas de los diversos aparatos son elocuentes a este respecto.
Adem¨¢s, si tras la detenci¨®n de Txeroki ETA encontr¨® r¨¢pidamente un sustituto en Aitzol Iriondo e incluso este tuvo sucesor cuando, a las pocas semanas, fue a su vez detenido, ahora no sucede lo mismo. El problema que tiene ETA para sustituir a Karrera, que llevaba siete a?os en la clandestinidad, es que no hay banquillo en la direcci¨®n. Si la banda ya estaba d¨¦bil, la falta de banquillo la sit¨²a en una debilidad extrema y m¨¢s cerca del final.
La conclusi¨®n pol¨ªtica es que tres a?os despu¨¦s de la ruptura del anterior proceso de fin dialogado, ETA ha fracasado estrepitosamente en su intento de condicionar la vida pol¨ªtica a trav¨¦s de la reactivaci¨®n del terrorismo como pretend¨ªa y como logr¨® hace 10 a?os, tras la ruptura del anterior proceso, el de Lizarra. Entonces, en tres a?os, ETA mat¨® a m¨¢s de 40 personas.
Casi tanta importancia o m¨¢s que lo anterior tiene el hecho de que Karrera fuera el dirigente de la banda m¨¢s intransigente con los intentos de la izquierda abertzale por apostar por v¨ªas pac¨ªficas y pol¨ªticas. Fue Karrera quien impuso a la izquierda radical que ETA fuera la vanguardia del llamado Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco (MLNV) frente al intento de romper su hegemon¨ªa que, a lo largo de 2009, ofrecieron l¨ªderes como Rufi Etxeberria, Arnaldo Otegi o Rafael D¨ªez Usabiaga.
En este sentido, la detenci¨®n de un dirigente de ETA de la personalidad de Karrera supone la eliminaci¨®n de un elemento fundamental en el bloque m¨¢s duro de la banda. O si se mira de otro modo, la desaparici¨®n de un obst¨¢culo importante para el avance de la izquierda abertzale.
La detenci¨®n de Karrera va a convencer m¨¢s a la izquierda abertzale de avanzar por sus propios medios hacia las v¨ªas pac¨ªficas y perder el referente de ETA. Tambi¨¦n refuerza la posici¨®n de los presos de ETA, que desde hace tiempo saben mayoritariamente, y algunos de ellos lo expresan p¨²blicamente, que el terrorismo no tiene otra salida que su final y cuanto antes, mejor.
Por ¨²ltimo, tendr¨¢ repercusi¨®n interna en ETA, donde se afirma que hay un debate entre quienes est¨¢n dispuestos a secundar la propuesta abertzale de abandonar la violencia y quienes defienden la continuidad del terrorismo. La detenci¨®n de Karrera refuerza a quienes apuestan por el final del terrorismo y no se descarta que este pulso se zanje con una escisi¨®n.
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