Vigilando el parque G¨¹ell

Cuando Eusebi G¨¹ell pens¨® crear en el antiguo municipio de Gr¨¤cia una urbanizaci¨®n exclusiva, proyectada como un parque rodeado de un muro y un servicio de porter¨ªa, en la que vivir¨ªan 60 familias, pens¨® en su arquitecto de cabecera, Antoni Gaud¨ª. En 1900 el de Reus comenz¨® a urbanizar los terrenos y construy¨® los elementos comunes, como los pabellones de entrada, la escalinata y la sala hip¨®stila destinada a lugar de encuentro. Las condiciones restrictivas para construir hicieron que la burgues¨ªa buscara otros lugares para levantar sus residencias y que la iniciativa fracasara.

En 1994 la Casa del Guarda, situada en la entrada del parque por la calle de Olot, fue sometida a una restauraci¨®n que le devolvi¨® su aspecto original. El s¨¢bado, este edificio de planta el¨ªptica y paredes sinuosas y encaladas de vivos colores reabrir¨¢ sus puertas para explicar el parque y la Barcelona modernista que el t¨¢ndem G¨¹ell-Gaud¨ª ayud¨® a configurar a principios del siglo XX. Donde Gaud¨ª cre¨® una cocina, cuatro dormitorios y un desv¨¢n, el Museo de Historia de Barcelona -que gestionar¨¢ el edificio- ha instalado la exposici¨®n G¨¹ell, Gaud¨ª y Barcelona, la expresi¨®n de un ideal urbano, cuyas comisarias son Mireia Freixa y Mar Leniz.El rumor de los cientos de personas que visitaban ayer el parque G¨¹ell, de Antoni Gaud¨ª, imped¨ªa o¨ªr con nitidez las palabras de las personas que interven¨ªan en la presentaci¨®n de la nueva etapa de la Casa del Guarda como centro para interpretar la ciudad modernista. En un momento del acto, la profesora Mireia Freixa se levant¨® de la silla y cerr¨® la ventana.

El a?o pasado visitaron este recinto, declarado Patrimonio de la Humanidad, cuatro millones de personas (el 86% turistas), un n¨²mero que se ha disparado desde 2000. Para controlar el impacto de este aluvi¨®n de personas, sobre todo en la zona monumental, el Ayuntamiento ha manifestado su intenci¨®n de controlar el acceso, una medida que cuando se anunci¨®, a finales de 2009, desencaden¨® la pol¨¦mica, que llev¨® a Imma Mayol, teniente de alcalde de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona, a anunciar en abril que la "medida quedaba congelada".

Responsables de Parques y Jardines creen que la masificaci¨®n impide realizar la visita con calma y que el parque se est¨¢ degradando. "Hay que ejercer alg¨²n tipo de medida que impida el acceso libre; el problema es decidir cu¨¢l", se?alan, y ponen como ejemplo la Alhambra de Granada, que recibe la mitad de visitas al a?o, todas mediante cita previa. El Ayuntamiento ha prometido un plan director para 10 a?os que intentar¨¢ dejar contentos a todos: vecinos, visitantes, operadores tur¨ªsticos y grupos pol¨ªticos. Su coste: 34 millones de euros.

Mientras, miles de personas suben a diario a visitar la obra de Gaud¨ª. La visi¨®n ut¨®pica del arquitecto y su mecenas hizo que el proyecto de ciudad jard¨ªn fracasara. Hoy, el ¨¦xito de p¨²blico hace peligrar la salud de este parque ¨²nico.