Israel contin¨²a rechazando la paz
Hace unos d¨ªas, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperaci¨®n de Espa?a explicaba por qu¨¦ se hab¨ªa aplazado la cumbre de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo que deb¨ªa haberse celebrado bajo presidencia espa?ola el 7 de junio: "No nos podemos permitir el lujo de celebrar una cumbre sin resultados". Y no habr¨ªa resultados porque la pervivencia del conflicto israelo-palestino lo hace imposible. Es algo que ha lastrado desde su inicio el ambicioso proceso de Barcelona lanzado por Espa?a en 1995.
Moratinos confiaba en que, despu¨¦s de los cuatro meses previstos para negociaciones indirectas israelo-palestinas, "si, como todos deseamos, ambas partes empiezan a negociar directamente, estaremos ante una situaci¨®n de optimismo que permitir¨ªa dar un mayor empuje a la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo".
Es la hora de que el mundo, con EE UU y la UE al frente, imponga el nacimiento del Estado palestino
Vana esperanza, tras la matanza de civiles llevada a cabo por las "fuerzas de Defensa" israel¨ªes en su asalto a la llamada flotilla de la libertad, el peque?o convoy humanitario que pretend¨ªa contribuir a aliviar la m¨ªsera y desesperada situaci¨®n de un mill¨®n y medio de palestinos acorralados por Israel en Gaza.
?Negociaciones de paz israelo-palestinas? El ministro Moratinos recordar¨¢ muy bien que, durante a?os, cada vez que se ha vislumbrado la posibilidad real de un acuerdo conducente a la paz y al establecimiento de un Estado palestino, Israel ha llevado a cabo un acto violento (normalmente el asesinato de alg¨²n dirigente palestino relevante) y forzado la ruptura de toda conversaci¨®n por parte palestina.
Muy probablemente algo similar ocurrir¨¢ ahora. Aunque esta vez se les ha ido la mano. Con 60 nacionalidades distintas a bordo de los barcos asaltados, bien puede hablarse de crimen contra la humanidad, al menos en sentido figurado. A partir de esta barbaridad, hay dos opciones. O bien la tan cacareada comunidad internacional (UE incluida) contin¨²a como de costumbre sin hacer nada eficaz y permite que Israel siga violando el derecho internacional, o bien reacciona e impone una paz justa, que implica el fin de la ocupaci¨®n israel¨ª y el establecimiento de un Estado palestino viable. Sin m¨¢s dilaci¨®n, pretexto o excusa alguna.
Sin embargo, Israel ha demostrado que solo quiere una paz con sumisi¨®n, injusta, una contradictio in natura que lleva a la guerra. Y, por supuesto, ha dado pruebas m¨¢s que suficientes de que no quiere un Estado palestino viable, ni tan siquiera en el 22% del territorio de la Palestina hist¨®rica, que es a lo que ha quedado reducida la reivindicaci¨®n palestina.
No solo el imperativo de hacer justicia al pueblo palestino, sino tambi¨¦n la necesidad de lograr la paz y estabilidad en Oriente Pr¨®ximo y evitar una nueva convulsi¨®n de imprevisibles consecuencias, obligan a imponer la paz. Y eso solo puede hacerlo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es imprescindible, naturalmente, la cooperaci¨®n de Washington, que, tradicionalmente, ha impedido con su veto el progreso hacia una paz genuina. Si bien en su reuni¨®n de urgencia el Consejo no ha emitido, en mi opini¨®n, una condena suficientemente contundente, al menos a ella se ha sumado Estados Unidos. Es s¨®lo un primer paso que debe ser seguido por otros, firmes, decididos y ejemplarizantes, si Obama quiere evitar que la ya casi desaparecida ilusi¨®n que su discurso de hace un a?o en El Cairo suscit¨® en la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe y musulmana se desvanezca por completo.
?De qu¨¦ forma podr¨ªa cooperar la UE a hacer avanzar la justicia y, consecuentemente, la paz y la estabilidad en el ¨¢rea? En mi opini¨®n, pasando de la ayuda humanitaria a los palestinos (importante) a la ayuda pol¨ªtica, esto es, a la acci¨®n pol¨ªtica (indispensable). ?Es capaz, tiene voluntad pol¨ªtica, existe una Uni¨®n a 27?
Ante el despiadado trato recibido de Israel por la flotilla de la libertad, numerosas voces claman por la suspensi¨®n del Acuerdo de Asociaci¨®n que la UE e Israel mantienen. El art¨ªculo 2 de dicho acuerdo contiene (como todos los que firma la Uni¨®n con pa¨ªses terceros) la denominada cl¨¢usula de derechos humanos: "Las relaciones entre las partes estar¨¢n basadas en el respeto a los derechos humanos y los principios democr¨¢ticos, que gu¨ªa su pol¨ªtica nacional e internacional y que constituye elemento esencial de este acuerdo".
No parece que el Gobierno de Israel preste excesiva atenci¨®n al art¨ªculo 2. No obstante, antes de pronunciarse, es de rigor escuchar a las partes. De ah¨ª que lo sensato y justo -antes de preconizar su suspensi¨®n- sea convocar el llamado Consejo de Asociaci¨®n del Acuerdo para dilucidar el asunto y comprobar si Israel ha conculcado el art¨ªculo 2. ?Tiene la UE voluntad pol¨ªtica para ello?
Coda.- El Gobierno israel¨ª est¨¢ nervioso porque la ONU acaba de pedir un Oriente Pr¨®ximo libre de armas nucleares (que Israel no reconoce poseer) y ha exigido inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares. Y sobre todo porque Estados Unidos no se ha opuesto tajantemente a dicha demanda.
No est¨¢ de m¨¢s recordar aqu¨ª una significativa frase de un israel¨ª sensible y prudente, el literato David Grossman: "Tenemos docenas de bombas at¨®micas, tanques y aviones. Nos enfrentamos a gentes que no poseen ninguna de estas armas. Y, sin embargo, en nuestras mentes, continuamos siendo v¨ªctimas. Esta incapacidad de percibirnos a nosotros mismos en relaci¨®n a otros constituye nuestra principal debilidad".
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a y eurodiputado socialista.
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