"Una falsa creencia de superioridad moral"

Fue el pasado viernes 4 de junio, durante la clausura de la jornada de debate What's next? Next left, organizada por la Fundaci¨® Rafael Campalans y el Partido de los Socialistas Europeos. El presidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla, pronunci¨® un discurso muy cr¨ªtico acerca del papel de la izquierda europea frente a la actual crisis, y emplaz¨® a dicha izquierda a profundos cambios de actitud, a desterrar "algunos vicios que nos han hecho mucho da?o", entre ellos, y en primer lugar, "la arrogancia basada en una falsa creencia de superioridad moral".

El diagn¨®stico resulta tan certero y tan oportuno aqu¨ª y ahora, que cabe especular si el presidente catal¨¢n habr¨¢ llegado a ¨¦l por observaci¨®n directa, por experiencia vivida en el seno de su propio Gobierno de coalici¨®n, y concretamente mirando hacia su izquierda, all¨¢ donde acampa Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa.

El que ICV-EUiA solo pueda gobernar con un tercer tripartito no le da derecho a vetar que otras fuerzas exploren m¨¢s f¨®rmulas

Lo digo porque pr¨¢cticamente todos los posicionamientos y todas las declaraciones pol¨ªticas de ICV-EUiA en los ¨²ltimos tiempos rezuman eso: "arrogancia basada en una falsa creencia de superioridad moral". El pen¨²ltimo ejemplo lo tuvimos hace apenas una decena de d¨ªas, durante el debate interno que sacudi¨® al tripartito sobre la subida del tramo auton¨®mico del IRPF no a los m¨¢s ricos, sino a los asalariados con rentas del trabajo m¨¢s altas, que es cosa bien distinta.

El consejero Antoni Castells -prestigioso catedr¨¢tico de Hacienda P¨²blica, para m¨¢s se?as- era reacio a dicho incremento, y en todo caso a anunciarlo ahora. Pero Saura y Herrera -sobre cuya sapiencia econ¨®mica no se tienen noticias- impusieron, bajo amenaza de dejar al Gobierno en minor¨ªa, la adopci¨®n inmediata de la medida. Qu¨¦ m¨¢s da que ¨¦sta no rija hasta el ejercicio fiscal de 2011 y, por tanto, no vaya a reportar a las arcas p¨²blicas ni un euro de m¨¢s hasta junio de 2012, si es que para entonces no ha sido derogada. Qu¨¦ m¨¢s da que, en el mejor de los casos, dicho aumento suponga s¨®lo 75 millones extras de recaudaci¨®n, el 0,18 % del presupuesto de la Generalitat. Lo importante, para Iniciativa, era exhibir ruidosamente su superioridad moral: ellos, la izquierda de verdad, son los que velan por que la crisis tambi¨¦n la paguen los ricos. Y mientras tanto las SICAV bien, gracias.

Tambi¨¦n el viernes 5, y en un movimiento tan f¨¢cil de prever como la salida del sol cada ma?ana, el l¨ªder de Esquerra Republicana, Joan Puigcerc¨®s, lanz¨® un cable verbal de di¨¢logo y colaboraci¨®n hacia Converg¨¨ncia. Un cable ¨¢spero y erizado de reproches o acusaciones veladas, pero un cable t¨¢cticamente imprescindible para el de Ripoll, a apenas cinco meses de los comicios catalanes, con las encuestas en contra y conociendo cu¨¢l es el espacio que Esquerra ocupa en el tablero socioelectoral del pa¨ªs.

Pues bien, frente a la reaparici¨®n -t¨ªmida- de ese viejo personaje del cuadro esc¨¦nico de ERC, la equidistancia, el astuto socialista Miquel Iceta reaccion¨® con una comprensi¨®n displicente e ir¨®nica. En cambio, al secretario general y candidato de Iniciativa, Joan Herrera, le falt¨® tiempo para mostrarse indignado y para descalificar con contundencia la apertura gestual de los republicanos hacia Artur Mas. Naturalmente, desde la superioridad moral: un hipot¨¦tico pacto poselectoral entre CiU y ERC har¨ªa que la salida de la crisis fuese "a¨²n m¨¢s traum¨¢tica e injusta", con "m¨¢s esfuerzo de quien menos tiene y con p¨¦rdida de pol¨ªticas sociales". ?Lo dec¨ªa por el inminente aumento del IVA y por el fiasco de la Ley de la Dependencia?

Todo el mundo sabe que ICV-EUiA s¨®lo puede permanecer en el poder con un tercer tripartito y, por tanto, es l¨®gico y leg¨ªtimo que preconice esta opci¨®n. Pero eso no le da derecho a vetar moralmente que otras fuerzas exploren otras f¨®rmulas igual de democr¨¢ticas, y menos a¨²n a insinuar cordones sanitarios m¨¢s propios del sectarismo de la Komintern que de la presunta afabilidad de l'esquerra verda.