Rajoy se reafirma y rechaza en Espa?a los recortes de sus socios europeos

Pese al debate previo que hubo en el seno de su partido, con muchas dudas, una vez que Mariano Rajoy decidi¨® votar no a los recortes planteados por el Ejecutivo, todo el PP se ha puesto detr¨¢s de ¨¦l a defender esa apuesta que le ha generado importantes cr¨ªticas, especialmente en el mundo empresarial. Los populares no dudan ya. Ni siquiera ahora que los recortes anunciados por Angela Merkel, la dirigente conservadora a la que, con el franc¨¦s Nicol¨¢s Sarkozy, siempre pone el PP de ejemplo, han servido para que el PSOE atacara la posici¨®n de Rajoy.

El PP ha estudiado las medidas alemanas, y las que se han anunciado en otros pa¨ªses con Gobiernos conservadores, como Italia, Francia o el Reino Unido, para preparar su defensa frente al ataque del PSOE. Y aunque a¨²n no se han visto obligados a responder a muchas preguntas, los populares ya tienen una respuesta socorrida: ninguno de los presidentes conservadores europeos, dicen en privado, ha planteado, como Zapatero en Espa?a, congelar las pensiones.

Esa es la medida que el PP considera m¨¢s impopular -hay ocho millones de pensionistas en Espa?a, una clientela electoral en la que el PP tiene mucha fuerza, al contrario de lo que le sucede con los j¨®venes, aunque la congelaci¨®n afecta solo a los cinco millones que m¨¢s ingresan- y a la que se aferra para justificar su rechazo a unos recortes dr¨¢sticos que reclam¨® sin ¨¦xito durante dos a?os.

Los populares obvian as¨ª todas las dem¨¢s similitudes, a las que se han opuesto en Espa?a pero que no critican en los otros Gobiernos europeos, como la bajada de sueldos a los funcionarios.

Otro de los asuntos que complica la argumentaci¨®n del PP es el hecho de que pr¨¢cticamente todos sus socios del Partido Popular Europeo que gobiernan, angustiados como Espa?a por una ca¨ªda de los ingresos p¨²blicos, est¨¢n planteando de una u otra manera subidas de impuestos, como se puede apreciar en el gr¨¢fico.

La respuesta del entorno de Rajoy, despu¨¦s de un an¨¢lisis r¨¢pido de algunas de las propuestas, especialmente las alemanas, las m¨¢s sonadas, es que esas subidas de impuestos no se han dirigido, como en Espa?a, a los ciudadanos -a trav¨¦s de la subida del IVA, contra la que el PP ha llegado a montar una campa?a en la calle de recogida de firmas-, sino a los bancos o a distintos sectores como el de la energ¨ªa. No es del todo cierto, ya que Alemania ya subi¨® el IVA recientemente y otros pa¨ªses se plantean medidas similares, adem¨¢s del hecho de que Espa?a tiene una de las tasas de IVA m¨¢s bajas de su entorno.

El PP no quiere a¨²n aclarar, hasta conocer la posici¨®n del Gobierno espa?ol, si estar¨ªan de acuerdo con un nuevo impuesto para las transacciones financieras como el que plantea Alemania. Pero sobre todo los dirigentes populares insisten en un argumento: no se puede comparar la situaci¨®n de Espa?a con la de ning¨²n otro pa¨ªs del entorno, porque nadie tiene una tasa del 20% de paro.