Tambi¨¦n existe la evasi¨®n
Hoy puede ser un d¨ªa estupendo en Madrid para recuperarnos de los co?azos y disgustos que nos dan los pol¨ªticos. Nos van a volver ustedes tarumbas. Adem¨¢s, el Congreso se infiltra en los bares, que se encargan de magnificar los disparates de los esca?os. En los bares hay mucha gente que pregona a grito pelado con fluidez e ignorancia la soluci¨®n a todos nuestros males.
Pero hoy podemos huir de ellos con una ruta extra?a. Por la ma?ana, karaoke gigante en la Gran V¨ªa. Los karaokes son muy divertidos sin subir al escenario; solo con observar la osad¨ªa del personal. Hay de todo: desde los muy preparados y con voz bien timbrada, hasta los que no tienen ni idea, pero el alcohol y la afici¨®n les obligan a subir, ejecutar a Frank Sinatra y hacer el rid¨ªculo, de una forma que cabr¨ªa en cualquier pel¨ªcula de los Hermanos Marx.
Y esas cosas provocan carcajadas montaraces en el p¨²blico. Por culpa de una carcajada pertinaz que me atac¨® hace a?os en un karaoke, me dio una taquicardia y me tuvieron que llevar a urgencias muerto de risa. Luego resucit¨¦, faltar¨ªa m¨¢s.
Despu¨¦s de la karaokada, un buen paseo por el Retiro y te infiltras en la Feria del Libro, donde te podr¨¢s evadir por miles de pa¨ªses sin moverte de una caseta. Y para evadirte m¨¢s, mira a ver si encuentras un libro fant¨¢stico, Gu¨ªa de lugares imaginarios, de Alberto Manguel y Gianni Guadalupe (Alianza Editorial, 1992). Esos lugares est¨¢n todos ellos perfectamente documentados en grandes obras de la literatura universal, y con una sorprendente cartograf¨ªa de James Cook. Es un libro ideal para ir con ¨¦l a la cama, abrir cualquier p¨¢gina al azar y dormir donde te toque. Ayer me qued¨¦ dormido en la Isla de las Industriosas Abejas, en el mar Tirreno. Ni siquiera so?¨¦ con ning¨²n pol¨ªtico.
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