Am¨¦rica Latina levanta la cabeza
Junto a los claros beneficios de un ejercicio conjunto de reflexi¨®n y posicionamiento, la cumbre Uni¨®n Europea, Am¨¦rica Latina y Caribe, celebrada en Madrid, revel¨® una vez m¨¢s la debilidad institucional de Latinoam¨¦rica, por su carencia de mecanismos permanentes de concertaci¨®n y, por consiguiente, de planteamiento y de propuesta. No obstante, en esos d¨ªas -y dentro y fuera de la cumbre- se registraron de parte latinoamericana in¨¦ditos logros y pronunciamientos que podr¨ªan indicar el inicio de un nuevo rumbo de autonom¨ªa conceptual y pol¨ªtica de parte de los pa¨ªses de la regi¨®n.
El Brasil de Lula entr¨® a jugar con los grandes de la diplomacia mundial cuando, junto con Turqu¨ªa, ambos miembros del Consejo de Seguridad acordaron con Ir¨¢n el enriquecimiento del uranio iran¨ª en territorio turco. Pese a su ¨¦xito, la atrevida maniobra irrit¨® a Estados Unidos, que reservaba esa funci¨®n para potencias m¨¢s comprometidas, como Francia y Rusia, y que, en consecuencia, prosigui¨® con su plan de aplicar a Ir¨¢n un nuevo paquete de sanciones.
Los inmigrantes en Espa?a est¨¢n creando una conciencia de latinoamericanidad solidaria
Simult¨¢neamente, la presidenta argentina Cristina Kirchner advirti¨®, con inusitada energ¨ªa, a las naciones industrializadas que no hagan pagar el coste de sus crisis econ¨®micas a los inmigrantes latinoamericanos, que contribuyen a la generaci¨®n de su riqueza, mientras que el presidente peruano conmin¨® a los pa¨ªses desarrollados a no inundar de armas a Latinoam¨¦rica en provecho de sus intereses comerciales y en perjuicio del desarrollo econ¨®mico y social y la lucha contra la pobreza de los pa¨ªses latinoamericanos.
El nuevo presidente chileno, Sebasti¨¢n Pi?era, anunci¨® coincidentemente su intenci¨®n de modificar la ley que destina el 10% de los ingresos de la exportaci¨®n de cobre chileno a la compra de armas. Cuando el precio del cobre subi¨® de 0,26 d¨®lares a 3,61 d¨®lares la libra, esa asignaci¨®n se convirti¨® en una suma colosal, con la que se financi¨® un armamentismo desbocado que desestabiliz¨® a la regi¨®n, desat¨® una costosa carrera armamentista y gener¨® un dispendio de recursos que, frente al reto del terremoto, Chile opta ahora por dirigir primordialmente hacia la reconstrucci¨®n.
Por esos mismos d¨ªas, el presidente mexicano, Felipe Calder¨®n, se?al¨® al Congreso de Estados Unidos, con firmeza y severidad sin precedentes, la directa responsabilidad que cabe a esa naci¨®n en el narcotr¨¢fico mundial, por su culposo fracaso en contener el consumo de drogas, que ha convertido a M¨¦xico en un sangriento campo de batalla, donde los c¨¢rteles se disputan el acceso al codiciado e impune mercado norteamericano. No es coincidencia el que todos los grandes narcotraficantes hayan sido capturados en Latinoam¨¦rica pero ninguno en la poderosa naci¨®n del norte. Y la ni?a peruana que lleg¨® al coraz¨®n de Michelle Obama al plantearle cara a cara el drama del inmigrante indocumentado cuando, junto a la primera dama de M¨¦xico, visitaba su escuela, ha generado en EE UU un nuevo impulso a la reforma inmigratoria, que los republicanos demoran por temer, no sin raz¨®n, que los 20 millones de indocumentados latinoamericanos se conviertan en votantes dem¨®cratas.
Que la cumbre se celebrara en Espa?a tuvo, al igual de lo que sucede con los 40 millones de inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, un significado y un efecto especiales para Am¨¦rica Latina, porque -as¨ª como las primeras figuras del boom literario latinoamericano descubrieron en Par¨ªs, hace casi medio siglo, que, adem¨¢s de argentinos, colombianos, cubanos, chilenos, guatemaltecos, mexicanos, peruanos y uruguayos, eran tambi¨¦n latinoamericanos- esos millones de inmigrantes encuentran en sus comunes problemas e intereses una identidad que los hermana y que, por encima de sus peculiaridades nacionales, les crea una conciencia de latinoamericanidad que les era desconocida y que, al ser trasmitida a sus colectividades de origen, extiende por el continente esa vocaci¨®n de unidad y de solidaridad, a la vez que ahonda su compromiso de gratitud y de consecuencia con Espa?a y otros pa¨ªses de acogida, que les ofrecen la posibilidad de realizar los sue?os que sus estructuras econ¨®mico-sociales nacionales no les permitieron alcanzar.
El poeta de mi generaci¨®n Jos¨¦ Santos Chocano salud¨® as¨ª a Espa?a al llegar a sus costas en los a?os veinte, con una bella imagen de nuestra relaci¨®n espiritual: "Oh, Madre Espa?a, ac¨®geme en tus brazos, / y al comp¨¢s de mi c¨¢ntico sonoro, / renueva el nudo de los viejos lazos. / Que un anillo de oro hecho pedazos / ya no es anillo, pero siempre es oro".
Hoy, espa?oles y latinoamericanos rehacemos, en otro sentido, ese anillo de oro, con la audacia visionaria de los empresarios espa?oles, el esfuerzo constructivo de nuestros emigrantes y el potencial de una Am¨¦rica Latina, que ahora crece cuatro veces m¨¢s que Europa y que encierra en su seno los recursos del futuro.
Tal vez, alentados por esas realidades y por el ejemplo de la Espa?a moderna, europea y universal, estos pasos de madurez pol¨ªtica refuercen en los latinoamericanos y en sus l¨ªderes la necesaria autoconfianza, la conciencia de su poder conjunto y la fe en su futuro, para empezar a realizar el mandato de unidad que les impone la historia y que empiezan ya a reclamar sus pueblos.
Carlos Alzamora, ex embajador de Per¨² en Estados Unidos y en la ONU, es secretario permanente del Sistema Econ¨®mico Latinoamericano (SELA).
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