Un cl¨¢sico de la dinast¨ªa Song contra estereotipos modernos
Patrick Sommier, parisino de pura cepa, se considera un "exiliado". Especialista del teatro ruso, ha pasado largas temporadas en Mosc¨² y conoce bien Italia y Estados Unidos. Le gustan los horizontes lejanos, como queda reflejado en las programaciones del centro cultural MC93 de Bobigny, en la periferia norte de Par¨ªs, que dirige desde 2000. Ah¨ª present¨® en 2005 su primer espect¨¢culo realizado con los alumnos de la Escuela de la ?pera de Pek¨ªn. Este a?o ha repetido la experiencia con Al borde del agua, que hoy se estrena en Espa?a en el Festival de Oto?o en primavera de Madrid.
Unas amistades comunes le pidieron a Sommier trabajar con los alumnos chinos. "Todos los prejuicios que ten¨ªa sobre lo que puede ser una escuela de arte en China, y de hecho sobre China, desaparecieron en cuanto pis¨¦ el pa¨ªs". Se esperaba una disciplina de hierro y pocas risas. Se encontr¨® con el ambiente propio de un campus, "con cr¨ªos que hacen un trabajo duro, pero que no dejan de ser cr¨ªos, hacen travesuras, juegan y tienen una relaci¨®n amistosa con los profesores".
Con Al borde del agua, el director ataca un cl¨¢sico de la literatura china. De la obra de casi 3.000 p¨¢ginas, ambientada en los ¨²ltimos a?os de la dinast¨ªa Song, a finales del siglo XII, da unas pinceladas a trav¨¦s de la historia de siete de sus personajes. Aunque la novela sirve tambi¨¦n de pretexto para presentar el trabajo de la escuela. "Hay dos protagonistas: el libro y la escuela", dice. Al relato se suman as¨ª las an¨¦cdotas contadas por los profesores sobre c¨®mo actuaban hace d¨¦cadas y las escenas en las que se muestran los ensayos de la escuela.
Sommier espera sobre todo acercar la cultura de aquel pa¨ªs al gran p¨²blico occidental y huir de los estereotipos. "Cuando se habla de China a los ni?os se presenta como el pa¨ªs del kung-fu y de las pel¨ªculas en las que todos saltan por todas partes, y para los adultos es el pa¨ªs de las deslocalizaciones y de las camisetas baratas. Es tan reductor... China es uno de cada cinco seres humanos. Podr¨ªamos preguntarnos qui¨¦nes son y qu¨¦ hacen. Y resulta que es una de las culturas m¨¢s bonitas que existen".
Pese a todo, reconoce que entrar en el arte de la ?pera de Pek¨ªn, en la que se mezclan la m¨²sica, el baile, el teatro y la acrobacia, es dif¨ªcil para el p¨²blico europeo. "Es verdad que en un gran pa¨ªs musical como Espa?a ser¨¢ muy dif¨ªcil escuchar m¨²sica china. Para quien le guste el cante jondo, el canto chino es muy extra?o", admite. "Pero hay que tener la curiosidad, entender que es una convenci¨®n diferente y buscar la belleza. Espero que el p¨²blico de Madrid har¨¢ ese peque?o esfuerzo y ser¨¢ recompensado".
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