Seis meses esperando unas galletas
Los bancos de alimentos catalanes han estado medio a?o sin recibir las ayudas del Plan Europeo de la UE
La nave del Banco de Alimentos de Barcelona est¨¢ a medio llenar. El centro, junto con los otros tres que hay en Catalu?a, son los s¨²pers donde acuden 600 ONG que trabajan contra el hambre de 140.000 personas. El hueco no se puede valorar a partir del dilema del vaso como medio lleno o medio vac¨ªo. "Los alimentos del Plan Europeo son el 40% de la ayuda que entregamos anualmente y apenas nos han empezado a llegar", explica Antoni Sansalvad¨®, presidente del banco barcelon¨¦s. Esta situaci¨®n se repite en Tarragona, Lleida y Girona. All¨ª las ayudas procedentes de Europa equivalen al 50% de las totales.
La Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n de la Uni¨®n Europea prev¨¦ un programa de ayuda para los pa¨ªses m¨¢s pobres de los 27 integrantes de la UE. A cada pa¨ªs que lo solicita (actualmente son 14) se le asigna una cuota de los excedentes agr¨ªcolas de intervenci¨®n (cereales, mantequilla, leche en polvo y az¨²car) o su equivalente en dinero. Con ellos cada estado contrata la fabricaci¨®n de alimentos (galletas o pasta) que despu¨¦s se reparte entre los bancos, la Cruz Roja y C¨¢ritas. Estas organizaciones, a su vez, los entregan a las ONG que atienden directamente a los necesitados. Espa?a recibe m¨¢s de 41.500 toneladas (52 millones de euros) en ayudas de la UE y de su gesti¨®n se encarga el Fondo Espa?ol de Garant¨ªa Agr¨ªcola (FEGA), que depende del Ministerio de Agricultura.
Preocupaci¨®n
La semana pasada comenzaron a llegar los alimentos, tras seis meses sin recibir ni una galleta, un retraso preocupante en tiempos de crisis. "Tenemos un goteo constante de nuevas entidades solicit¨¢ndonos ayuda y no damos abasto", explica Pedro Ormaz¨¢bal, presidente del Banco de Alimentos de Tarragona.
Sin embargo, el impacto del retraso lo sufren las ONG. Por ejemplo, la Fundaci¨®n Social San Ignacio de Loyola de Lleida, que ayuda a 3.000 personas sin techo. El banco de la provincia le provee del 70% de alimentos que reparte. Al no tener disponible los recursos fijos, las entidades tienen que ir a llamar a otras puertas, las mismas a las que acuden los bancos de alimentos para cumplir con las demandas de las ONG. Una serpiente que se muerde la cola.
Por lo pronto, los bancos han podido mantenerse a flote con ayudas de la empresa privada. Es el caso de la C¨¢mara Arrocera del Montsi¨¤, que por un tiempo donar¨¢ el 10% de sus ventas a los bancos de alimentos. Tanto las ONG como los bancos de alimentos sostienen que, gracias a estos malabares, el beneficiario final no ha notado los problemas. Algo que confirma Gloria, una temporera de origen ecuatoriano que por la muerte de su marido tuvo que afincarse en Lleida. "Le doy de comer a mis hijos gracias a C¨¢ritas, pero s¨¦ de muchas personas que piden ayuda y les responden que no pueden dar m¨¢s", explica.
Un responsable de FEGA se?ala que el retraso de las partidas europeas se debe a la crisis de los mercados de la leche y los productos l¨¢cteos de la UE, donde hay sobreproducci¨®n, y la consecuente ca¨ªda de precios. Asimismo, seg¨²n el Fondo, un grupo de pa¨ªses de la UE bloquea una propuesta de reglamento que pretende regular los tiempos de entrega de las ayudas y separarlos de las coyunturas de los mercados.
Desde los bancos tambi¨¦n se critica la demora en las contrataciones que realiza el FEGA, que, seg¨²n ellos, podr¨ªan disminuir los tiempos de entrega. Seg¨²n Ormaz¨¢bal, "el a?o pasado, en marzo ya est¨¢bamos repartiendo alimentos". Un portavoz del Fondo explica: "No admitiremos atajos por los que al final terminen col¨¢ndose irregularidades".
Parad¨®jicamente, la llegada de la ayuda en tropel causa problemas de almacenamiento. Se pasa de la carencia a la sobreabundancia. Lo que las entidades deb¨ªan recibir en un a?o lo reciben en medio. Los bancos ya ven venir los d¨ªas de vacas flacas y desear¨ªan tener tiempos y entregas estables. "Puedes esperar por muchas cosas, pero por la comida, no", zanja Federico G¨®mez, director del banco de Girona.
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