La huelga pasa desapercibida

Pocas veces como ayer hubo tanta diferencia entre los datos de seguimiento de una huelga ofrecidos por los sindicatos y no ya la informaci¨®n oficial, sino la percepci¨®n sobre su resultado a pie de calle. Seg¨²n las organizaciones sindicales valencianas, el paro fue seguido por un 72% de los empleados p¨²blicos: 65% en Educaci¨®n, 73% en Sanidad y 87% en Justicia. La Generalitat rebaj¨® el seguimiento global al 5,3%: 15,5% en Justicia, 4,7% en Educaci¨®n y 3,6% en Sanidad. En la Administraci¨®n general del Estado, las centrales hablaron del 60%. El delegado del Gobierno, del 11,7%.

M¨¢s all¨¢ del habitual baile de cifras, la impresi¨®n concreta en pr¨¢cticamente todos los hospitales, colegios, universidades y juzgados consultados por este peri¨®dico fue de normalidad. Salvo excepciones, la proporci¨®n de huelguistas fue insuficiente para alterar los servicios p¨²blicos.

Para los ciudadanos era dif¨ªcil decir, por ejemplo, que hab¨ªa huelga en el hospital La Fe de Valencia o en la Ciudad de la Justicia. Tampoco en los colegios: en seis centros del ¨¢rea de Alicante, solo 13 de los 389 docentes secundaron el paro. Las universidades, donde ya han terminado las clases, registraron, en general, el movimiento t¨ªpico de estas alturas del curso: hubo ex¨¢menes (pocos, porque la mayor¨ªa hab¨ªan sido aplazados preventivamente) y los servicios de biblioteca y secretar¨ªa, en general, funcionaron. La excepci¨®n fue la Universidad de Alicante, que inform¨® de un seguimiento cercano al 85%. La huelga no fue convocada en la mayor¨ªa de los transportes p¨²blicos, lo que merm¨® el potencial global del paro. Y en aquellos donde s¨ª hubo llamamientos (aeropuertos, parte de los ferrocarriles) la incidencia fue baja.

La jornada dej¨® pocos incidentes. Por la ma?ana, centenares de sindicalistas se concentraron ante la puerta de la Delegaci¨®n del Gobierno en Valencia. Lo mismo, a menor escala, sucedi¨® en Alicante: los piquetes recorrieron los centros de trabajo antes de reunirse ante las sedes gubernamentales.

Al par¨®n de la ma?ana le sucedieron las marchas de la tarde. En Valencia, unos 6.000 manifestantes (m¨¢s de 30.000 seg¨²n los sindicatos) anduvieron hasta la sede provisional de la Delegaci¨®n del Gobierno, en la calle de Col¨®n. "Camps a la prisi¨®n, Zapatero dimisi¨®n", fue la consigna m¨¢s escuchada, constantemente interrumpida por petardos, m¨²sica y meg¨¢fonos. Las pancartas de los funcionarios criticaban la soluci¨®n del Ejecutivo respecto a sus sueldos. As¨ª, lemas como "que paguen las crisis quienes las han provocado" o "los trabajadores no somos culpables" se repet¨ªan lona tras lona.

El secretario de Organizaci¨®n de CC OO, Alfonso Arrend¨®, contento por la respuesta de los afiliados a la convocatoria vespertina, justific¨® el escaso seguimiento de la huelga en "la posibilidad de que haya una huelga general pronto y la gente no quiera acumular los parones". En Castell¨®n se manifestaron 7.000 personas, dijeron los sindicatos (2.400, seg¨²n la polic¨ªa). La manifestaci¨®n de Alicante congreg¨® a 10.000 personas seg¨²n los sindicatos (5.000 dijo la polic¨ªa). Entre los c¨¢nticos m¨¢s o¨ªdos: "Qu¨¦ barbaridad, el Gobierno socialista nos quiere recortar".