El hombre que cambi¨® la sonrisa por dos Copas de Europa
Txiki Begiristain tiene previsto dejar el cargo de secretario t¨¦cnico del Bar?a el 30 de junio tras defender un estilo de juego que ha reportado al club 12 t¨ªtulos en siete a?os
El primero en intuir que aquel cr¨ªo menudo e inquieto llegar¨ªa lejos fue el t¨ªo Juan, en Lauztigarakoa, el caser¨ªo familiar de los Mugika, en el Goiherri, puro coraz¨®n de Guip¨²zcoa "Este cr¨ªo es listo y aprende r¨¢pido", dijo el aldeano, en euskera, claro, al hablar del aquel chaval que orde?aba vacas con la misma facilidad que guardaba las ovejas. Lo que no imagin¨® nunca es que Aitor Begiristain Mugika (Olaberria, 1965) har¨ªa carrera, s¨ª, pero en el f¨²tbol. Primero como jugador -Real Sociedad, Barcelona, Deportivo y Urawa Red, japon¨¦s- y despu¨¦s como secretario t¨¦cnico del Bar?a, cargo que ha ocupado las ¨²ltimas siete temporadas.
Joan Laporta cambi¨® tres veces de directiva en esos siete a?os -le abandonaron 15 miembros de la junta-, una de director general y otra de entrenador; perdi¨® contacto con ¨ªntimos amigos, se separ¨® de su esposa, engord¨® y grit¨® a los socios que estuvieran al loro, que no se dejaran enga?ar. Pero nunca se plante¨® cambiar de secretario t¨¦cnico. "Fichar a Txiki es la mejor decisi¨®n que he tomado en mi mandato", sostiene el presidente, que siempre hizo caso a Johan Cruyff. "Es listo, conoce el club y es honrado", le recomend¨® el hoy presidente de honor del club cuando Laporta se present¨® a las elecciones con Lluis Bassat en 2000. "Mira si es listo que, cuando jugaba en la Real, diluviaba en San Sebasti¨¢n y Atotxa era un pastizal, Txiki terminaba los partidos limpio, sin barro", explica Charly Rexach.
"Me he avinagrado. Cada vez me r¨ªo menos", dice el mejor fichaje de Laporta
"Es tan listo en el despacho como lo era en el campo", afirman en el cuerpo t¨¦cnico
Txiki ha recibido m¨¢s palos que flores. Muchos los asumi¨® en funci¨®n de que siempre tuvo claro que era un hombre de club. Pero el caso es que cuatro Ligas, una Copa del Rey, tres Supercopas de Espa?a, dos Copas de Europa, una Supercopa de Europa y el primer Mundial de clubes del Bar?a justifican que se sienta orgulloso de su gesti¨®n. Cogi¨® un equipo que llevaba cuatro temporadas sin ganar t¨ªtulo alguno y lo dejar¨¢ se?alado como el mejor de la historia tras ganar seis consecutivos con Pep Guardiola como entrenador.
El fichaje de Guardiola, compa?ero suyo en el dream team, es seguramente su mejor legado, una apuesta personal de Txiki, que, al final, recibi¨® el apoyo del vicepresidente deportivo Marc Ingla. "Mirad si Txiki lo ha hecho bien que me fich¨® a m¨ª", brome¨® Guardiola el d¨ªa que alab¨® al vasco. "Su trabajo ha sido extraordinario. Pensando en el bien del club, me gustar¨ªa que continuara", sostiene.
Empe?ado en convertir al Bar?a en lo que es hoy, un ejemplo de modelo deportivo de ¨¦xito, Txiki ha cambiado la sonrisa por dos Copas de Europa. "Me he avinagrado. Cada vez me r¨ªo menos", admite un tipo que de futbolista era como un globo: aparec¨ªa en todas las fiestas. "La responsabilidad", le justifica Mara Armendaritz, con la que comparte su vida desde los tiempos de la Real, la madre de sus dos hijos y, seg¨²n los amigos de Aitor, la mejor decisi¨®n que ha tomado Txiki.
Puede que haya perdido esa capacidad tan suya para echarse unas risas con cualquier excusa y puede que haya subido su h¨¢ndicap en el golf por falta de pr¨¢ctica, pero Txiki sigue sintiendo p¨¢nico ante una serpiente y mantiene intacta su capacidad para emocionarse. No en vano, es conocido por su facilidad para llorar. Cuentan que en 1992, el d¨ªa antes de la final de la Copa Intercontinental, Begiristain protagoniz¨® una escena inolvidable en la habitaci¨®n del hotel japon¨¦s que compart¨ªa con Witschge: "No ten¨ªa ni idea de ingl¨¦s, pero, viendo ET en versi¨®n original, los dos terminaron llorando como ni?os".
A Txiki se le vio emocionado en Barajas al abrazarse a Laporta tras el 2-6 en el Bernab¨¦u, partido que vio en un hotel de Madrid con su familia porque era el cumplea?os de su hijo y a Begiristain no le gusta llev¨¢rselo al campo. Y tambi¨¦n se apreci¨® su emotividad en Roma hace un a?o. "Aquel triunfo lo sinti¨® muy suyo y con raz¨®n", dice el vicepresidente Albert Perr¨ªn. De hecho, su mayor orgullo en estos a?os, al margen de los t¨ªtulos, remite a alguno de los mensajes de felicitaci¨®n que recibi¨® aquella noche.
Sorprendentemente, Txiki, que viv¨ªa las previas de los partidos con absoluta relajaci¨®n cuando jugaba, resulta insoportable antes de los encuentros desde que es secretario t¨¦cnico. "Sube, baja, entra, sale, no para", explican sus colaboradores. "Es muy responsable", insisten en los despachos, donde, cuentan, es muy raro verle enfadado. "Tiene car¨¢cter y se cabrea, pero es poco vehemente: se mete en su despacho y se lo come solito", explica Luis Lainz, uno de sus colaboradores en el departamento que no se corta al se?alar a Txiki como el mejor jefe que ha tenido desde que Josep Llu¨ªs N¨²?ez le contratarara en 1996. "Es el superjefe", insiste. Lainz se?ala a Txiki como un tipo tremendamente positivo: "Para ¨¦l, la palabra problema es sin¨®nimo de soluci¨®n".
"Delega, respeta, consulta, da confianza, pero asume las decisiones con la responsabilidad del cargo y es tan listo en el despacho como lo era en el campo", explica Pepe Costa, miembro del cuerpo t¨¦cnico. "Nariz, tiene mucha, aunque sea feo decirlo", resume el director del ¨¢rea de f¨²tbol, Ra¨²l Sanlleh¨ª, que ha trabajado codo a codo con Txiki los ¨²ltimos tres a?os. "Por conocimiento del f¨²tbol, idea del modelo y capacidad de trabajo, es perfecto para el cargo", dice Sanlleh¨ª, que le elogia tambi¨¦n por su intuici¨®n y paciencia: "Sabe esperar. Ser¨ªa un gran jugador de p¨®quer porque nunca se precipita". Joan Patsy, quien le present¨® a Cruyff, discrepa: "Me pone de los nervios. Era el m¨¢s pirata entre los piratas en el vestuario. Pero en los despachos ha sido demasiado honrado. En un mundo de tramposos, ha sido demasiado correcto".
Txiki est¨¢ a punto de cerrar siete a?os enormes. Dif¨ªcilmente se dejar¨¢ convencer por alguno de los candidatos que aspiran a suceder a Laporta el 13 de junio, aunque alguno asegura que cuenta con ¨¦l. Est¨¢ por ver qu¨¦ har¨¢, pero seguro que con ¨¦l se llevar¨¢ los dos amuletos que guarda en la cartera: un viejo billete de una peseta y una tarjeta con un tr¨¦bol de cuatro hojas y un lema en el reverso -Cree en tus compa?eros, cree en ti mismo. Podemos, somos los reds- que le acompa?a desde que jug¨® en Jap¨®n. Montse Vilardell, su secretaria, se emociona si le da por pensar que a partir del 30 de junio ya nadie le dir¨¢ "?a¨²pa!" y no escuchar¨¢ el grito de "Bon d¨ªa, Catalunya" porque Txiki ya no ser¨¢ su jefe. Le a?orar¨¢. No ser¨¢ la ¨²nica.
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