Tetas voladoras
Un verdadero regalo, estas Mamelles de Tir¨¦sias que el Liceo ha estrenado con un retraso de m¨¢s de 60 a?os sobre su primera representaci¨®n en Par¨ªs, en 1947. Y una verdadera pena que esas tetas voladoras y descacharrantes de Ther¨¨se/Tir¨¦sias se muestren en dos ¨²nicas funciones, por cuadraturas de calendario. Tal vez se retome el t¨ªtulo en pr¨®ximas campa?as. Ojal¨¢.
Esta ¨®pera vale la pena en primer lugar por el voluptuoso verso de Guillaume Apolinaire. El poeta se invent¨® el t¨¦rmino surr¨¦aliste (en realidad, "sobrerrealista", m¨¢s que "surrealista") para definir su drama, estrenado en 1917. Y en el prefacio dej¨® escrito qu¨¦ entend¨ªa por ello: "Cuando el hombre quiso imitar el movimiento, cre¨® la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Hizo as¨ª surrealismo sin saberlo". ?l se inventa a una mujer fuerte y contestataria, que quiere dejar los hijos, las tareas dom¨¦sticas y hasta sus atributos femeninos para convertirse en hombre y mandar, y a un marido que decide ser mujer y dar a luz muchos hijos, tantos como 40.049 en un solo d¨ªa. Voil¨¤! Teatro, pues, natalista, pero menos absurdo de lo que en principio parece: Apollinaire estren¨® la pieza en plena I Guerra Mundial y Poulenc escribi¨® la partitura al final de la II Guerra Mundial, momentos en que la necesidad de repoblar Francia de j¨®venes se sent¨ªa como acuciante.
LES MAMELLES DE TIR?SIAS
de F. Poulenc, sobre un texto de G. Apollinaire. Int¨¦rpretes: M. Bayo, G. Berm¨²dez, D. Men¨¦ndez, M. Esteve Madrid, T. Guldbrandsoy. Orquesta Sinf¨®nica del Liceo y Cor Madrigal. Direcci¨®n esc¨¦nica: E. Sagi. Direcci¨®n musical: J. Vicent. Liceo, Barcelona, 27 de mayo.
El compositor se consideraba especialmente dotado de o¨ªdo pros¨®dico y lo demostr¨® con creces en esta ¨®pera que respira antidogmatismo por todos sus poros y hasta banalidad por varios de ellos, una banalidad convertida finalmente en material art¨ªstico de vanguardia. La m¨²sica no se impone nunca como sistema -al modo de Wagner o Sch?nberg-, sino que bebe de muchas fuentes, sin jam¨¢s recurrir a la cita literal: valses, polcas, pasodobles, zardas, cupl¨¦s de music-hall y hasta cantatas de inspiraci¨®n barroca se suceden a un ritmo trepidante en el que siempre brilla la palabra. El resultado es de una elegancia de limpia extracci¨®n francesa.
Emilio Sagi se contagia a fondo de la libertad de la obra y propone un montaje descaradamente rosa y pop-almodovariano en el que se?orea la ambig¨¹edad sexual. Se incluye, por cierto, un desnudo integral masculino, yo dir¨ªa que el primero que se ha visto en el Liceo. Ni el m¨¢s leve signo de protesta por parte del p¨²blico, al contrario: muchas carcajadas y al final largos aplausos.
Finalmente estas Mamelles valen la pena por la interpretaci¨®n. Mar¨ªa Bayo ofrece una/un Th¨¨rese/Tir¨¦sias de gran calibre. La voz se la ha ensanchado, por lo que afronta la parte, nada f¨¢cil, con una pasmosa seguridad. Pero la soprano arrastra sobre todo por su conocido desparpajo esc¨¦nico y la vitalidad que insufla al personaje. Le da la r¨¦plica de marido maternal un Gabriel Berm¨²dez de voz transparente por la que fluyen gozosas las palabras de Apollinaire. Buen nivel el resto del reparto, con especial menci¨®n del director de pista-gendarme (?sale de todo en esta gran farsa!) incorporado por David Men¨¦ndez. Efectiva la direcci¨®n musical de Josep Vicent y buenas prestaciones del Cor Madrigal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.