Cameron y Clegg pactan privatizar el servicio de Correos

La privatizaci¨®n parcial del servicio nacional de Correos (Royal Mail) destaca entre los puntos de consenso alcanzados entre conservadores y liberal-dem¨®cratas brit¨¢nicos a la hora de poner por escrito la plataforma que sustentar¨¢ el nuevo Gobierno de coalici¨®n. Ocho d¨ªas despu¨¦s de asumir el cargo de primer ministro, David Cameron volv¨ªa a escenificar un frente "unido" junto a su socio y n¨²mero dos del Gabinete, Nick Clegg, para presentar un documento de 34 p¨¢ginas a modo de "fusi¨®n" de los programas electorales de ambos partidos.

El texto dibuja el terreno com¨²n en el que ambos se disponen a trabajar, aparcando por el momento las profundas divisiones que les separan en cuestiones como la Uni¨®n Europea o la regulaci¨®n del sector bancario.

Sarkozy recibe al primer ministro 'tory' en su primera visita al exterior

Una impronta liberalizadora, aunque teniendo en cuenta el correctivo social que exigen los liberal-dem¨®cratas, se impone en ese ideario que toma como prioridad com¨²n la reducci¨®n del d¨¦ficit presupuestario apoy¨¢ndose en el recorte del gasto en detrimento de una mayor presi¨®n impositiva.

Como contrapartida, los tories han accedido a renunciar a la supresi¨®n del impuesto sobre las herencias, a congelar el aumento de las tasas municipales en Inglaterra tan solo por el plazo de un a?o (el objetivo inicial de Cameron era de al menos un bienio) y a asumir la propuesta liberal-dem¨®crata de no dejar exentas de impuestos las primeras 10.000 libras (11.600 euros) de ingresos.

El acuerdo contempla la inyecci¨®n de capital privado en el Royal Mail, aunque mantienen la propiedad y gesti¨®n estatal del servicio, de nuevo a instancias de Clegg. La plataforma prev¨¦ la creaci¨®n de una serie de comisiones que "revisar¨¢n" los puntos de desacuerdo en asuntos tan sensibles como la banca -los liberal-dem¨®cratas quieren separar la regularizaci¨®n de las instituciones comerciales y la de las de inversi¨®n-, la legislaci¨®n antiterrorista, o sobre la ambici¨®n conservadora de retirar a Reino Unido de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. En este ¨²ltimo punto, Clegg se niega en rotundo a abandonar la legislaci¨®n europea.

Permitir¨¢ engrasar el funcionamiento de la nueva legislatura el acuerdo conjunto de contemplar la libertad de voto para los diputados liberal-dem¨®cratas en cuestiones como la energ¨ªa nuclear. Dado el encontronazo que implica la cuesti¨®n europea, el documento difundido ayer se limita a subrayar que el nuevo Gobierno brit¨¢nico "no transferir¨¢ m¨¢s poderes a Bruselas" sin previo refer¨¦ndum, aunque se compromete a desempe?ar "un papel de liderazgo" en el seno de la UE.

Cameron, por otra parte, fue recibido ayer por el presidente franc¨¦s, Nicol¨¢s Sarkozy, en su primer viaje internacional como primer ministro brit¨¢nico. "Es algo simb¨®lico que nosotros apreciamos mucho", dijo un sonriente Sarkozy, que record¨® que conoce a Cameron desde hace cinco a?os y que ha procurado verle a menudo en sus viajes a Gran Breta?a. Cameron tambi¨¦n asegur¨® que los dos hab¨ªan comenzado "con buen pie" e insisti¨® en la buena sinton¨ªa que mantiene con el l¨ªder franc¨¦s en temas como Afganist¨¢n, Ir¨¢n o el cambio clim¨¢tico. Ante las turbulencias econ¨®micas que atraviesa el euro y a la pregunta de si acertaron al quedarse fuera de la moneda europea, Cameron se?al¨® que seguir¨¢n fuera pero que conf¨ªa en que el euro salga pronto de la crisis "porque eso beneficia a Gran Breta?a".