O m¨ªa o de nadie

Los hechos son los siguientes: una entidad financiera arruinada por un apetito voraz por el ladrillo y una derrochadora pol¨ªtica de recursos humanos (cuenta con 3.100 trabajadores, 700 en su sede central), prefiere que el Banco de Espa?a la intervenga a fusionarse con Unicaja. ?Cu¨¢l es la explicaci¨®n? No hay ninguna con una chispa de l¨®gica ni pol¨ªtica ni econ¨®mica. "Los curas han actuado como un maltratador: o eres m¨ªa o no eres de nadie". La frase la firma el ya ex vicepresidente tercero de Cajasur y representante del Partido Popular, Juan Ojeda. "No lo entiende nadie, no se le ve ni una punta de raz¨®n", afirma un consejero de Unicaja. "Esto es as¨ª: la mat¨¦ porque era m¨ªa", sostiene otro miembro de la entidad cordobesa. Hasta el consejero andaluz de Econom¨ªa, Antonio ?vila, concluy¨® ayer que el suicidio por el que ha optado Cajasur "es dif¨ªcil de entender".

La uni¨®n con la caja malague?a "era como entregarse a los rojos"

Medel se emple¨® a fondo para lograr una soluci¨®n transitoria

Cualquier profano que se acerque a olisquear en la entidad controlada hasta ahora por la Iglesia cat¨®lica de entrada se encuentra con la siguiente advertencia esot¨¦rica: "T¨² no sabes c¨®mo es esto. Esto es otra cosa". "Esta cosa" es como un proceder absurdo que los gestores de Cajasur han convertido en teor¨ªa y pr¨¢ctica econ¨®mica. Los can¨®nigos cordobeses consideran que la caja es suya, s¨®lo suya, y el acuerdo con Unicaja era tanto como entregarla "a los rojos", una expresi¨®n que los can¨®nigos han utilizado con frecuencia ante muchos interlocutores. Adem¨¢s, en los 10 meses de tensas negociaciones con Unicaja, la relaci¨®n del ya ex presidente de la entidad, el sacerdote Santiago G¨®mez Sierra, con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, ha terminado por derivar en "una obsesi¨®n", seg¨²n varias fuentes. No se f¨ªa de ¨¦l ni lo soporta.

En la reuni¨®n del consejo de administraci¨®n del viernes en el que Cajasur deb¨ªa aprobar la fusi¨®n con Unicaja, G¨®mez Sierra no dio ni una sola raz¨®n de por qu¨¦ optaba por el harakiri. Por la ma?ana estuvo negociando en M¨¢laga el pacto laboral. Se hab¨ªa llegado a un principio de acuerdo con el principal sindicato cordob¨¦s, Aspromonte, que pasaba por bajas incentivadas, prejubilaciones y ajustes retributivos para equiparar a la baja los sueldos de la cordobesa, m¨¢s altos en algunos niveles, con los de la malague?a. Nada hac¨ªa sospechar que ten¨ªa guardada una daga.

A esas horas reinaba un cierto optimismo, hasta el punto de que el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n -que ayer suspendi¨® un acto en C¨®rdoba convocado el d¨ªa anterior-, asegur¨® que se hab¨ªa avanzado "much¨ªsimo" en el pacto laboral. El acuerdo de las cajas con Aspromonte provoc¨® una pugna con CC OO, mayoritario en Unicaja, por entender este que obten¨ªa unas ventajas mayores, algo que consideraba inaceptable dada la situaci¨®n de quiebra de Cajasur. Braulio Medel, que hasta entonces hab¨ªa dejado la negociaci¨®n a sus segundos, se emple¨® a fondo para lograr una soluci¨®n transitoria que salvara la fusi¨®n. Antes del consejo de Unicaja, convocado a las seis de la tarde como el de Cajasur, se lleg¨® a un principio de acuerdo verbal con los sindicatos con el compromiso de cerrarlo antes del 28 de mayo. Se obtuvo el visto bueno del Banco de Espa?a, cuya comisi¨®n ejecutiva estaba convocada dos horas m¨¢s tarde, preparada para dar la orden de intervenci¨®n si no prosperaba el acuerdo.

A las ocho de la tarde, G¨®mez Sierra telefonea al consejero de Econom¨ªa y le advierte que al no haber un acuerdo laboral con todos sus perejiles no suscribe la fusi¨®n y asegura que opta por la intervenci¨®n. Esta decisi¨®n cuenta con el benepl¨¢cito del obispo de C¨®rdoba, Demetrio Fern¨¢ndez, superior jer¨¢rquico de los curas-cajeros. En un comunicado, Fern¨¢ndez no deja lugar a dudas de que era preferible la intervenci¨®n del Banco de Espa?a si no hab¨ªa acuerdo laboral "con tal de salvar los puestos de trabajo" y asegura que la "honradez personal y profesional" de los can¨®nigos es la que les llev¨® "a solicitar la intervenci¨®n" del supervisor.

Esta versi¨®n de Cajasur como un Robin Hood de los empleados casa poco con sus propias previsiones, sobre todo, porque ahora con la fusi¨®n est¨¢ m¨¢s que nunca en el aire la salvaguarda de todos los puestos de trabajo. La caja de la Iglesia present¨® el 19 de mayo del pasado a?o, un mes antes de su noviazgo con Unicaja, un plan de saneamiento con un dr¨¢stico tijeretazo: contemplaba el cierre de 52 oficinas, la reducci¨®n de 300 empleos (el 10% de su plantilla) y un ajuste econ¨®mico para afrontar la morosidad de 400 millones de euros en un plazo de dos a?os.