Dorothy Provine, primera Bonnie Parker del cine
Lleg¨® al estrellato tras interpretar a la emblem¨¢tica atracadora de bancos
Dorothy Provine aprendi¨® a bailar el charlest¨®n cuando era solo una ni?a, utilizando como improvisada falda de tubo la funda de su almohada. Actriz de cine y televisi¨®n, fue la primera en interpretar a una de las mujeres m¨¢s emblem¨¢ticas del siglo XX estadounidense: Bonnie Parker, ladrona de bancos tras el crash del 29. Fallecida el 2 de mayo a los 75 a?os, Provine vivi¨® su gran momento en la d¨¦cada de los cincuenta, cuando era la belleza rubia que cautivaba desde la pantalla a un pa¨ªs todav¨ªa no acostumbrado a las chicas malas.
Nacida en las proximidades de Seattle (1935), acapar¨® coronas como Reina de la Belleza en el instituto y se convirti¨® en la despampanante azafata de una televisi¨®n local. Se encargaba de sonre¨ªr y entregar premios a los ganadores de los concursos. Hasta que lleg¨® el d¨ªa en que se hart¨® de ser una rubia m¨¢s. Hizo la maleta y cogi¨® el primer bus hacia Hollywood, donde solo tard¨® tres d¨ªas en conseguir trabajo como secundaria. En un a?o protagonizaba su primer filme, La historia de Bonnie Parker (1958). Metralleta en mano, bord¨® el papel nueve a?os antes de que Arthur Penn hiciese su versi¨®n, Bonnie & Clyde, con Warren Beatty y Faye Dunaway como la pareja de criminales m¨¢s admirada por los pobres de la Gran Depresi¨®n.
Fascinaba al p¨²blico con su dominio del charlest¨®n y su est¨¦tica a?os veinte
Fue pareja de Glenn Ford e hizo campa?a para John F. Kennedy
En sus primeros tiempos particip¨® en proyectos que tuvieron gran ¨¦xito de audiencia, por lo que adquiri¨® fama de talism¨¢n en el mundillo. Fue la mujer de Jack Lemmon en Pr¨¦stame a tu marido (1964), con el que coincidi¨® tambi¨¦n en La carrera del siglo (1965), un rotundo fracaso de taquilla que rompi¨® su buena racha. La televisi¨®n la reflot¨® y la permiti¨® recuperar el pasatiempo de su infancia cuando se meti¨® en la piel de una estrella de cabaret en Los violentos a?os 20. Desde entonces, el p¨²blico estadounidense siempre la asoci¨® con Pinky Pinkham, bailarina de charlest¨®n que entreten¨ªa a los borrachos de la ley seca con sus labios de carm¨ªn y sus gorritos de lentejuelas. Siempre en la peque?a pantalla, fue la coqueta cantante de saloon que seduc¨ªa a Roger Moore durante la fiebre del oro en The Alaskans.
Alternaba sin complejos superproducciones como El mundo est¨¢ loco, loco, loco (1963), con Spencer Tracy, y excentricidades de serie B al estilo de La novia de 9 metros (1959), donde, dirigida por el c¨®mico Lou Costello (que acababa de romper con su pareja art¨ªstica, Bud Abbott), crec¨ªa hasta convertirse en la mujer m¨¢s alta del mundo. Esta ¨²ltima pel¨ªcula conserva un ins¨®lito r¨¦cord: en ella aparece la mano de papel mach¨¦ (una de las del personaje de Provine) m¨¢s grande de la historia del cine.
Amiga de Frank Sinatra, pareja de Glenn Ford y del hijo de Alan Ladd, fue una habitual de las revistas del coraz¨®n hasta que se cas¨® con el director brit¨¢nico Robert Day en 1968. En los ochenta se retir¨® a la isla de Bainbridge, frente a las costas de su Seattle natal, y fue deslig¨¢ndose del mundo del espect¨¢culo a medida que dedicaba m¨¢s tiempo a cuidar de su jard¨ªn y sus perros.
S¨ªmbolo de una ¨¦poca en la que todo era divertido e inocente, antes de que una bala pusiese fin a la era Kennedy (por el que hizo campa?a), Provine dec¨ªa a los productores que no hab¨ªa nadie que pudiese bailar el charlest¨®n m¨¢s deprisa que ella. Para convencer a un director especialmente reticente, le explic¨® su truco: "Es f¨¢cil, tienes que entrenar con discos de 33 revoluciones por minuto... pero poni¨¦ndolos a 78". No hizo menci¨®n a las fundas de almohada.
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