Zapatero salva el recorte que le exig¨ªan los mercados, pero pierde todos sus apoyos

Carpe diem. Un solo voto le sirvi¨® a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero para mantener viva la legislatura. Sac¨® adelante el decreto con el mayor recorte de gasto social de la democracia, que incluye la bajada de sueldo de los funcionarios y la congelaci¨®n de pensiones, entre otras medidas. Pero lo hizo en una dram¨¢tica sesi¨®n parlamentaria, de la que estaban pendientes Europa y los mercados internacionales y con consecuencias muy complejas, m¨¢s all¨¢ de la Carrera de San Jer¨®nimo.

El presidente disfruta el d¨ªa, pero s¨®lo lo justo porque ¨²nicamente tuvo los votos de los 169 diputados del PSOE, frente a los 168 que sumaban PP, PNV, ERC, IU, ICV, BNG, NaBai y UPyD y las 13 abstenciones de CiU, Coalici¨®n Canaria y UPN. Est¨¢ m¨¢s solo que nunca, aunque haya superado lo que su entorno equipar¨® a una "moci¨®n de confianza encubierta" y que se asemejaba tambi¨¦n a una moci¨®n de censura sin candidato alternativo. Zapatero respira porque perder esta votaci¨®n le hubiera supuesto poner fin de manera abrupta a la legislatura y quedar en evidencia ante la Uni¨®n Europa y ante el propio Barack Obama, que le pidieron que abordara el recorte para reducir el d¨¦ficit. En ese frente exterior, gana.

Los socios eventuales ayer dan por amortizado tambi¨¦n a Zapatero

La respiraci¨®n puede convertirse en bocanadas si no supera la siguiente prueba, la de la reforma laboral. Si no hay acuerdo con sindicatos y patronal tendr¨¢ que abordar la reforma contra la calle y con exiguas fuerzas en el Parlamento. Zapatero respira, pero se deja jirones en el empe?o porque los tres partidos que con su abstenci¨®n le ayudaron a no perder la votaci¨®n m¨¢s complicada de la legislatura le lanzaron reproches tan duros como llegar a darle por amortizado como presidente. CiU, CC y UPN pusieron por delante la responsabilidad de no provocar una convocatoria anticipada de elecciones, aunque rechazan frontalmente el decreto, especialmente la congelaci¨®n de las pensiones y han tenido que superar dur¨ªsimos debates internos. No tiene quien le auxilie con respiraci¨®n asistida en caso de emergencia. "Se acab¨® su etapa como presidente. Haga los deberes que le imponen desde fuera y la reforma laboral. Deshaga todo lo que ha hecho mal, que no es poco. Y cuando lleguen los Presupuestos y no pueda sacarlos adelante, convoque usted elecciones que es lo que espera y necesita este pa¨ªs", le dijo Josep Antoni Duran. La del portavoz de CiU fue la intervenci¨®n del d¨ªa por lo decisivo de sus 10 votos, por su contundencia y por el emplazamiento a poner fin a la legislatura en 2011.

"El momento requiere patriotismo con may¨²scula", asegur¨® Ana Oramas (CC), indignada por tener que pasar el trago de permitir con su abstenci¨®n la aprobaci¨®n del recorte. "P¨®nganse a trabajar y a gobernar mejor. Por favor, no nos hagan pasar otro bochorno planetario", resumi¨® Carlos Salvador (UPN), con un discurso que sonaba a "no abuse m¨¢s de nuestra paciencia".

El portavoz de CiU y Mariano Rajoy hicieron en el fondo el mismo discurso, pero con una diferencia sustancial: el nacionalista antepuso a las elecciones y el final de Zapatero las consecuencias para Espa?a del rechazo del decreto. En cambio, Rajoy fue coherente con lo que ha hecho toda la legislatura: hacia La Moncloa, a lomos de la crisis. Duran explic¨® que se abstuvo y no vot¨® en contra porque los mercados castigar¨ªan a Espa?a y "ser¨ªa dif¨ªcil emitir deuda p¨²blica". Y anunci¨® que har¨¢ lo posible para evitar la congelaci¨®n de pensiones. Pero Rajoy no pudo resistir la tentaci¨®n de intentar hacer caer a Zapatero.

La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, acudi¨® con la apariencia doliente que requer¨ªa el trago de defender lo que calific¨® como "medidas dolorosas pero inevitables". Y las caras de preocupaci¨®n de los socialistas y los corrillos de destacados ministros en el bar reservado del hemiciclo, a salvo de las miradas de los periodistas, reflejaban la gravedad del d¨ªa. Planeaba el final de la legislatura y hasta los enfermos acudieron a votar. A Zapatero se le borr¨® la sonrisa de la cara y sigui¨® el debate como mero espectador, con las mand¨ªbulas apretadas. Al presidente se le escapa gran parte de su fuerza pol¨ªtica y los socios potenciales pusieron a?os luz de distancia. Sale d¨¦bil porque el PNV, que apoy¨® sus ¨²ltimos Presupuestos, le abandona en este trance y su diputado Pedro Azpiazu le dijo que "la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno ha sido err¨¢tica, confusa y en muchas ocasiones equivocada". Duran le advirti¨® de que no cuente con ellos para los pr¨®ximos Presupuestos y CC no oculta que la compa?¨ªa del PSOE le resulta muy inc¨®moda. "Votamos ¨²nicamente para salvar a Espa?a de la quiebra, no para hacernos part¨ªcipes de sus irresponsabilidades. Solo usted y su irresponsabilidad nos metieron en esta situaci¨®n", le dijo Ana Oramas. Con la izquierda ya no puede contar.

Con raz¨®n dijo Zapatero a la salida que trabajar¨¢ "para que las nuevas reformas e iniciativas puedan tener m¨¢s confianza parlamentaria". Para la esperanza le queda que por medio est¨¢n las elecciones catalanas y CiU puede variar su posici¨®n y que el PNV se aprest¨® a aclarar que no tiene cerrada la puerta a futuros acuerdos. Carpe diem.