D¨ªas de perros
Mientras celebran en Cannes y en Cans simult¨¢neamente sus festivales de cine, la Xunta da a conocer un dato que provoca m¨¢s miedo que la volatilidad del euro: hay m¨¢s de 3.000 perros peligrosos en Galicia. Algunos muerden y otros ladran, como suele pasar con los pol¨ªticos, los presidentes de los clubes de f¨²tbol o algunos viejos y rencorosos miembros del poder judicial. Son de la raza pit bull la mayor¨ªa y satisfacen el gusto de sus amos por el ataque a la yugular y la defensa de la propiedad privada, pero les ocurre como con las armas de fuego, suelen atacar la misma mano que les da de comer. La moda impone que animales tan bellos anden sin bozal y liberados de cadenas y hagan gala de su musculatura, como Aznar, Forl¨¢n o Cristiano Ronaldo en los parques p¨²blicos.
El podenco de Pontevedra, pausado y astuto, contra el b¨®xer de Palas, miope y amigo de los ni?os
Par¨¢bola m¨¢s o par¨¢bola menos el mes de mayo est¨¢ siendo un mes canino en el que se han juntado el hambre y las ganas de comer. Necesitamos que La Roja gane el mundial cuanto antes para que esto amaine y seamos por un momento un Estado en paz, porque sino esto no hay quien lo arregle. La ¨²ltima intervenci¨®n de Jos¨¦ Blanco en La Noria dej¨® claras dos cosas: que el de Palas de Rei es el portavoz oficial del desaguisado y que la propia noria hace aguas por todas partes.
Ladridos multirraciales se han escuchado desde el Despacho Oval, desde el FMI, desde Berl¨ªn, desde Atenas, desde Bangkok y desde las chimeneas de Sogama. Ladridos de desesperaci¨®n entre los funcionarios del reino, las embarazadas, los parados, los hinchas del Real Madrid y s¨®lo una magra satisfacci¨®n entre los devotos del Bar?a y del Pontevedra, los de Fernando Alonso y los centenares de miles de enemigos de Baltasar Garz¨®n. All¨¢ ellos con sus fobias, algunos tienen la memoria tan corta y la mirada tan bizca que ya ni recuerdan que fue el mismo superjuez que empuj¨® a Felipe Gonz¨¢lez por la pendiente con el caso GAL. Tanto da, aqu¨ª no valen las formas, s¨®lo importa el resultado: Rajoy puede por tercera vez aspirar al trono con la misma consigna de Jos¨¦ Mourinho: al enemigo ni agua.
Tiene hasta cierta gracias que los dos contendientes sean de la tierra. El podenco de Pontevedra, pausado y astuto, contra el b¨®xer de Palas, miope y amigo de los ni?os. Razas enfrentadas ante un panorama que a los que escribimos en estas p¨¢ginas nos plantea un dilema universal: ser o no ser, hacer m¨¢s le?a o dedicarnos a ensalzar esos brotes verdes que esta primavera tard¨ªa y extra?a s¨®lo han florecido en la imaginaci¨®n silvestre de los anacoretas.
Hasta una aparente buena noticia como la fusi¨®n de las dos grandes cajas gallegas con apretones y consensos espectaculares de toda la clase pol¨ªtica esconde una lectura tristemente global: dentro de muy poco quedar¨¢n en el escenario una decena de bancos que no distinguir¨¢n entre la inversi¨®n gallega y la cartagenera, o lo que es lo mismo el futuro de las cajas de ahorros y de su idiosincrasia caer¨¢ paulatinamente en el olvido, como ha ocurrido sin ir m¨¢s lejos en Italia. Pero mientras esto ocurre, digamos que est¨¢ bien que Vigo y A Coru?a repartan sedes, consejeros, caudales y embajadas bajo la atenta mirada de todo el palco.
Hay que desmentir por los dem¨¢s cierta algarab¨ªa de la oposici¨®n que olvida un principio b¨¢sico del comportamiento de las urnas: la crisis castiga a qui¨¦n est¨¢ al mando de la embarcaci¨®n ya sea Sarkozy en Francia, Angela Merkel en Renania o Gordon Brown en Inglaterra. No pretendemos con ello salvar de la hoguera a nuestros gobernantes, pero realmente les ha pillado en plena l¨ªnea de flotaci¨®n. Es decir que las pol¨ªticas sociales est¨¢n muy bien para tiempos de bonanza en las que reluce el Estado del bienestar, pero se llevan mal con las tijeras de podar como ahora mismo estamos comprobando, sobre todo si esas tijeras de podar se han utilizado a destiempo.
Llueve sobre mojado y en la misma semana se suspende a Garz¨®n y Camps dice como la medallita del amor que es m¨¢s feliz que ayer. Estamos en ese momento de los vasos comunicantes que tantos estragos hace a la qu¨ªmica popular. Vino agrio y pellejo para regar muchas venganzas, mercurocromo para se?alar las heridas del bando contrario, Mourinho como s¨ªntoma de que todo Cristo tiene su Anticristo. Y as¨ª no hay can que se distinga entre la jaur¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.