Residentes con derechos
Lo primero que hay que dejar claro es que el turismo sanitario entendido como "huy, me siento mal, voy a coger un avi¨®n y me voy a Espa?a que me tratan mejor" pr¨¢cticamente no existe. El que est¨¢ enfermo no suele viajar si puede recibir tratamiento cerca de su casa y en su entorno.
Pero eso no quita valor a lo aprobado ayer en el Consejo de Ministros de la UE. Porque lo que s¨ª que hay, y cada vez m¨¢s, son muchos residentes comunitarios que a partir de ahora podr¨¢n elegir d¨®nde se les trata si se ponen malos (y no es una urgencia): en Espa?a o en su pa¨ªs de origen. No son una cifra despreciable. De los 5,7 millones de extranjeros residentes en Espa?a seg¨²n los datos del ¨²ltimo padr¨®n, 2,5 millones son de alg¨²n pa¨ªs de la UE. Y, a¨²n m¨¢s importante, de ellos, 232.000 tienen m¨¢s de 65 a?os, la edad a la que se concentran las demandas al sistema sanitario.
Este grupo ha sido el que m¨¢s ha pesado en el debate de la directiva sobre sanidad transfronteriza. El Ministerio de Sanidad espa?ol calcul¨® en su momento que la propuesta sueca de que fuera el pa¨ªs de residencia el que pagara si un extranjero decid¨ªa volver a su pa¨ªs para tratarse pod¨ªa costar a las arcas espa?olas 2.000 millones de euros. Eso no implica necesariamente que se vaya a producir un ahorro (no es lo mismo no gastar que gastar menos). Aunque en estos momentos el asunto de no aumentar la factura sanitaria sea un argumento clave, la decisi¨®n tiene un enfoque humano que ha quedado un poco apagado.
Y es que con el nuevo modelo, ser¨¢ el residente el que decida. Si quieren tratarse en Espa?a, estar¨¢n en su derecho, porque es donde pagan sus impuestos y sus Gobiernos aportan 300 euros mensuales al Ejecutivo espa?ol para que se haga cargo de ellos. Pero -y este es el matiz importante- si prefieren volverse a su pa¨ªs, tambi¨¦n estar¨¢n en su derecho, y ser¨¢n los Gobiernos respectivos los que asuman el coste.
El otro supuesto que se ha cerrado (que un ingl¨¦s residente en Espa?a quiera ir a un m¨¦dico en Italia, por ejemplo) es tan minoritario que dejar las cosas claras est¨¢ bien, por si acaso, pero no tiene m¨¢s impacto.
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